Padre (pate 2)

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El palacio de Castel Gandolfo lugar de descanso del Papa, la hermosa edificación se encontraba rodeada de armas...y templarios.

Tomas caminaba por sus jardines, de muy mal humor, había sido invitado a un desayuno en el lugar y no se podía negar.

-Messie Torquemada Bon jour.

-mmm....su santidad

-Por favor tome asiento.

Los hombres se sentaron en la terraza a contemplar el paisaje, en breve fueron atendidos.

-espero le agrade al desayuno, no sé muy bien qué tipo de alimentos se acostumbran dar en un orfanato, hablo soberbio.

El ojigris prefirió ignorar su comentario, desearía estar desayunando en casa...algo hecho por Hipo, eso sí le gustaría.

-y dígame messie, ¿Cuántos niños habitan el lugar?

El padre tomo algunos segundos antes de contestar, posiblemente su "lindo" sobrino ya le había informado.

-dos, una pequeña de cuatro y un chico de dieciséis.

-interesante, me alegra saber que no hay muchos huérfanos, eso sería una desgracia.

-es una ciudad pequeña, no pasa de 300 habitantes y está algo alejada.

-eso tengo entendido, pero no deja de ser una ciudad importante, después de todo ahí encontramos el libro de los dragones... y fue ahí donde los últimos dos fueron eliminados, ¿no?

-sí señor.

Tenía que recordárselo, el hombre no dijo nada más, continuaron el desayuno en silencio, al terminar el papa le pidió caminar con él...solos.

-y... ¿Qué fue lo que hizo eh? ¿Por qué te hizo enfadar?

-¿perdón?

-no te hagas el tonto conmigo Tomas, tu y yo sabemos que Jedan te hizo enojar, por tal motivo solicitaste su retiro bajo tu tutela...y los dos sabemos lo que sucedería si no te obedecía, ahora te pregunto, ¿Qué fue lo que hizo?...o ¿prefieres que le pregunte a él?

-desafía mi autoridad cada minuto, es arrogante...y cruel, si me lo preguntas es un sádico más que un guerrero, no me agrada entrenar a ese tipo de personas.

El papa comenzó a reírse ante la respuesta...parecía más el berrinche de un adolecente, que una queja justificada.

-¡Por dios Tomas! acusas a mi sobrino de ser un sádico en la lucha... ¿Tú?, ¡eres conocido como el templario más sádico y cruel de la historia!...jamás dejaste con vida a alguna de tus presas, aun mujeres y niños, los masacrabas y desaparecías sus restos, no dejaste ni polvo...no me vengas con esa tontería de que mi sobrino es un sanguinario, porque no te queda.

Tomas no lo negó, era cierto, él se había buscado esa fama, ser cruel en sus caserías y exterminar por completo a sus presas, sin dejar n rastros de ellas, nada para que los científicos las estudiaran, le costó mucho trabajo alejar a todos de él...y realizar sus operaciones sin ningún estorbo.

ahora dime la verdad!, exigió el rubio.

-no quiero ser maestro de nadie, no deseo entrenar a nadie y lo sabes muy bien...por eso me aleje de este lugar y me convertí en sacerdote...y pese a ello...tú me impusiste entrenar a tu sobrino.

ReencarnacionWhere stories live. Discover now