III

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—Pensé que el nombre de Trueno era alguna webeada que hiciste cuando niño.

—¿Qué? No boluda, ya verás —dijo con seguridad, sonriendo de lado— Soy muy bueno en lo que hago.

Mirando su expresión, me estaba esperando cualquier cosa y sentía que ninguna lograba adivinar lo que iba a pasar.

Lo observé, observé su ropa, observé su raya en la ceja y me imaginé que era un ladrón bastante rápido que desalojaba las casas, así estilo Flash.

¿Pero él sería tan idiota para llevar a una desconocida a robar?

—¿De casualidad no eres un ladrón muy, muy bueno? —pregunté con cautela, poniendo un pie hacia la cocina donde estaba la colección de cuchillos. Con suerte no podría atraparme si daba un salto.

Él me miró con cara de "¿Es joda, maldita loca?" y siguió mi mirada hacia los cuchillos, comprensión iluminó su rostro cuando averiguó qué estaba pensando que era. Soltó la carcajada más ruidosa que existía en el planeta, con la boca abierta más de lo normal y dando aplausos.

—¿POR QUÉ SOS TAN PELOTUDA? —ni siquiera se entendía qué quería decir porque todavía se estaba ahogando de la risa el muy perro.

Rodé los ojos, agarré el cojín del sofá y se lo lancé a la cara.

—Me caías bien hace cinco minutos, eh.

—Mentirosa. Pon alguna serie, apenas son las 4:00 y toca estar a las 7:00 y no me pienso ir.

—Mande, patrón —respondí burlona sentándome a su lado, poniendo los pies sobre la mesita frente al sofá.

Después de dos horas viendo Acapulco Shore ya estábamos listos para perrear. Le dije que me esperara en la sala mientras me iba a tomar un baño, me miré al espejo y mis rulos castaños estaban desordenados en el moño alto que me había hecho en la mañana, me veía más brillante hoy, había un brillo que no estaba cuando me había mudado y sonreí hacia mis ojos almendra. La imagen no estaba tan mal.

Cuando terminé de bañarme me vestí con un pantalón talle alto color beige, un crop top negro de tirantes y un suéter holgado del mismo color del pantalón, con mis vans negras que eran mis viejas confiables. Me solté el pelo y dejé que mi melena cayera libre sobre mis hombros y espalda.

Sólo maquille mis cejas y delineé mis ojos, algo me decía que iba a sudar y no quería tener un pegoste de polvo en mi cara. Estuve lista 5 minutos después, satisfecha con mi reflejo. Cuánto había cambiado en sólo unos meses, en el pasado no hubiera podido decir que estaba bien, siempre había un error, algo que cambiar. Pero ya no.

Boom nenas.

Espero que no me lleve a ningún lugar elegante, sino el outfit está re jodido.

—Brother, ¿no es un lugar elegante, cierto? —pregunto alzando la voz a través de la puerta cerrada.

—¡Street style, mami! —gritó desde el otro lado haciéndome sonreír.

Abrí la puerta y salí a la sala, lista con mi bolsito y mi teléfono para las fotos.

Instagramer who?

Mateo dio un silbido y me abrazó.

—Ya no pareces mi mamá —celebró alzándome. Le golpeé la nuca— Auch, bueno vamos rápido, ya casi es hora de la presentación.

¿Presentación? Fruncí el seño y lo seguí hasta el carro. Supongo que iríamos a un concierto.

Me preguntaba qué artista iba a presentarse.

Tan jodida | Replik [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora