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Bajé las escaleras despacio, él hablaba con algunas personas.

—Vamos a la fiesta de Rob —dijo un tipo.

—No puedo, tengo cosas que hacer —respondió él.

Nadie me vio.

—¿Tienes que ver a una chica? Allá habrá cientos, podemos hacer una orgía.

—Hermano, no quiero ir, mañana tengo que levantarme temprano, estoy escribiendo unas canciones nuevas, necesito enfocarme.

—Bien, bien, tú ganas, pero este fin de semana iré a casa de Tim, no podrás salvarte.

—Está bien, sólo no me hagas salir hoy, llegué todo mojado, odio la lluvia.

—Adiós, niño de azúcar.

Me escondí un poco. Era otro amigo de Tim, creo que se llamaba Doug.

El tipo bajó las otras escaleras, Alex me vio y abrió los ojos como platos.

Corrió hacia mí, me hizo subir rápido.

Se asomó para ver cómo se iba aquel tipo, y me miró.

—Allie, él pudo verte y decirle a Tim, o peor, pedirme un trío contigo... no aparezcas como si nada.

—Lo siento.

Él se acercó a mí.

—¿Tienes hambre?

—Como nunca —le dije.

Eran las seis y media según su reloj.

Me llevó escaleras abajo. Me dio mi teléfono.

—Me tomé la libertad de escribirle a Tim fingiendo ser tú.

Revisé.

"Me quedaré estudiando en la uni".

"¿Estudiando o de fiesta?"

"Estudiando, tengo test mañana".

"Bien, aprovecha porque hay gente acá grabando y haciendo ruido, avísame cuando ya quieras volver, le diré a JJ si puedes ir con él para que nadie te moleste".

"Vale, ¿Me quedaré con él?"

"Depende de cuanto tengas que estudiar, aún nos queda bastante, Danna es un poco desafinada y tengo bastante que editar con los chicos".

"Aún no entiendo varias cosas sobre la geometría analítica"

"JJ es un maestro en geometría, pídele ayuda".

Llamé a Tim.

—¿Hola? —dije.

—¿Ya quieres ir a casa de JJ?

—Sí tengo un poco de hambre y no traje tanto dinero, ¿Debo irme para allá?

—A casa de JJ, le diré ahora.

—Bien, me avisas.

Cortó. Sonó el teléfono de Alex.

—Sí, claro... ¿Un test? ¿Geometría? ¿Por qué Danna suena como una jauría de lobos?

Alex rió.

—Bien, no hay problemas, iré a buscarla, así pasaremos a buscar algo de ropa. Ah, bueno, no hay problema. ¿Por qué no quieres que Allie vaya a casa? Sé que están grabando y todo. Ya veo. Descuida, yo la distraeré... Al paso que vas con Carlos Fuentes, Allie vendrá a vivir conmigo pronto. No siento que sea tan buena idea.

Me guiñó el ojo.

De pronto se puso muy serio.

—Descuida, hermano, yo te cubro, sólo mantenme afuera para poder ayudarte, ¿En la biblioteca? Bien. Adiós.

Cortó.

—¿Qué ocurre?

—Nada —dijo.

—Alex —dije—, ¿Tim está bien?

—Sí.

—¿Qué ocurre? —repetí.

—Tim no quiere que sepas.

—Alex —insistí.

—El narco que produce cosas con nuestras inversiones se ha venido a vacacionar a Boston por un par de semanas, pero odia los hoteles así que se ha ido a casa de Tim.

—¿Y qué?

—Le gustan las chicas jóvenes.

—¿Y? —seguí.

—Busca llevárselas a Colombia por las buenas o por las malas. Por el bien del negocio, Tim tendría que ceder porque es un poco resentido en el mal sentido, tiende a... obsesionarse con chicas hasta que se las lleva, sobre todo cuando ellas no quieren, así que tú nunca exististe para Tim.

—Mis cosas están allá —dije.

—Teresa está empacándolas, Ron las traerá acá.

—¿Por qué Tim aloja a ese tipo en su casa?

—Porque el tipo es nuestra única ley, Allie. Tim me ha dicho que preguntó quién eras tú porque vio las fotos de la fiesta en la disco del otro día, le ha dicho que no sabía quién eras porque te invitamos del público de ese día. No quiero que él te vea.

Que espeluznante.

—Todo estará bien si te escondo de él, sobre todo ahora, con la visita de Doug, todo tiene sentido, es una especie de perra de Carlos.

Llegó una pizza, llegó Ron con mi maleta, y Alex y yo nos sentamos a comer. Se me había ido el apetito.

—Debes confiar en Tim, sabe lo que hace —dijo.

—¿Me quedaré contigo todos estos días?

Asintió.

—Podré tenerte para mí.

Deveras.

Debíamos hablar de lo que había pasado, eso se hacía, ¿Verdad?

La ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora