Inglaterra (editada)

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Para el viaje dispongo de la compañía de Estiben, Harry y Aidan ya que Javier se quedó al pendiente de la empresa, debido a inconvenientes que se han presentado últimamente en ella. Fred a la protección de nuestras familias.

Cada uno tiene su función. Harry está encargado que cuando tomemos manos a la obra todo el sistema operativo de las cámaras de seguridad cerca al punto de encuentro muestren la misma secuencia que fue pregrabada.

Aidan es el encargado de ver todo lo puede hacer Daniela —dentro de su campo de visión—, mientras con un disfraz atiende en el restaurante en el que es su reunión.

Estiben es uno de los clientes, quien le da la espalda a Daniela. Para poder escuchar atentamente su conversación ya que la o él dichoso T.W. le dijo que no llevara ningún aparato electrónico. Por lo que sin su teléfono no podría conocer que podrían hablar.

Mientras yo me encuentro dentro en un carro blindado con múltiples pantallas que muestran los puntos estratégicos de las cámaras de seguridad que apuntan al lugar de reunión. Esperando impaciente la acción, mientras me comunico con los chicos.

— Hey son las 6:00 pm y nada que él o ella llega a la reunión —comento indignado— ya me estoy hartando de esperar.

— Hey Broh, sabemos que estás enojado porque no estás el campo de acción. Pero debes de saber que todo lo hacemos por tu bien —dice Harry intentando calmar a Pablo—.

— Por mi bien o no. Yo necesito saber dónde tiene a Paulina — comento frustrado— y el tiempo es nuestro enemigo. ¿Qué tal que la tenga encerrada haciéndole cualquier tipo de tortura? Y yo aquí mirando unas simples cámaras, y leyendo los mensajes del grupo de rescate que mande y del cual solo recibo noticias de que todavía no la encuentran.

— Sabemos cuan estresado estas —comenta Harry— pero por culpa de ese estrés no puedes dejar escapar tu quizás última oportunidad de cortar este problema de raíz y rescatar a Paulina.

Suspiro frustrado
— Tienes razón— pero tengo mucho miedo de que las cosas no salgan bien.

— Sí, pero Aidan también ha estado preocupado por Yohana pero ha sabido controlarse y está haciendo un buen papel —comenta Harry— todo por recuperar a la chica que le gusta.

— En estos momentos desearía ser policía —dice Aidan—.

— La policía aquí no sirve de nada —comenta Harry— esto lo tenemos que hacer con nuestras propias manos.

— Quiera ser policía para poder arrestarte —comenta Aidan—.

Todos quedan atento a lo que dice Aidan, quizás reconoció al tal T.W. antes de la reunión. Ya que Aidan no se encuentra ahora mismo en la zona del servicio que brinda el restaurante.

— Tanta belleza debería de ser ilegal —comenta Aidan—.

Y Estiben que está escuchando todo gracias a su audífono escupe todo su Capuchino.

— Maldición, Girop —comenta Harry— estas en una misión, no estás aquí para cortejar a alguien.

— No cambias, Girop —dice Estiben —.

— Sí, lo está manejando muy bien —digo— tan bien como solo él lo puede hacer.

— Hey dejen las pendejadas —comenta Harry—cama 12, viene alguien sospechoso. Quizás se nuestro hombre.

— Espero que así sea —digo mientras observo la cámara—.

Nuestro interés aumenta cuando desde el audio de Estiben se escucha la voz del hombre hablar.

— Daniela —dice y la nombrada se levanta—.

— Maldición —dice Estiben confundiéndonos a todos—.

— ¿Eres tú T.W.? —Se escucha confusión en su voz—.

— No, soy uno de sus ...—comenta el hombre—.

— ... Peones —interrumpe Daniela—.

— Diría que su aliado, pero si te siente bien decir que soy un peón. No me opondré —comenta el hombre— ahora vayamos al grano. Mi jefe requiere de tu presencia por lo que he venido a buscarte.

— ¿No podía venir el acá? —Pregunta Daniela indignada— ¿Cuál es el miedo, si estamos lejos de México.

— Es mejor estar prevenidos que lamentar —dice el hombre—.

— Ok —dice Daniela y luego se levantan—.

Salen del restaurante y justo cuando Aidan va a intervenir en la situación Estiben no lo deja.

— ¿Por qué? —pregunta confundido—.

— Pablo es Joseph —dice Estiben y yo quedo confundido— Joseph es el amigo en común que tengo con Paulina y quien le ayudo a conseguir el trabajo en el hospital.

— ¿Qué? —digo confundido—.

— Esto quiere decir —dice Aidan confundido —.

— Que el viaje de Paulina no era una coincidencia —comenta Estiben— tanto su amistad como la ayuda que pretendió brindar a Paulina era una simple trampa, en la que caímos. Y todo por mi culpa.

— Bueno ahora no es tiempo de lamentarse —comenta Harry— les mando las coordenadas del lugar al que se están dirigiendo Daniela y el tal Joseph en estos momentos. Es momento de llegar al fondo de esto.

Mi teléfono suena y en su pantalla veo el nombre de mi madre, por lo que respondo rápidamente e ignoro la conversación que llevan los chicos.

— Hijo —dice entre llantos— encontramos a Paulina.

Allí es cuando siento como mientras ella me habla un mensaje del cuerpo de rescate que contrate me envía. Lo abro y lo que leo no lo puedo entender.

— "Lo sentimos Sr Evans, encontramos el cuerpo sin vida de la señorita Paulina"

Mi madre sigue llorando y yo me niego a aceptarlo.

— Madre, dime que la encontraron con vida —digo con lágrimas desplazándose por mis mejillas—.

Un silencio incomodo se presenta entre todos, quien hasta ese momento estaban hablando sin parar.

— Hijo, Paulina ya no está entre nosotros —dice entre llantos y mi mundo se derrumba—.

— Esto no puede ser —digo negando lo que me dice— Paulina está viva madre, ella está viva no me mientas.

— Yo también quiero creer que es mentira pero no lo es —dice mi madre mientras llora—.
El dolor se refleja en ambos, la sola idea de saber que Paulina ha muerto, geners dolor, uno que para pablo es indescriptible.
— Ella no puede estar muerta, ella no, madre. Debe haber un error. Eso es, ellos se han equivocado.
— Pablo... — susurra su madre.
— No, madre. No insistas en que ha muerto, porque no es así. Yo lo sé. — asegura pablo aferrado a un rayo de esperanza sin pruebas.

Ella es mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora