Capítulo 45. Momento inolvidable

1.1M 57.5K 23.7K
                                    

Aún seguía asombrada cuando crucé la puerta y entré en el apartamento de Frank. Era algo frío y desolado, pero era espacioso y cómodo.

Lo primero que encontré vi fue una estrecha sala de estar, con un par de sillones de piel color marfil y una mesita de centro, una cocina, pequeña, pero muy bonita y acogedora.

Tras cerrar la puerta de la entrada, Frank se giró hacia mí y me miró con curiosidad, esperando que yo dijera algo, ya que, desde que me dijo que veníamos a su apartamento, prácticamente entré en una especie de estado de shock.

No me sorprendía que tuviera una casa, lo que ocurría era que me di cuenta de que lo de la fiesta de Joel era una total y gran mentira. Pero que fue una mentira muy convincente porque mi padre aceptó dejarme ir y llegar a casa por la mañana.

Oh, por Dios, creía que iba a hiperventilar. Esto era nuevo y sumamente sorprendente para mí. ¿Saben lo que significaba? ¡Exacto! Pasaría la noche aquí, y para sumarle más adrenalina al asunto, pasaría la noche aquí, con Frank.

No sabía si estaba lista para este capítulo de mi vida.

«Respira, Alexa, no es necesario que te agobies todavía.» Aún eran las seis de la tarde. No creía que Frank quisiera hacerlo a estas horas. Bueno, pensándolo bien, quizá sí quería. Para él, cualquier momento era bueno si se trataba de sexo. Lo decía por todas las veces que nos habíamos enrollado a plena luz del día.

La tensión que me abrumaba se rompió cuando nos sentamos en el sofá y comenzamos a hablar de nosotros y de qué haríamos al día siguiente, en nuestro último día juntos, ya que el lunes tendríamos que separarnos para ir a la universidad. Se nos fue la hora sin darnos cuenta, hasta que anocheció.

Aproveché un momento de silencio para preguntarle algo que me rondaba en la cabeza desde hacía días.

―Frank, si ya tenías un apartamento, ¿por qué te mudaste con nosotros?

No por qué había venido a mi casa teniendo su propio espacio, donde habría disfrutado de total libertad. Aunque agradecía que no lo hubiera hecho, ya que así yo había tenido la suerte de conocerlo.

Dudó unos instantes y luego suspiró.

―Al principio, mi madrina me dijo de ir con ella y yo le dije que prefería quedarme aquí y organizar fiestas todos los días durante las vacaciones. De hecho, Joel y yo ya habíamos planeado hacer un montón de cosas... ―explicó.

―Entonces, ¿por qué no te quedaste?

Me miró con determinación y sonrió.

―Porque te vi.

Reí ligeramente.

―¿En dónde? Por entonces no me conocías ―dije, frunciendo el ceño.

Si hubiera visto a Frank en alguna parte, no me hubiera olvidado de él. Además, no recordaba haberme emborrachado o algo parecido para que me hubiera visto sin que yo me diera cuenta.

―Melina me mostró una foto de tu familia, y allí estabas tú ―dijo mientras me miraba.

Mi pulso comenzó a latir más rápido de lo normal. Necesitaba ver esa foto. Debía de estar horrible, sobre todo si era una foto familiar. La última que me hice con mis padres había sido hacía varios meses, en Año Nuevo. Debía de tratarse de esa; recordaba que mi padre me tuvo que obligar a salir en ella. ¿Qué llevaba puesto? «Piensa, Alexa...» Ah, un vestido rojo con los tacones negros que solo me los puse esa vez. Por lo menos, en esa foto estaba arreglada. Si Melina le hubiera mostrado otra, Frank se habría quedado en su apartamento y jamás nos hubiéramos conocido. O tal vez sí, pero en situaciones diferentes.

El Huésped ✅ [ Disponible en físico ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora