Mi pelo se meneaba a causa del viento, me sentía como en una película, una romántica, en donde solo puedo pensar en llegar a la escuela para ver a mi amado, el que me toma de la mano cada vez que estoy super nervioso antes de una prueba o el que me hace respirar pausadamente cada vez que estoy a punto de dar una lección oral, pero por desgracia, mi película romántica no es así, es más como "¡mi crush es un emo y siempre me pongo en vergüenza delante de él!" porque esa es la única verdad.
Soy un idiota de 18 años que nisiquiera puede acercarse al chico que le gusta sin antes ponerse en vergüenza, la última vez que pasó fue hace dos semanas, Hae me dijo que si seguía así mi culo nunca iba a ser penetrado por un pene, aunque como buen amigo me hizo "la psicologica" alentandome para acercarme a Jeno y hablarle, diciéndome que todavía no me había puesto en la suficiente vergüenza como para nunca más ir a hablarle, solo habían sido cosas tontas, como el día que le dije que me llamaba Jeno en vez de Jaemin.
-Razona Jaemin, eres lindo, alto, divertido, tienes una sonrisa hermosa, eres bueno, tu mamá es genial, tienes un culo grande, lo peor que puedes hacer es desperdiciar todos tus encantos y no ir a hablarle,-soy tan complicado, tengo a dos chicos detrás de mi, lindos y carismáticos, pero quiero al emo que siempre se viste de negro, mira mal a todos y no le habla a nadie, tengo la leve sospecha de que o me gusta sufrir o me caí de la cama cuando era pequeño, seguramente sean las dos, pero no solo eso, sino que también soy tan estúpido como para no ir a hablarle de una forma normal, como lo haría con cualquier persona, definitivamente necesito pegarme un tiro en la rodilla y reaccionar.
-Yaya, iré a hablarle ¿si? Le pediré su número para una tarea y luego corro hasta aquí,-dije luego de media hora escuchando a Hyuck hablar sobre cómo él dio el primero paso con su novio, que eso mismo me va pasar a mí si me hablo, que Jeno no es alguien difícil de tratar y blabla, palabras que aunque parezcan inútiles, sirven de mucho.
Tome el vaso de plástico que contenía un poco de té, por lo menos para tomar un poco cuando el me esté hablando, puedo tomarme mi tiempo para responderle con algo coherente con la excusa de estar tragando té, genial ¿cierto? Mark me dijo que siempre hacía eso cada vez que le hablaba a Hyuck.
Camine a paso lento solo observando su espalda, una grande y cubierta por un buzo negro bastante grueso, seguro tendría calor más tarde con eso, pero aquí lo importante por ahora no es si tiene calor o no, lo importante es que estoy perdiendo el miedo y ya no me siento tan nervioso como antes.
Me sente al lado de él, dándome cuenta de la presencia de unos pequeños auriculares negros, tome un poco de aire y con uno de mis dedos pique tres veces su hombro, haciendo que él detenga su lectura en un libro que no tengo ni idea de qué es, saco un solo auricular y me miro, haciendo que todo en mi tiemble, mi corazón de repente se aceleró, lo estaba mirando a los ojos, él me estaba mirando, abriendo su hermosa boca, estaba a punto de decir algo, ¿diría mi nombre? ¿Me preguntaría del clima? ¿Me preguntaría que hago al lado de él si no somos amigos?.
Pum, el vaso revento en mis manos, lo había sujetado tan fuerte que lo rompí, haciendo que todo el contenido salga quemandome la mano, aguante el grito que tenia contenido, tirando lo restos de vaso arriba de la mesa, ardía como el mismo infierno, pero intente no decir nada, no quería quedar todavía más patético.
-¿Te estás quemando?,-pregunto a lo que negué parandome rápido en busca de Haechan, que me diría que era el idiota más gigante del planta tierra.
Ese jueves se fue mi esperanza de ser novio de Jeno, de poder abrazarlo y darle besitos en la nariz, que él juegue con mi pelo mientras hago la tarea, todo se demsomonoro por mis tontos nervios, ¿Acaso no puedo controlarme dos segundos y por lo menos decirle "hola, soy Jaemin" de forma correcta?
-Ya deja de pensar tanto en eso, son cosas que le pasan a cualquiera,-me alentó Chenle acariciando mi espalda,-a mi me pasa algo parecido con Jisung,-dijo, seguramente con una mueca triste, poniendo su cabeza en mi espalda que anteriormente acariciaba, suspire escondiendo todavía más mi cabeza en mis brazos, luego de tres horas viendo al emo de mi Je-no-novio, me di cuenta de que soy muy idiota por no hablarle y de que odio profundamente a mis nervios, él no va a hacerme nada malo, aunque si lo hace, eso tampoco me afectaría tanto, tengo a mis amigos para consolarme.
-Quiero hablarle, pero me da tanta vergüenza,-dije saliendo de mis brazos, haciendo que Chenle levante su gran cabeza de mi, observe la mesa de mi crush el cual comia tranquilo mientras escuchaba música, suspire con ganas de hacerle un poco de aegyo para matarlo de ternura por mi y que por fin me ame, pero seria la cosa más bizarra del mundo que me acerque a su mesa a decirle "Nana tiene hambre, Jeno~ tu bebé tiene hambre" puedo ser estúpido e idiota, pero jamás bizarro o extraño.
-Deja de pensar tanto, puedes hacerle una carta y dársela o ir a hablarle, hace dos años estas amenazando con que lo vas a hacer...y aquí sigues, llorando porque nisiquiera se da vuelta para mirarte,-se quejo Donghyuk enojado, no conmigo, sino con Mark que no le mando un mensaje de buenos noches apropiado, por eso se levantó de mal humor y se las agarra con todo el mundo, pero enojado o no, tiene razón, debo ser Nana fuerte, el Nana que va a luchar por su Nono (¡oh claro que le puse un sobrenombre! Jeno=Nono, Na Jaemin=Nana. Se me ocurrió mientras cagaba, pero eso nadie lo tiene que saber).
-Okey, aquí voy de nuevo, la cuarta es la vencida, pude haber sido un raro antes pero ahora voy a hacer las cosas bien, aquí voy, ya estoy, sin miedo,-dije parandome, sin un vaso de té, recordando bien mi nombre, pensando en temas de conversión, todo listo y como me imagine.
-Lee Jeno, quiero ser tu amigo, soy Na Jaemin y quiero que me mires,-dije luego de haberle sacado su auricular, fui tan grosero, lo sé, pero si no lo hago así, no lo hago nunca más y me voy a morir pensando en lo bueno que hubiera sido caminar de la mano con Jeno y que todos miren lo hermoso que era mi novio el emo.
-Okey, siéntate, dime, ¿estas viendo alguna serie?,-pregunto sonriendome, bueno si, fue miles de billones más fácil de lo que pensé que sería.
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-Nana esta enojado porque Nono no le presta atención,-dije dándole pequeño toques con el pie a Jeno que se mantenia dándome la espalda por estar acariciando a su gatito. Lo escuche haciendo un ruido casi como un grito, cosa que siempre hace cada vez que le digo Nono o hago aegyo, descubrí que el odia esas cosas, como típico emo, aunque también odia que le diga emo, porque él dice que no es eso, típico de emo.
-Ya Jaemin, no molestes,-dijo golpeando mi pie, en momentos desesperados, tengo que usar mi mejores técnicas, por lo tanto me arrodille delante de él, abrazandolo por la espalda y dejando muchos beso en su cabello negro, como su alma, bueno, basta de cosas de emos.
-Tres años de noviazgo y sigues dándole más amor a tus gatos que a mi, ay cariño, cuidame más o me voy y me llevo a mi nuestros cactus conmigo eh,-dije empujandolo para que quede acostado sobre el piso, conmigo arriba abrazandolo por la cintura y dejando alguno besos en su cuello tan lindo.
-¿tres? ¿Cuándo fue nuestro aniversario?,-pregunto a lo que levante lo hombros dándole a entender que ni idea, el tiempo no importa cuando estas con quien más amas, lo leí en un chocolate y los dos coincidimos de que era la excusa perfecta para dejar de darnos regalos de aniversario, luego de cinco meses nos quedamos sin ideas y dinero para esas mierdas,-como sea, tres años y sigues diciéndome emo, te dije que no lo soy, solo me gusta el negro y en la escuela la mayoría eran un dolor en las bolas,-dijo a lo que rei asintiendo, todos menos cinco me caían bien de nuestro salón de 38 personas.
-Mh Lee Jeno, te amo,-dije a lo que él asintió para luego llenar mi cara de besitos, si, definitivamente Lee Jeno es mi hilo rojo, mi destino, mi otra mitad o como quieran decirle.