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El general Min suspiró con un gesto enamorado cuando a su cabeza llegó el recuerdo de Jimin diciéndole que quería un nido. No importaba si en frente de él estuviese Jung explicando próximas estrategias o si su mejor amigo lo mirara con evidente burla. Su mente estaba dentro de una nube de fantasía, sintiéndose orgulloso de que el omega lo viera como un potencial alfa para sus futuros hijos.


—General Min, ¿cuál es la situación? —un hombre fornido lo miraba desde el otro extremo de la mesa, fumando como la mayoría de los presentes y con una mirada verdaderamente angustiada.

—Seguimos avanzando hacia el norte—Min respondió adquiriendo un porte sereno para transmitir la seguridad que todos necesitaban, pero sin perder ni una pizca de autoridad en su semblante—. La división veintitrés debe de estar entrando a territorio enemigo pasado mañana.

—¿Pasado mañana? —Jin-young se levantó lentamente de la silla en donde estaba y extendió un mapa a lo largo de la mesa, llamando la atención del resto del comité de guerra—. Es demasiado tiempo, en mi opinión, deberíamos aprovechar el estado de tranquilidad en el que estamos para atacar en las próximas horas.

—No—el general se levantó de igual  forma y caminó para poder señalar el mapa expuesto—. En este punto tuvimos contacto con el enemigo—reafirmó con la voz un poco más grave, pero sin llegar a alterarse—. Y están armados, esta falsa calma es una trampa.

—¿Trampa? ¿Se está escuchando general Min? ¡El enemigo está deshecho! Necesitamos dar el golpe final para acabar con tantas muertes sin sentido.

—Precisamente porque no quiero perder más hombres sin alguna buena razón es que estoy decidiendo esto, ¿está dudando de mi autoridad? —Yoongi se dio la vuelta para regresar a su lugar y señaló a SeokJin quien asintió cuando sus miradas se cruzaron—. Pero, para su seguridad, el coronel Kim nos pondrá a tanto del plan de reconocimiento que se llevó a cabo cuando usted estaba muy ocupado acosando omegas.


Su amigo cruzó los dedos de ambas manos y comenzó a explicar al resto de individuos sobre lo que había acontecido la noche anterior. El hombre escuchaba en silencio, pero sus puños fuertemente apretados y su quijada tensa eran indicios de la furia que sentía en su interior. Aun así, se mantuvo escuchando y mirando de reojo al General.


Pronto Seokjin ilustró con datos y detalles sobre lo que su equipo había descubierto: un campo minado alrededor de la siguiente ciudad a tomar y cañones camuflados en las esquinas de los principales edificios, así como francotiradores en puntos estratégicos que, apenas sospecharan algo, atacarían a sangre fría defendiendo su territorio.


—Si logramos someter esta ciudad ganaremos la guerra—sentenció el capitán Kim Taehyung que se encontraba en una esquina de la habitación y le dio un largo sorbo al café que tenía en manos—. Según informantes el siguiente punto está repleto de ancianos y desvalidos que no pudieron evacuar a los pueblos cercanos, pero sus mercados están llenos.

—¿Hay resistencia de su parte? —cuestionó Yoongi imaginándose el orgullo de un pueblo que se negaba a aceptar la derrota de su mal gobierno para salvaguardar su historia y, aunque le pareciera honorable por parte de ellos, le preocupaba tener que atacar a personas en obvia desventaja.

— Estoy seguro de que se rendirán de inmediato si logramos avanzar—reafirmó Kim entendiendo la angustia de su general al mando y suavizó la voz para el resto en la habitación gris—. Después de esto habremos tomado la mayor parte del territorio, oponer resistencia sería la muerte.

Muéstrame la pancita [Yoonmin- Omegaverse].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora