La Prohibida

28

Al día siguiente, desperté con la alarma. Alex abrió los ojos, me vio mirándolo.

Le di un pequeño beso, y luego fui a la ducha.

Bajé, desayuné rápido, y fui a mi bici. Me fui en bici a la uni, la encadené bien, y fui a clases. Por primera vez no era el centro de atención por un rato.

Me encontré con Kelly.

—Sé que me odiarás un poco por esto, pero le di a Alex una oportunidad.

—Sabía que eso ocurriría si volvías con tu hermano —dijo ella.

—Soy débil.

—Descuida, todos lo somos.

—Ayer fui a grabar un video musical —le comenté.

—¿Serás extra? —preguntó.

—Coprotagonista.

Arqueó las cejas.

—¿Video de JJ Boy?

Asentí.

—Acabé un poco borracha, pero... estuvo bien, las tomas se veían buenísimas. Según Tim vamos a estrenarlo el sábado, habrá una fiesta en la disco, exclusiva, así que pondré tu nombre en la lista.

Ella me sonrió.

—Esa es mi chica —dijo.

Después de clases, me encontré conque sólo Tim y Alex grababan una canción. Danna estaba mirando a través del cristal.

—¿Cuánto tiempo llevan ahí?

—Como cuatro horas —dijo Danna.

—¿Qué canción es?

—La Prohibida. Curiosamente no es trap. Es como algo... tranquilo, hasta un poco indie. Tim lo ha convencido de hacer algo diferente.

Y escuché a Alex cantarlo, parecía una canción algo romántica, con un sonido difícil de clasificar.

Acabé yendo a estudiar, a almorzar y después como hacía bastante calor, me puse el traje de baño y me metí en la piscina a nadar.

Danna se sentó en la orilla a mojar sus pies.

—Sin ofender, tu traje de baño es horrible —dijo.

—Es el de la preparatoria —le dije, quitándome el agua de los ojos.

Rodó los ojos.

—Te esperaré por media hora, vamos a ir a mi casa.

Así fue como llegamos a una casa grande. Danna me llevó a su enorme armario.

—Dime que no significa una especie de cambio de imagen —le dije.

—Sí lo es —dijo Poly, desde atrás.

Así fue como Danna se dio cuenta de que éramos de los mismos talles casi de todo. Me regaló un montón de ropa, había bastantes cosas de marcas caras que no quería aceptar, pero me amenazaron con quemar mi ropa así que me contuve.

Danna ni siquiera arrugaba la frente, pero me imaginaba que como Alex recibía ropa de marcas lujosas en su casa, ella también lo hacía.

Me dio desde pijamas hasta botas, desde joyas hasta maquillaje.

Me prestó una maleta, luego me llevó a comprar ropa interior al ver que usaba ropa interior con corazoncitos.

—¿Por qué tengo que usar ropa interior así? —le pregunté.

—Tenemos grandes planes para ti, debes estar a la altura de las expectativas.

Compró un montón de ropa interior para mí, corsetería, ligas, portaligas, ropa interior invisible, brasieres adhesivos, ajustables, trajes de baño y hasta una faja que no me dejaba respirar bien, pero hasta me levantaba los pechos.