Capítulo 5

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-Sabes que no me atrevo a más contigo... no juego con fuego Sug

-Lo sé, Jimin, tienes miedo...sabes que puedes perfectamente ser mi chico...pasivo... tienes miedo de que te guste...-dice Suga apretando más su agarre, a lo que Jimin suelta una carajada

-¿Miedo yo?, debes creer que tienes el control...mira aquí- dice Jimin y señala las manos de Suga, que se encontraban en su trasero- Esto no te da control, pero yo sí puedo hacerte mi pasivo fácilmente 
Suga ríe a carcajadas.

Al oír estas palabras y ver su posición, que no era exactamente la más inocente, causó que se cayera mi cuaderno de deberes, el cual traía lleno de dudas para que Suga me explicara...... no sé qué fue más vergonzoso, que ambos me vieran parada allí espiando como una pervertida o encontrarlos haciendo eso, de todos modos, luego de eso, mi vida se volvió esto.

Fin-(Jimin y Suga)

-Tienes una boca sucia (TN), voy a tener que hablar con mamá- dice refiriéndose obviamente a mi madre, desde que llegaron y la conocieron, no paran de decirle mamá esto mamá aquello como si la conocieran de toda la vida. Yo aún no puedo decirle papá a Joshua, pero para estos desgraciados, es tan fácil.

-Eres un hijo de puta Jimin! Te dije que no me gusta que me obligues a ver esto- digo intentando zafar mis manos.

-Te dije que quería algo más para cenar y me dijiste que muriera de hambre, entonces tienes que pagármela por diez nena, tú lo empezaste.

-Te dije que no me llamaras así!!! ¡Soy tu hermana no tu puta!! -grito para ver si mi voz atraía a alguien, a quien sea, al jardinero, al chofer, a alguna sirvienta, si ellos vinieran Jimin se asustaría y me soltaría como ha pasado en varias ocasiones ....Pero mi ganas de gritar y esperanzas, se esfumaron cuando recordé que todos se habían ido.

-Sí, puedes gritar lo que quieras, pero para que lo sepas, incluso Natasha se fue- se refiere a la sirvienta de la casa, una chica joven que me ha dejado más que claro, que tiene mucha envidia de mi posición, la he oído hablar muy mal a mis espaldas con las demás sirvientas, cree que no tengo sangre de ser alguien con dinero. Pues tengo que explicar, que no soy ostentosa, no me maquillo o voy de compras, al no ser que me obliguen de muerte. Para mi ser millonaria, no es más que el arte de comprarte todas las golosinas que quieras. Sin cambiar de tema, ha dicho muchas cosas que ni yo sabía de mí, es la sirvienta personal de Jimin, está totalmente enamorada de él, pero Jimin solo se divierte con ella, en el sentido que nunca la ha correspondido, ni siquiera ha tenido sexo con ella, solo juegos de seducción estúpidos.

-Jimin-digo agitada mientras lo observo.... e intento calmarme-Resolvamos esto como personas civilizadas que somos.

Suelta una carcajada

-Si como digas, pero será a mi modo ¿Piensas que no sé qué lo dices para que te suelte? - Obvio que es para eso, se llama Negociar, le respondo por dentro.
Suga entra sudado, y con una botella de agua en la boca

¡Joder es Suga!, seguramente viene de correr, estos hermanos son de los que hacen ejercicios a las seis antes de irse a la universidad, no estoy bromeando, a veces me obligan a levantarme. Le llenan la cabeza de cosas a mi mamá, para que crea que es por mi bien estar y salud, es cierto que correr ayuda mucho, pero sus intenciones son diferentes ¡lo hacen para torturarme!, saben que no aguanto corriendo ni dos calles.

-Oh!, ¿mi pequeña pervertida está atada tan temprano? - dice Suga y mi enojo aumenta más, es un hijo de puta, lo bautizo como el mayor hijo de puta sobre la faz de la tierra

-Sugaaa-digo con un tono amenazativo que solo lo hace reír

-¿Puedes creerlo? me dijo que muriera de hambre - susurra Jimin fingiendo estar dolido.

-No puedo creerlo, nuestra pequeña está creciendo tan rápido- dice Suga con un tono tierno en la voz, ¡Idiota!

Se acerca, y como es de esperarse, se pone frente a mí, sin poder reaccionar a tiempo, y como de costumbre, su exagerado y fuerte beso en los labios me enfurece más. No malinterpreten, yo no me dejo, incluso recuerdo una vez haberle apartado el rostro de forma tan brusca, que se sintió como una mismísima bofetada. No puedo acostumbrarme, no importa cuántas veces lo haya hecho. Para ellos, ese saludo es normal.

¿MIS HERMANOS SON GAYS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora