l ɴ ɴ ø c ᴇ ɴ т

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—Déjate llevar JiHan...—recitó con su voz ronca en su oído.

—N..no puedo...—Trató de resistirse al tacto del contrario.

—Siente mis manos...—plantó un beso en su clavícula— Combinan a la perfección con tu cuerpo...

—...n..no..—Se limitó a decir, estaba siendo cegada por el placer.

—Deja que sea parte de ti...—bajaba sus besos húmedos hasta el abdomen de la chica.

—Ah...—suspiró.

—Di mi nombre...—exigió el contrario bajando aún más sus besos ,llegando a la intimidad de la chica.

—...Ah....

Un sonido molesto y muy fuerte se hace presente, interrumpiendo la escena. Me quedo unos segundos inmóvil, abro los ojos lentamente por la molesta luz que entraba desde la ventana.

—Maldito seas!—le doy un golpe al despertador que aún retumbaba por todo el cuarto.

Ahora solo hay silencio.

—Pero en qué sueñas Jung Ji...—golpeó con suavidad mi cabeza dejando escapar un suspiro.

Volteo a ver el reloj que se encontraba tirado.

—7:30?!—me levanto exaltada dirigiéndome hacia el baño.

Tomo una ducha rápida sin mojar mi cabello, salgo al tocador y me maquillo un poco algo natural, haciendo la siguiente parada a mi closet donde tomo una sudadera algo grande color azul jade, unos shorts cortos y negros , unas medias del mismo color que me llegan hasta la rodilla y unas zapatillas deportivas blancas, por ultimo tomo mi mochila que por cierto es negra igualmente y hecho todo lo necesario del día de hoy.

Bajo al primer piso de mi casa y me dirigí rápidamente hasta la cocina para agarrar un breve bocadillo para no morir desmayada por hambre. Corro todo el trayecto de la cocina hasta la puerta principal, tomo las llaves de la casa y me voy corriendo lo más rápido posible a la parada de autobús más cerca a de mi casa.

Yo soy bailarina de ballet en una academia de buen prestigio, por lo que el orden y puntualidad son muy importantes, gracias a esto mi cuerpo está bien ejercitado, tengo unas piernas tonificadas por el gran uso que les doy en este deporte. Me tocaba clases a las 8 de la mañana y ya eran casi las 7:50, era más que seguro que mi profesora Choi me llamaría la atención, yo estaba en el nivel intermedio de ballet por lo que la maestra que me había tocado era muy estricta.
Los nivel avanzado se dedicaban a sólo aprender coreografías y presentarlas, puesto que ya sabían todas las técnicas ya no les asignaban un maestro tan estricto.

Justo hoy era una de nuestras presentaciones, de los intermedio, para ver quien ya era digno de subir a nivel avanzado, eran como unas audiciones, donde los jueces juzgaban tus técnicas, eran muy estrictos, luego de que en caso de que tengas mucha suerte y le elegían ,te ponían un tipo "tutor" que eran los alumnos que ya eran de avanzado, claro te asignaban los mejores bailarines los cuales eran unos engreídos y se creían la gran cosa, pues no mucha gente lograba subir de nivel.
Yo había estado practicando al rededor de dos meses, 8 horas por día ,espero que sea suficiente mi esfuerzo, de verdad quiero pasar de nivel.

Ya iba camino a la academia la cual no quedaba muy lejos de mi casa.

Me baje más rápido que el viento y corrí dentro, corrí hasta mi aula que estaba casi al fondo.

—Llegas tarde Jung!— me reprende la Prof. Choi.

—Lose! Lose!—dije algo agitada.

—Ponte a calentar que solo te quedan 10 minutos—ordeno.