batalla

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"nunca vallas a ese lugar Rasmus, es muy peligroso para ti"

El moreno conocía la advertencia de sobra, Hipo lo repetía una y otra vez, cada que él mencionaba su deseo por acompañarle. La verdad creía que su amigo exageraba y es que... ¿Qué podría ser tan peligroso para un dragón?

Ahora lo sabía... ¡un Templario!

Miro asombrado como el rubio esquivaba sus garras, con tal facilidad, una fuerte presión en su brazo y, en menos de un segundo, salió disparado contra un poste. El dolor en su espalda no tardó en aparecer, eso dejaría marcas.

Jedan era fuerte, más fuerte que cualquier vikingo que él conociera, pero eso no era todo, sus armas también eran superiores.

Rasmus alcanzo a esquivar la ráfaga de balas que salió directo a su persona, planeo adentrándose en un edificio.

-¡no escaparas!

Jedan no tardo en seguirlo, mientras avanzaba el rubio recargo a la vez que desenfundaba una daga. Asesinar a un dragón le daría un rango más alto, un nivel con el cual podría hacerse de Hipo con facilidad, sin que su maestro pudiese intervenir. Con esta mentalidad destrozo la puerta delante de él y se adentró en el pasillo.

*** ¿Cómo es que ese humano se movía tan rápido? sus orejas captaban sus pasos, estaba muy cerca de él. Llego hasta las escaleras y trepo, brincando de piso en piso, en zigzag, la verdad dudaba que fuese humano, pero su aroma no arrojaba otra cosa.

¡bang!

La bala rozo su mejilla, provocando un hilo de sangre le seguía sin problemas.

Apoyándose en los barandales, el rubio le alcanzo con facilidad. Rasmus alcanzo a girar, al tiempo en que su cuello era apresado; gracias a sus magníficos reflejos, el moreno logro detener la daga que iba directo a su pecho, ambos personajes cayeron al piso.

Jedan apresaba con fuerza, mientras intentaba incrustar la daga, sus ojos, Rasmus apreciaba la frialdad, una mirada tan tétrica que mostraba un enorme deseo de sangre, Rasmus tembló, jamás había visto ese tipo de mirada, ni siquiera en Drogo mano dura o Dagur el desquiciado.

El aire comenzaba a faltar y sus fuerzas mermaban, no podía incinerarlo, debido a la presión en su cuello, pero no se daría por vencido. Con dificultad logro mover su cola. El golpe dio directo en la cabeza del rubio, arrojándole unos metros y haciendo que soltara la daga.

Rasmus se levantó tambaleándose, intentando controlar su respiración. El moreno golpeo su pecho, intentando que el oxígeno ingresara de nuevo.

-¡agh! ¡Maldito!

Jedan se levantó molesto, un hilo de sangre corría por su frente. El chico se arrojó contra su oponente, le propino una fuerte patada en el estómago, sacando el aire que recién ingresaba, así como un fuerte puñetazo en la cara, arrojándolo contra una vieja puerta de madera, la cual se despedazo en el acto.

Pero el moreno no se dejó. Un antiguo cenicero se estampo en el hombro del rubio,, acto seguido unas garras alcanzaron a destrozar parte de su ropa. Los golpes iban y venían, la mayoría eran bloqueados, pero los que lograron ingresar causaban mucho dolor, en especial a Rasmus, que recibía la mayor parte.

*****.....*****.....*****.....

En el muro.

-¿qué haces?

Tres jóvenes templarios se acercaban a su amigo, el cual veía por un telescopio, los chicos se pararon a su lado, mientras le dejaban un plato de comida al observador.

ReencarnacionWhere stories live. Discover now