Fer
Hoy, a pesar de que fue mi último día aquí en la ciudad, Alma ya no quiso salir con nosotros ni a comer. Noté que en la mañana estaba muy seca contigo y no quiso quedarse ni un segundo más después del desayuno. Eso es algo que no puedo explicarme.
Tampoco puedo entender cuál era tu afán por ir conmigo a aquel parque de diversiones del que tanto me habías hablado. Lo que si fue bastante gracioso, aunque un poco incómodo, fue entrar a aquella cabina fotográfica a tomarnos fotos, porque al final me diste un beso en la mejilla, un "beso de amigos".
¿No te das cuenta de lo confusas que son tus conductas conmigo? En parte, es mi culpa. Debí alejarme desde que empecé a sentir lo que ahora siento por tí, y desde que me reafirmaste tu heterosexualidad. Voy a volar en unas horas y , cuando lo haga, todo lo que siento se va a quedar enterrado aquí, en el sofá de tu casa.
Tu confundido amigo
Adrián.
ESTÁS LEYENDO
Aunque nunca lo sepas
RomantizmPequeñas notas que un chico escribe para alguien muy importante para él, sin esperanza alguna de que las vea. Basado en algunas experiencias personales y/o cercanas.
