Con cuidado abri la puerta de mi habitación, encontrándome con una imagen sumamente hermosa; un angelito con mi buzo negro dormía plácidamente entre las sabanas grises de mi cama, una gato salvaje que se hace llamar mi mejor amigo cayó derrotado ante los encantos de una niña de piernas cortas y pelo enrulado, dejándose abrazar como si fuera algo de todos los días, algo que disfruta que le hagan cuando es mentira.
Sonrei sin poder sacar mi mirada de la cama, detallando todo, su respiración tranquila, su nariz ligeramente roja, su pelo despeinado, sus manos cubiertas por completo a causa de lo grande que le queda el buzo en su pequeño cuerpo, el gato maligno que rompe todo; que dormía panza para arriba y con la lengua ligeramente para afuera, ronroneando o tal vez roncando de a ratos.Me quiero casar, ahora, ya, necesito despertarla y decirle que si no nos casamos voy a vivir toda mi vida con miedo de perderla, de perder las mañanas sonriendo como un loco al verla haciendo algo tan simple como dormir, no me puedo perder verla siendo el ángel más hermoso que alguna vez se pudieron haber imaginado, no puedo perder a la persona que solo respirando le da sentido a mi vida.
Es tan descabellado siquiera pensarlo, es descabellado que nisiquiera sepa si lo que digo es real o no, no quiero, por ahora, casarme con ella porque ni siquiera somos novios, pero si quiero darle todas mis mañanas, mis tarde, mis noches, mis segundos y todo lo que pueda darle, todo lo bueno que tengo, que es poco, pero que es como un tesoro para mi.
-Lium, ven aquí gatito traidor, te voy a matar a besos,-susurre despertando al gato más malo que conocí, pero a uno que amo profundamente, aunque rompa todos mis boxers o me tire los cepillos de dientes al inodoro. Acaricie su panza haciendo que se abra todavía más, el maldito hasta casi gime, a veces pienso que no es un gato sino un humano.
-No molestes,-su voz mañanera me sorprendió haciendome reír, tan profunda como la mía, pero lo que más me causó ternura es que tuvo que levantar la manga de mi buzo para pegarme así dejaba al gato quieto.
-Es hora de su remedio, ahora te lo traígo,-dije tocando ahora la naricizita rosa de Li, el cual estornudo y se dejó levantar para así llevarlo a la cocina para darle el remedio, Pueden creer que tengo que darle un remedio porque, atentos eh, esta estresado, debe estar estresado porque esta a dieta de tan gordo que esta, es increíble.
-Ya volví, ¿Dónde lo dejo?,-dije volviendo a entrar, sin esperarme encontrarla ya con su buzo rosa y un jean negro, frunci mi ceño al verla tan despierta y corriendo en busca de sus zapatillas o su celular.
-Johnny se va a preocupar por mi, le dije que iba a quedarme con YangYang,-dijo atandose los cordones, deje a Lium en la almohada para acercarme a ella, la cual se levantó quedando a la altura de mi pecho, mis ojos de seguro estaban sacando miles de corazones al verla, como siempre en realidad, siempre tan enamorado, pero de igual forma siempre tan idiota, con miedo a decirle lo que siento, hasta que de un momento a otro por malas decisiones fue imposible confesarme, arrastrarla conmigo a mi mierda no es algo que quiero hacer.
-Puedo decirle que te quedaste conmigo...quedate un ratito más, ¿si?,-pregunte acercándome a ella, dejando mi corazón expuesto, hablándole con un tono suave, con tanto amor como nunca antes le hable a nadie.
Johnny es su hermano mayor, una vez mi mejor amigo, el decidio alejarse de mi cuando mi vida iba en picada, me la pasaba bebiendo y acostado sin hacer nada, sin bañarme o comer, era un enorme desastre, lo entendí, él tiene un pasado con el alcohol y las drogas, no quería volver a eso, le dije que respetaba su decisión y que todo estaba bien entre nosotros, pero que por favor no me aleje de su hermana, que dejara que ella haga lo que quisiera, pero que no se meta en su decisión sobre seguir siendo mi amiga o no, que de todas formas yo la iba a cuidar, que jamás la iba a meter en eso.-Avisale ahora,-dijo sacándose los zapatos, con un "tu hermana esta conmigo, la traje porque YangYang se fue con XiaoJun a no sé dónde, esta bien, a eso de las doce la llevo de nuevo, come conmigo" explique toda la situación, dando por sentado que Johnny escribiría un "ok 🤠" con esos emojis estúpidos que siempre usa.
Me metí a la cama, siendo recibido con un intento de rasguño de Lium, el cual al ver que la bajita se acostaba también, bajo las orejas poniendo cara de bueno y acostandose a su costado para así ser abrazados.
-Él solo te quiere a ti...las mascotas se parecen a los dueños,-dije pasando mi brazo por detrás de sus hombros, abrazandola por completo y tapandonos casi por completo, una de sus piernas se enredaba con la mía, una posición cómoda que nos mantenía calientes a los tres.
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Intente mover mi brazo el cual se encontraba dormido a causa de la posición en la que había dormido, quería tapar mi cara de los besitos que estaba recibiendo en la cara y cuello, particularmente muchos besos en mi manzana de Adam, sonríe al ver de reojo a la causante de que despertara, Lium ya no estaba por lo tanto los dos estábamos más cerca, quedando ella casi encima de mi.
No era raro que ella me de besos, mucho menos que me abraze, siempre le gusto eso de demostrar amor con acciones, pero ahora que tiene idea de mi sentimientos gracias a que le mande un audio borracho diciendole que no puedo parar de pensar en ella en ningún momento del día, se siente diferente.
-¿Lucas?,-pregunto a lo que dije un "mh" con voz demasiado ronca,-ya se que a veces es algo vergonzoso estar con la persona que te gusta y más si te confesaste borracho, pero ayer no hacía falta ignorarme, no sabiendo que me gustas,-dijo mirándome a los ojos, para luego guiñarme y acomodarse en mi pecho, dejándose abrazar por completo por mis brazos y piernas, en un intento de que sus sentimientos no escapen de su cuerpo.
Y ese día, con esa confesión tan simple, mi corazón paro de latir por unos segundos, para luego darme miles de descargas eléctricas, mi felicidad era casi incontenible, la mujer de la que estaba enamorado se me había confesado de una forma tan íntima y normal que no podía ser comparada con nada, porque superaba a cualquier confesión de amor.
Mi chica, mi pequeño angelito que puede convertir a los gatos más malos, en los más cariñosos. Que pudo convertir mis noches frías en noches calidas de abrazos y risas debajo de las sabanas jugando con las tiernas patitas de Lium.
No se qué es esto pero lo escribí a media noche cuando no tenía WiFi y me gustó, es re algo que me imagino en una pareja normal ahre.