"Semental"

Parte 24: Familia

24-Familia

**Zangetsu**

Termino de ensamblar unos paneles eléctricos cuando oigo la voz del capataz diciéndome que puedo irme a casa ya. Me despido cortésmente de mis compañeros de trabajo y tras quitarme el uniforme voy hacia el coche para volver a casa. Desde que estoy de regreso en mi hogar, las cosas vuelven a ser como antes, aunque Meiko aún se está acostumbrando a esta nueva vida, se alegra de que nuestro hijo esté sano y tranquilo. Ha empezado a andar hace poco y es la alegría de nuestro hogar, porque a pesar de que no me unan a él lazos sanguíneos, le quiero como si fuera propio. No puedo culpar a mi esposa por quedarse embarazada antes de salir conmigo, yo asumo todas las cargas que tengo porque la aprecio.

Me gustaría que mis hijos estuvieran aquí, pero ellos han preferido quedarse en Japón y mi padre está aquí también con su pareja y sus hijos. Estoy deseando hacer alguna reunión con ellos, porque ya ha pasado un año desde que nuestra pesadilla como "sementales" terminó y hay que celebrarlo.

-Zangetsu ¿te importa ir a comprar leche? Se nos ha acabado-

-Ahora voy- tras dejar mis útiles de trabajo en casa, cojo mi cartera con dinero para ir al supermercado del barrio, aunque antes de torcer la esquina, veo como hay un taxi parado del que está saliendo una persona que me deja petrificado en el sitio.

-¡Bien! Ya estamos aquí peque- la voz inconfundible de Sen me hace retroceder por instinto un paso y miro a todos lados comprobando que no haya venido con escolta para darme caza como pasó la última vez. Viene vestido muy informal, al estilo occidental y en cuanto veo que el taxista le ayuda a sacar a un bebé con cuidado que mete en un porta-niños colgándole frente a su pecho, un jadeo de estupor sale de mis labios.

-¡Ah! ¡Zangetsu!-

-¿pero qué....? No es posible...- Sen se acerca a mí sonriendo y veo de cerca que el bebé es una niña pequeña de cabello negro y ojos oscuros a la que Sen besa en la cabecita antes de saludarme.

-Parece que he acertado con la dirección de tu casa, mira Hina-chan, este es tu papá, dile holaaa- Sen mueve el bracito de la pequeña como si me saludara y noto como no puedo hablar por la consternación.

-¿quieres cogerla?- niego con la cabeza inconscientemente por mi aturdimiento y Sen me mira preocupado tras resoplar.

-Tranquilo Zangetsu, no he venido a cazarte. Solo de visita-

-¿te has venido desde Japón solo por verme? No te creo-

-Quería que conocieras a nuestra pequeña, no me parece bien ocultártelo siempre-

-¿Por qué?....así no hay manera de sacarte de mi vida....-

-Lo siento Zan....pero algún día puede que Hina te necesite y no puedo dejarla desprotegida ¿lo entiendes?-

-No, no lo entiendo. Ven conmigo, aquí puede vernos mi mujer- le tomo de un brazo intentando no ser muy rudo y le llevo conmigo hasta una cafetería sin que ningún conocido mío nos vea. Sen saca del porta-bebés a la pequeña para sentarla en la mesa haciéndola carantoñas para que la niña sonría. Joder...esos ojos oscuros son míos, no hay duda....así que le dejé preñado al final, maldición...ahora no puedo dar marcha atrás. Sen parece más maduro, incluso más delgado de lo que recordaba. Sus ojos ya no están tan abiertos como de costumbre, sino que los tiene entrecerrados por el cansancio.

-¿acabáis de llegar?-

-Sí, han sido muchas horas de vuelo, pero Hina es tan fuerte como tú-

-Qué locura, viajar con un bebé tan pequeño....-

-Starrk hizo lo mismo con Rei ¿no? –

-Por que huía de gente como tú- Sen aprieta los labios al oírme pero vuelve a sonreír mientras peina con una mano el cabello de su hija.