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Estaba sentado en el patio trasero de mi casa mirando atento a mi hermana la cual bailaba a la par de la música, una canción clásica la cual desconocía pero la melodía estaba llena de sentimiento.

—Taehyung-ah!—me gritó.

Sonreí por la expresión emocionada en su rostro.

—Que pasa?—conteste.

—Como lo hago?—dijo dando algunos giros sobre su pie derecho.

Mis ojos brillaron.

—Fantástico Noona!

Me miro sonriente.

—Ya no aguantó la emoción para estar en el concurso TaeTae—continuó con la coreografía.

—Serás la mejor—recargue mi cabeza sobre mis manos.

Me sonrió y mi mamá llamó desde la cocina indicando que ya era hora de comer.

Mi hermana fue la primera en correr al escucharla pues ya llevaba varias horas de ensayo, debía de estar hambrienta. Me levante y camine tras ella, el aroma de la carne de puerco golpeo mi nariz.

—Ah! Omma!—dijo mi hermana Dali después de respirar profundo—Huele fantástico!

—Es su comida favorita hijos—dijo mamá con una sonrisa tierna en su rostro para después acariciarnos la cabeza a ambos.

Sonreímos y nos sentamos a comer. Con un ambiente cálido y amoroso, solo con un pequeño problema. Había un puesto vacío y era el de mi padre.

—Omma y Papá?—preguntó Dali metiendo un bocado de kimchi a su boca.

Note la mirada triste de mi madre.

—Papá está trabajando cariño—dijo sonriéndonos reconfortante.

—Quiero enseñarle mi coreografía!

—Cuando llegue se la enseñarás mi niña—dio un pequeño apretón en el regordete cachete de mi hermana.

Continuamos comiendo entre platicas y sonrisas animadas y llenas de amor, me encantaba pasar tiempo con las dos, eran mi adoración. Escuchamos la manija de la puerta y mi hermana y yo corrimos hacia ella para recibir a Papá.

La puerta se abrió y ambos gritamos.

—Papá!—dijimos al unisono.

—Hola Dali! Mi princesa—se agacho para quedar a su altura y abrazarla.

—Papá!—dije yo.

—Hola pequeño Tae—me abrazo ahora a  mi—Como esta mi pequeño asesino?—dijo con una sonrisa.

—Q..que?—dije confundido.

—Asesino.—dijo Dali con una cara sombría.

La miré asustado y volví a ver a mi padre ahora con la misma expresión sombría que tenía Dali.

—Asesino.—dijeron ahora al unísono.

—Y..yo...no!—sentía un nudo en la garganta.

—Asesino

Voltee a ver a mi madre que ahora se había unido.

—Asesino!—dijeron en voz alta los tres a la vez.

—N..no! Basta!—voltee hacia todos lados aterrorizado.

—Asesino!!—gritaron más fuerte.

—Basta Porfavor!—grite entre lágrimas.

—ASESINO!

Desperté.

Estaba exaltado y mi respiración parecía un torbellino, juraría que mi corazón se saldría de mi pecho en cualquier momento.

l ɴ ɴ ø c ᴇ ɴ т   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora