El ataque (editada)

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Bajo del carro y me dirijo a la sala mientras Estiben se queda en el garaje.



Estoy un poco cansada de tanto molestar con Estiben y p por lo que caminó casi arrastrando los pies. Claro está, descalza porque con este cansancio hasta los zapatos me molestan (sobretodo cuando son los tacones que llevo)



Voy caminando como zombi en dirección a las escaleras, literalmente estoy muerta, no tengo fuerzas de nada. Cansada, suspiró.



- Vaya, vaya -dice una voz masculina detrás de mí- ¿Estas cansada de huir de mí?



Y allí fue como toda la pereza que tenía me desaparece en segundos, para correr. Sin embargo, mi huida no se puede efectuar. Él es más rápido que yo.



- No, no, no -dice negando- esta vez no escaparás de mí -dice agarrando mi muñeca-'



Maldición, estaba más cerca de lo que pensé. Mi respiración se torna pesada y se que lo que le hice no se le olvidó.



Piensa rápido Paulina, busca la manera de escapar, si no estarás muerta - pido mentalmente.



- ¿Por qué tan callada? -dice jalándome hacia él - no me digas que el gato te comió la lengua. - se burla.



Volteo para quedar frente a frente. Al mal tiempo, enfrentarlo a la cara.


- No, solo que no tengo interés de hablarte, estoy muy cansada para tus juegos.



- Mira Pablo, tú me molestaste la vida, yo te hice pagar por ello, volviste a molestarme y yo me volví a vengar. Entonces ¿No crees que ya es suficiente de esto?



Me mira pensativo por unos segundos.


- Para nada, a decir verdad me gusta mucho este juego. Después de todo, es entretenido - responde.



Grandioso, soy la distracción y entretenimiento de Pablo.



- Sin embargo, eso no quiere decir que me haya gustado tu forma de vengarte -dice muy tranquilo-



- ¿Sabes Evans? -digo soltándome de su agarre- me da igual lo que pienses. A la final, lo que pienses o digas no son de mi interés -digo volteando para llegar a las escaleras-.



- En ningún momento dije que podrías irte -dice jalándome nuevamente hacia él -.



Maldición, debo buscar una manera de escaparme o si no literalmente me matará por lo de mi pequeña venganza.



Estiben ¿Por qué te demoras tanto en el garaje? ¡Ahora mismo te necesito!-pienso- solo él me puede salvar.



Pablo es gruñón y todo, pero respeta mucho a su familia, por lo que respeta bastante a su hermano mayor. Sin otra opción y dando más tiempo a Estiben de que aparezca, comienzo a actuar.



- Mira Pablo -digo "furiosa"- ya me tienes harta con tus tonterías. Para serte sincera, te estás ahogando en un vaso de agua, ni que fuera la primera vez que te ven tus vergüenzas -digo intentando estar furiosa pero el recordarlo hace que se me escape una risa-.



- ¿Y te atreves a reírte en mi cara? -pregunta indignado-.



- Sí, de frente es más interesante, ya que si me río a tus espaldas tal vez nunca sepas que me río de ti -digo restándole importancia-.



- ¡Tú! -dice jalándome hacia él comedor- te voy a dar una lección que jamás olvidarás.



De repente, se escucharon unos estruendos desde el garaje y aunque sabía que Estiben estaba allí solo como lo había dejado, una idea apareció por mí mente.

Ella es mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora