𝗚𝗔𝗡𝗚 𝗟𝗢𝗩𝗘

15: Tristeza y Amor

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Dos semanas después, Verónica se encontraba en el hotel en donde Nick la había citado pues renunciaría a los Ghoulies, a su trabajo y a él.

— Ronnie, vamos. —Nick intentó hablar seductoramente mientras colocaba su mano sobre el muslo de Verónica.

— Ya te dije que no, Nick. Estoy con Archie. —Ronnie habló con acero detrás de sus palabras y quitó la mano de Nick de su pierna.

— ¿La Serpiente? —Nick soltó carcajada. — Es un imbécil.

— Quizás pero lo quiero, lo amo y eso es lo único que tienes que saber. —Ronnie escupió.

— De acuerdo, entonces un brindis por tu libertad. —Nick habló mientras le entregaba un vaso a Verónica.

Verónica se quedó mirando el vaso unos instantes. 

Ella no podía dejar de pensar en Betty y lo que pasó entre ellas. 

— ¿Ronnie? ¿Estás bien? —preguntó Nick misteriosamente preocupado.

— Mmm, sí. Solo estoy pensando que debería ir a ver a Betty. —Ronnie habló distraídamente.

— Sabemos que entre tú y Betty las cosas están mal, ella no te perdonará. —aseguró Nick. — Así que solo olvídate de ella y de todos por un segundo.

— Tienes razón. —la pelinegra asintió y se empinó la botella de Vodka.

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Archie sacó su celular del bolsillo y respondió de inmediato al ver el destello del nombre de Verónica en la pantalla.

— ¿Ronnie? ¿Todo bien? —preguntó Archie. 

Sus cejas se juntaron cuando escuchó a quién sabía que era Nick tratando de convencer a Verónica para que se quedara en su habitación de hotel. 

Antes de que pudiera enojarse lo suficiente como para colgar, escuchó a Verónica tratando de decir que no. 

Los ojos de Archie se agrandaron al darse cuenta de que algo no sonaba del todo bien con la voz de la chica. 

Antes de que pudiera pensar en nada más, se encontró a sí mismo agarrando su chaqueta y las llaves del tráiler.

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Ronnie sabía que algo no estaba bien. 

Se sentía agotada y sus brazos y piernas no cooperaban con lo que estaba tratando de hacer. 

Estaba luchando contra el sueño tan fuerte como pudo al ver a Nick maniobrarla sobre su cama.

— No. —Verónica se esforzó por decir.

— ¿Qué fue eso, baby Ronnie? No puedo escucharte. —Nick dijo con una sonrisa mientras comenzaba a quitarse la camisa.

— Dije… No. —Verónica dijo mientras intentaba incorporarse y levantarse de la cama. 

Todo lo que logró fue casi caer al suelo.

— Oops. ¿No querras caerte y lastimarte, o sí? —Nick preguntó mientras él la levantaba fácilmente sobre la cama.

— No, por favor no. —Verónica lloró mientras seguía tratando de hacer que sus extremidades respondieran mientras luchaba por no dormir. 

Ella estaba perdiendo la batalla.

— Porque siempre te he deseado, Ronnie. Pero siempre tenías a la zorra de Betty protegiéndote pero ella... No astá, así que puedo tener esto. —sus manos le tocaron los pechos y los apretaron. — Y es mejor que no cooperes, me excito cuando oigo gritos y suelto golpes.