CAPÍTULO 25

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Valentina había estado llorando por un largo rato, se le notaba en el rostro. La miré atónita y le respondí:

—Claro... —fruncí el ceño—, ¿qué pasa?

No dejaba de sollozar.

—Acabo de hablar con la directora y... —Un nuevo sollozo—, y...

—Benjamín —interrumpió Alexia lo más seria posible.

—¿Benjamín? ¿Qué podría hacer yo si apenas hablé con Benjamín dos o tres veces en mi vida? —me extrañé ante la sugerencia.

—Valen, ¿por qué no le contás todo? Pero tranquila, sin llorar —la calmó Alexia—. Vení, vamos a sentarnos.

Alexia se portaba muy bien con su amiga. Se notaba que la quería mucho.

—Ahora sí, contame —le dije a Valentina una vez que nos hubimos sentado en un banco.

Se limpió la nariz. Después de unos segundos prosiguió:

—Sé que sos íntima amiga de Manuel —empezó—. Necesito que me hagas un favor enorme.

Yo cada vez entendía menos. ¿Manuel? ¿Qué tendría que ver Manuel con Benjamín? De pronto lo vi. En el antebrazo de Valentina había un moretón que apenas sobresalía del suéter. Y ahora que lo pensaba bien, Valentina estaba demasiado abrigada para el clima primaveral de octubre.

—Sí, obvio —respondí.

—Yo sé que aquella vez Manuel mintió para cubrir a Benjamín. Lo sé. Lo sé porque ahora conozco a Benjamín y sé que es capaz de cualquier cosa.

—No entiendo, Valen. ¿Cuál vez?

—¿Te acordás a principios del año pasado, cuando una chica de segundo acusó a Benjamín de maltrato y violencia de género?

—Sí— recordé.

—¿Y que la directora lo declaró inocente?

—Sí.

—¿Te acordás por qué fue? Supuestamente Manuel vio la situación y declaró en contra de la chica, y dijo que ella solo mintió para lograr que lo expulsaran.

Sí, lo recordaba a la perfección. Me acuerdo toda la revolución que ese caso había generado. Tanto en segundo como en tercero. Y gracias a la declaración de mi mejor amigo, Benjamín salió ileso y con el apoyo de todo el colegio.

Más tarde lo suspendieron igual pero por otra cosa. Siempre lo suspendían.

Después todos odiaban a la chica. Se sabía que la violencia de género estaba penalizada en el colegio con la expulsión directa; y ella había tratado de hacer que lo expulsaran a propósito.

Me limité a asentir con la cabeza.

—Bueno, volvió a pasar.

—¿Qué volvió a pasar? —dije confundida.

—Benjamín me atacó. Y fueron varias veces.

Valentina se levantó la manga del suéter, dejando a la vista el moretón en su antebrazo.

—¿Me estás diciendo que eso te lo hizo él?

—Sí —sollozó una vez más—. Fui a acusarlo con la directora pero no me creyó. Aunque le haya mostrado el moretón. Me dijo que estaba al tanto de que estábamos peleados y que era posible que deseara que lo expulsaran...

—¿Qué?

—Como escuchás, Emm. No sé qué hacer... ¿Vos me creés? —me preguntó mirándome fijo a los ojos, al borde del llanto.

—Hermana, siempre voy a estar del lado de la mujer cuando denuncie a un violento. Yo te creo.

Valentina se abalanzó y me abrazó por unos cuantos segundos.

—Gracias.

Le sonreí.

—Entonces...

—Tenés que convencer a Manuel de que diga la verdad sobre aquella vez. Yo estoy muy segura que la chica de segundo no mintió; y desconozco la razón por la cual Manuel lo encubrió.

—Claro, sí, a mí también me parece raro. Te prometo que voy a hablar con él... Voy a hacer lo posible para que me cuente.

—Si Manuel habla con la directora va a ser una prueba suficiente, creo.

—¿Y no lo fue el moretón? —me sorprendí.

—Parece que no. Me lo hice yo misma, viste —dijo en forma de ironía y revoleó los ojos.

Tan bien que me caía la directora...

—Te prometo que todo va a salir bien. Yo te apoyo, siempre.

—Muchas gracias, en serio. Te debo una.

—No me debés nada —le volví a regalar una sonrisa, y me paré para entrar de nuevo al aula.

Le clavé una mirada fulminante al minusválido de Benjamín, quien me echó un ojo con indiferencia. Atrás de mí entraron Alexia y Valentina y se sentaron lejos de los varones. Las miré con una mueca de complicidad, y cuando pasé por delante de mis amigos, me detuve en el asiento de Manuel y le susurré:

—Esta tarde tenemos que hablar.

Cómo me hice lesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora