Pecado 3 parte

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A la mañana siguiente la hermosa historia termino.

Los habitantes despertaron por el infernal relinche de un centenar de caballos, en sus lomos soldados, cubiertos con armaduras y con afiladas espadas. La gente salía asustada de sus casas, mirando la caravana de guerreros.

-buenos días, Dios le bendiga.

Saludo el líder del contingente, un hombre barbado de cabello rubio, tan pálido que parecía cenizo, enfundado en una túnica blanca y una capa marrón, sobre su pecho descansaba una enorme cruz de madera.

-buenos días.

El patriarca se acercó, devolviendo el saludo de forma gentil.

-es extraño ver extranjeros por aquí.

-no lo dudo mi señor, perdí gran parte de mis hombres gracias a una tormenta que se desato de improviso.

-sí, el clima aquí es muy traicionero.

Los ojos azules del hombre se veían fríos, sin vida, algo extraño ya que ese color es muy vivo.

-he venido a esta tierra tan lejana en busca de un pariente, tal vez le conozcas. Alexander Torquemada.

-Alexander...si, claro que le conocemos, el señor Torquemada es el mayor de nuestros beneficiarios.

-valla, me alegra escucharlo...podría llevarme con él...patriarca.

La mirada y dureza con la que hablo, le dejo claro a el anciano que no aceptaría un no por respuesta. Suspiro con pesar y accedió al pedido, llamo a uno de sus compañeros y le ordeno llevarle.

-¿Qué es eso?

El fraile señalaba la fuente, en específico la hermosa corona.

-es el símbolo de Zhar-Ptitsa, la gran ave de fuego que nos protege.

El rubio chasqueo la lengua y continúo su camino. "Brujería" susurro mientras avanzaba.

Alexander les encontró a medio camino. El peli plata caminaba apresurado a la aldea, su amante le advirtió sobre un mal presentimiento; enorme fue su sorpresa al ver a su pariente ahí.

-querido primo, es un placer verte.

El sacerdote se acercó despacio y le abrazo. Un escalofrió recorrió su cuerpo al sentir el contacto, se apartó tan rápido como pudo.

-To...Tomas, ¿Por qué estás aquí?

-¡oh! pero que recibimiento, después de años de no vernos,-sonrió con burla y continuo avanzando,-pero ya hablaremos en tu casa, estoy exhausto por el viaje, no te molestara invitarme algo de beber, ¿cierto?

-...claro...vamos.

Con una mirada le ordeno a su compañero que se retirara, pero que estuviese atento. Caminaron en silencio, observando el paisaje.

-pero que casa tan...curiosa.

-que te digo, me gusta el arte.

Una ola de alivio inundo su pecho al encontrar su casa sola, parece que Matvey decidió salir con su pequeño, solo rogaba que no regresaran mientras Tomas se encontrara ahí.

-y bien tomas, ¿Qué haces aquí? y no me salgas con esa tontería de que vienes de visita, jamás nos hemos llevado bien.

El sacerdote sonrió divertido, era verdad que detestaba al bastardo de su primo, producto de una noche de copas con una prostituta inglesa. Pero ahora, si los rumores eran ciertos, le necesitaba.

ReencarnacionWhere stories live. Discover now