El plan (editada)

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Narra Pablo
Ha pasado una semana desde que tuve esa discusión con Paulina y no la he visto más.

Primero, porque desde que comenzó su trabajo en el hospital rara vez viene a la casa y si viene va directo a su habitación a dormir. Ya que según lo que me cuenta mi madre sus horarios se extienden por más de 20 horas seguidas de turno. Lo que me hace preguntar ¿Cómo demonios puede preferir trabajar como doctora y matarse tanto que cumplir unas horas laborales justas dentro de una empresa?

— El mundo está loco... No, ella está loca.. —murmuro

Segundo, el verme con Paulina constantemente podría ocasionar que pierda el camino que ahora estoy construyendo. Como están las cosas, necesito saber lo antes posible quién está detrás de nosotros y el único puente conector accesible es Daniela. Así que necesito "portarme bien con ella". Lo que es estresante ¿Como puedo portarme bien con alguien que no quiero?, sin contar que ella estuvo detrás de mi "accidente".
El que dice que la vida no es complicada, que me explique porque la mía si es.. complicada.No puedo conquistar a la persona que quiero por que necesito protegerla y proteger a mi familia de un enemigo anónimo. Además tengo que ser bueno con alguien que es sólo está interesada en lo que poseo y no en lo que soy.

»antes te daba igual como era Daniela, es más estas comprometido con ella sin interesarte el amor —dice una voz en mi cabeza—«.

Sí, pero eso era antes de que Paulina volviera a mi vida. Ella fue la que me hizo regresar a mi camino, a mi verdadero yo. Pero ahora no puedo estar con ella ¡Que frustrante!.

— ¡Amor! —dice Daniela haciendo que salga de mis pensamientos— está muy ido bebe... —dijo haciendo pucheros—.

— Lo siento, sólo estaba un poco cansado —me excuso—.

— Mmm entiendo, ¿aunque sabes? —comenta— pienso que estas muy estresado por el trabajo ¿Que te parece si nos vamos de vacaciones para Canadá?.

— Mmm, no se, tengo mucho trabajo que hacer ahora mismo —comento y ella comienza a hacer pucheros— es más, ahora mismo tengo que terminar un trabajo, pero tu sola presencia me hace perder la concentración —digo pervertido—.

— Aww, tan lindo mi bebé —dice emocionada— tú también me haces perder el control.

Definitivamente Daniela es la mujer más rara que conozco, otra mujer se defendería o por lo menos se sonrojara por lo que dije, pero a Daniela le parece tierno. Vuelvo y digo ella no es normal.

Fred entra a la oficina con unos papeles y yo le hago señas de que me ayude para sacarme de encima a Daniela, quien en estos momentos se encuentra lo más de relajada sentada en mis piernas jugando con su teléfono.

— Disculpe, señor Evans —dice Fred profesionalmente— por interrumpirlo pero necesito un poco de su tiempo para mostrarle estos documentos que necesitan de su aprobación.

Yo asiento y justo cuando voy a intentar levantar a Daniela que está mirándome suplicante para que no la baje de mis piernas un nombre que me llama la atención aparece en la pantalla de su teléfono.

»pedro«

— ¿Será posible que sea el Pedro que está detrás de todo esto? —pienso— si es o no debí de averiguarlo.

Abrazo fuertemente a Daniela cuando esta se percata de la vibración que ejerce su teléfono en mi escritorio por él un nuevo mensaje. Ella se ríe mientras se esconde en cuello.

— Pablo, qué cariñoso te haz vuelto —comenta Daniela con su rostro todavía oculto—.

Yo le hago señas a Fred y este aunque no comprende al principio, finalmente entiende mis señales.

— Necesito mirar su teléfono con urgencia.

— Señorita, Daniela ¿le gustaría conocer la nueva sala de relajación que se encuentra en el décimo piso? —Comenta Fred— tiene zonas de masajes.

Esto último despertó el interés de Daniela.

— Sí, definitivamente lo necesito —comenta Daniela— la última sesión de fotos me mató —digo dramatizando—.

¿Todas las modelos son así o es sólo Daniela? —pienso—.

— Ok, bebé en vista de que estas ocupado te dejaré un momento y me iré a relajarme un poco —dice esto dándome un beso y partiendo—.

— Espera, Daniela —digo al ver que toma su teléfono— ¿Porque no dejas todo aquí y vas y te relajas?, dicen que estás más relajada si no tienes de qué preocuparte y llevarte tus cosas hasta allá con lo caras que son, podría aumentar el interés de personas indebidas. Lo cual te dejaría durante tu momento de relajación preocupada por observar si te lo roban o no.

— ¿Tan malos modales tienen tus empleados? —Comenta Daniela asombrada—.

— No se si lo tendrán, pero las mujeres saben de moda, color también saben la gran modelo que eres —comento— por lo que seguramente sabrán que llevas contigo cosas de grandes marcas, que son difíciles de conseguir.

— Entiendo —comenta Daniela— ok, te dejo mis tesoros aquí —dice colocando su gran bolso y chaqueta en mi escritorio— nos venís bebé —dice y me da un beso—.

Sonrió mientras se va y cuando ya no está en mi campo de visión suspiro fuertemente.

— Vaya —comentó— obtener lo que quieres es complicado.

Tomó el teléfono de Daniela y me topo con una clave de acceso, claro no sería tan fácil.

Ingreso la fecha del cumpleaños de su madre y me sale incorrecta, la fecha de nuestro noviazgo y sale incorrecta.

Vamos ¿Que contraseña podría ser?, si fuera Daniela ¿Que contraseña le pondría?. Ah, ya sé, el día que salió como la modelo más deseada por los hombres. Seguramente es esa... busco esa nota en una revista reconocida vía web y logró encontrarla. Ingreso la fecha al teléfono y logró desbloquear. Vaya ¿Será que a Daniela no le interesa ser la mujer más deseada por los hombres?...

En fin, era de esperarse. Voy a la bandeja de mensajes y esta pide un pin de acceso.

— Vamos, Daniela ¿no podrías ser más complicada?.

— ¿Y ahora que clave es?

Media hora después....

Bloquee el teléfono..

— ¿Cómo es posible ir ninguna de las claves que ingrese fuera la correcta? —me cuestionó frustrado—.

— Silvia —llamo a mi secretaria— llama al señor Vélez y dile que lo necesito con urgencia.

Media hora más tarde...

— Todavía no puede creer como uno de los multimillonarios más top del mundo, haya bloqueado el teléfono de su prometida —dice burlándose—.

— Cállate, Vélez que no estoy de humor —comentó frustrado—.

— Ok, esta bien ahora —Pregunta Aidan— ¿Para que querías ver los mensajes de Daniela? ¿Estarás celándola con algún tipo?. ¡No me digas que te dejo de gustar Paulina y ahora te gusta Daniela!.

— Nada de eso Vélez, la cuestión es que cuando estaba aquí le llegó un mensaje de un tal Pedro —comento— y pienso que tal vez sea el Pedro que estamos buscando.

Aidan queda pensativo...

— ¿Entonces por eso querías ingresar a los mensajes de Daniela? —Pregunta y yo asiento— ¿Y que pasa si no es ese Pedro?, abras gastado tus esfuerzos en vano. —suspira— espérame aquí.

— Ash Dios a veces me pregunto cómo puedes ser tan exitoso si tus métodos son tan básicos —cuestiona mientras sale—.

Minutos después ....

— Toma —dice Aidan mientras me extiende una memoria USB con un TP plasmado—.

— ¿Qué es esto? —pregunto confundido—.

— Es un virus que cree para espirar —comenta y yo quedo confundido— simple, conectas este virus al teléfono por un minuto y este se incorporará en el teléfono, lo que ayudará a estirar a todas las cuentas y mensajes que tiene en el teléfono sin necesidad de las claves —quedó sorprendido y él sonríe— Sin contar que a pesar de que graba las llamadas del teléfono también actúa como un micrófono, por ende si hablas cerca del teléfono podrás escucharlo sin ningún problema. Ahora ya sabes que hacer...

— ... Guau excelente invento —comentó mientras conecto el virus al teléfono de Daniela—.

Ella es mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora