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Él lo veía de lo más normal del mundo. Sentados en el sillón, ambos, con un plato a rebozar de palomitas recién hechas, entre ellos.

La película bastante buena. Una obra de Stephen King adaptada a un filme cinematográfico.
No era como un tiempo romántico pues, más que nada, era Goku quien pegaba leves saltos y desviaba la mirada en presencia de tanta sangre...

- Uhm... U-un humano normal no tiene tanto rojo... ¿Sabes? -murmuró mientras hacia el intento de regresar la mirada al televisor.

Vegeta, por su parte, se llevó un par de palomitas a la boca encogiéndose de hombros y restándole importancia-. Eso hace a la película bastante buena...

El pelipalmera estuvo callado por unos minutos mientras la película estaba en su auge, en la mejor parte.

Aunque continuó sin interrupciones la película (y podría decirse que su estómago resiste más que ver apuñaladas y eso), le extrañó el repentino silencio por parte del contrario, así que apartó la mirada de la pantalla y al mirarlo, Goku al mismo tiempo conectaba su mirada con él.

Iba a hablar pero se vio interrumpido-. Entonces quien te guste, ¿Debe disfrutar de esto igual?...

El peli-negro parpadeó un par de veces antes de sonreír con gracia sin comprender el comentario-. ¿A qué viene la persona que me gusta?

Carraspeó un poco la garganta y bajó un poco la mirada un poco apenado.

- Bueno... Es que... E-es que parece extraño que un chico como tú no haya conseguido pareja... -rió a un menor volumen, esperando que el otro le continuara la corriente. Así que elevó un poco la mirada y Vegeta se había sentado como anteriormente estaba, observando al frente pero no la televisión.

Ouji suspiró y lo pensó por unos minutos antes de dar una vaga respuesta-. No sé... Creo que no hay alguien que tenga lo que me llame la atención o algo por el estilo.

Y vio su oportunidad... Creo que debió empezar así desde un inicio.
- ¿Y que sería ese algo? -dijo algo atropellado pero parece que para Ouji pasó desapercibida.

- Tal vez... -paseó la mirada por el lugar hasta que su mirada se encontró con la fotografía del menor, tan radiante... E igual sonrió levemente-. Que sea él mismo... Digo, no cualquiera puede estar con quién le gusta sin fingir ser otra persona, ¿sabes?...

Sí, fue una indirecta muy directa, pero cuando iba a continuar, los gritos desgarradores de la película sobresaltaron a ambos por igual.

Hasta allí quedó la plática.

Dreams! |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora