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Maratón 1/3

Abrí la puerta con desespero y corrí escaleras arriba hacia mi habitación, estaba a punto de darme un ataque de ansiedad y eso no es para nada bueno según experiencias del pasado.
Entre de golpe a la habitación qué haciendo que el abrumador frío y oscuridad envolviera mi cuerpo causando un leve espasmo, dirigiéndome rápidamente con mi respiración echa un asco entre al baño y abrí cada cajón con tanto frenesí que casi rompo alguno. Por fin dando con el que contenía los pequeños frascos repletos de medicina.

Los saqué con mis manos temblorosas y los abrí dejando caer el contenido de estos sobre mis manos para después meterlos a mi boca con euforia, luego tomé el vaso de vidrio que se encontraba a un lado del lavamanos llenándolo de agua del grifo así para ayudarme a pasar las pastillas con mas facilidad, aunque por la cantidad que había metido en mi boca fue un poco más difícil haciéndome toser después de haberlas tragado.

Me senté en el piso del baño esperando a que hicieran efecto aun respirando agitadamente tratando de calmarme.

—Y..Yo no soy como el...—chille.

Escondí mi cabeza entre mis rodillas y la rodee con mis brazos obteniendo así una postura fetal.

—No ocultes tu verdadero ser Taehyung—escuche nuevamente su voz acompañada de una carcajada.

Alce mi mirada y lo vi parado frente a mi, mirándome con asco y superioridad. Como si yo fuera tan vulnerable y patético cosa que hacía que mi furia aumentara.

No respondí ante sus provocaciones, volví a la postura anterior en la cual me encontraba para así aislarme de cualquier visión que pudiese alterarme. Pero de un momento a otro perdí la razón de conocimiento y todo se volvió negro.

**

Los preocupados llamados de la señora Lizhou hicieron que volviera a este mundo.

—Joven Taehyung!—me tomó del brazo.

Aún no estaba del todo consciente para saber que estaba pasando. Abrí los ojos los cuales fueron destellados por la luz blanquecina haciendo que cubriera los mismos con una de mi mano bloqueando el paso directo de la Luz hacia mis ojos.

—D..donde..?—apenas pude formular aquella palabra.

Cuando sentí que jalaban de mi brazo para ayudarme a ponerme de pie, sentía mi cuerpo pesado y adolorido, como si fuera un títere, me levante con ayuda de la señora Lizhou  la cual era mi empleada doméstica. Llevaba trabajando para mi desde que supo que huí de la casa de mi padre, ella era muy buena amiga de mi mamá por lo que igual me vio crecer, es como una tía para mi, siempre se ha preocupado. Al momento de saber que me iría de Incheon quiso acompañarme, pues sabía lo que mi padre hacía conmigo no se opuso en lo absoluto, al contrario apoyo mi idea y ambos nos fuimos para venir a Seoul.

Me ayudo a incorporarme y técnicamente me arrastro hasta la cocina pues mis pies no reaccionaban del todo bien aún.
Una vez en la cocina me sentó en la silla de la barra.

—Taehyung que susto me diste!—me  regañó— pensé que otra vez habías intentado...

—Tranquila señora Li—apenas pude decir.

Suspiro preocupada pero también me dio aires a tristeza.

—Entonces no fue eso?—preguntó.

l ɴ ɴ ø c ᴇ ɴ т   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora