One Shots || Klance

Forever & Always

Lance estaba sentado en la mesa, con una rosa roja en mano. Miraba por la ventana mientras intentaba distraerse, pero seguían pasando los minutos. Se suponía que Keith debía estar ahí, y estaba seguro de que le habría llamado si hubiera pasado algo. Prefiere esperar un poco más. En la autopista no hay nadie, decide preguntar por él pero nadie dice haberlo visto.

"¿Por qué hay algo mal?" se preguntaba una y otra vez.

El moreno vuelve a la ventana. De repente suena el teléfono. Allura dice que algo pasó, que él debería ir enseguida al hospital.

Su mente viaja a Diciembre. Piensa en cuando el azabache le preguntó, se puso de rodillas y dijo: —'Yo te querré por siempre, y para siempre. En las buenas, en las malas, en lo feo. Creceremos juntos por siempre y para siempre.'

Lance se detiene en la entrada y camina a través de la recepción.

—¿Qué pasa Allura?— pregunta agitado mientras apoya las dos manos sobre la mesa. Ella le dirige una mirada triste cuando le dice que la acompañe.

Van por un pasillo que lleva a un millón de habitaciones, es un laberinto que jamás terminará. Allura habla de lo que sucedió, pero él apenas puede escucharla. Solo oye las palabras lejanas de un accidente de coche, de daños graves. Trata de mantener una cara seria mientras camina a la habitación. Cuando entra puede ver a Keith, tumbado en la cama, sin moverse, conectado a un montón de aparatos. Él se sienta al lado de su cama y sostiene fuerte su mano. Ellos hablan de los hijos que tendrán y en una gran vida, la casa en la colina a la que ellos escaparan.

Entonces Lance tiene una idea y llama a Allura, trae a sus amigos y dice un par de versos. Él toma prestados unos anillos de la pareja de la habitación de al lado. Todo el mundo ríe mientras lágrimas caen al suelo. Lance le mira a los ojos, esos ojos violeta que solían brillar con intensidad y ahora se estaban apagando, y le dice: —Yo, te querré por siempre, por siempre y para siempre. En las buenas, en las malas, en lo feo. Creceremos juntos y recuerda, seamos felices o tristes o como sea, nos seguiremos amando por y para siempre.— sigue sosteniendo la mano de Keith con fuerza mientras sonríe.

Él termina sus votos pero los latidos se hacen lentos. Keith mira a los ojos azules de Lance y acuna la mejilla del moreno con su mano. La voz del azabache es demasiado baja mientras dice: —Yo, te amaré por siempre, por siempre y para siempre. Por favor recuerda, incluso cuando ya no este, siempre te amaré por siempre y para siempre.

En ese momento los latidos se paran, la mano que sujetaba el moreno pierde fuerza mientras cierra los ojos. Lance desesperado grita el nombre de Keith para llamarlo, como si de esa forma volviera a abrir los ojos. Él apoya la cabeza en el pecho de Keith llorando desesperado, con lágrimas amargas recorriendo por sus mejillas, pero solo oye el sonido infernal, monótono que indica que su esposo ya no va a estar a su lado.

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[Nota de la autora:
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