Enamorada del profesor
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Entre broma y broma, la verdad asoma
.— in… Ri… Rin…
Fruncí levemente el ceño. Poco a poco, la consciencia tornaba a mí al igual que la dulce sensación de unas suaves caricias en mi cabello, jugueteando con mis mechones. Me revolví, moviendo con sutilidad mi cabeza, apoyada en algo cómodo y mullido.
— Rin…
Esa voz continuaba llamándome y mi sentido de la audición se espabiló por completo, reconociendo la dulce voz de mamá. Sin embargo, no quería moverme para nada ni tampoco que esas caricias cesaran. Me sentía completamente relajada, como si flotara en una nube y no quería bajar de ella. Deseaba estar así durante un rato más.
— … Rinny. —Insistió y yo bufé, encogiéndome.
— Cinco… minutos más, mamá… —Murmuré, notando mi voz ronca y mi boca algo empalagosa.
Escuché su pequeña risa, lo que relajó un poco mi cuerpo.
— Vale, los estoy calculando. —Advirtió con cierto tono divertido y no sé si mis labios me hicieron caso o no, pero sonreí un poco, acomodándome de nuevo.
Aquella había sido la primera vez en muchos días que había dormido tanto y tan bien, pese a que sentía mis ojos algo hinchados e irritados por la llorera.
— ¡Ya estoy en cas…! —La excéntrica voz de tía Luka entró como un torbellino al salón de sorpresa, lo que me hizo sobresaltar un poco por la sorpresa, cosa que enseguida notó mamá, quién me reconfortó de inmediato, pasando sus caricias de mi cabello a mi rostro.
— ¡Sht, Luka! —La riñó con un tono de voz baja—. Tengo a dos bebés y un gatito durmiendo, me los vas a despertar.
— ¡Ah, lo siento! —Bajó su voz y aunque no podía verla, con ese alegre tono podía imaginar la gran sonrisa que tenía en su rostro—. Dios mío, Lily, no te puedes creer lo que me ha pasado hoy. Verás…
Y mientras tía Luka comenzó a hablar, mis ojos parpadearon y, con algo de esfuerzo, los fui abrieron, tomando una profunda calada de aire. Saqué mi mano de bajo la manta que me cubría y los froté, parpadeando varias veces seguidas para acostumbrarme a la luz, comenzando a orientarme.
Estaba sobre uno de los muslos de mamá, quién estaba sentada en el centro del sofá, usando la mesa como reposa pies. Al otro lado, estaba papá, ocupando todo el asiento largo del sofá, con Hayato sobre su estómago, durmiendo profundamente bajo esa manta lila que, supuse, le había puesto mamá en algún momento. Durante unos segundos, me sentí algo confundida al no entender cómo había acabado de los brazos de papá, a las piernas de mamá. Aunque no me molestaba. De hecho, estaba muy cómoda.
Mis párpados pesaban y estaba por volver a cerrarlos y envolverme en otro sueño más cuando sentí una figura acercarse a mí con cierta cautela. Sonreí un poco, lo que pareció darle seguridad a Momo para acercarse más.
— … y entonces Meiko me dijo que conocía un buen bar para hacer la fiesta de cumpleaños y…
— Espera, Luka. Ey, Momo, ves a molestar a Leon que Rin está… —Pero mi madre se interrumpió a sí misma cuando me vio con los ojos abiertos y estirando mi mano hacia la perra, acariciando su suave cabeza cuando se acercó lo suficiente—. Ah, pero si estás despierta, mi pequeña ratilla. —Bromeó mi madre, pellizcándome suavemente mi nariz y yo amplié mi sonrisa, asintiendo mientras volteaba mi mirada hacia ella.
Mamá me observaba con diversión y cariño en esos ojos casi verdosos. Su sonrisa era ladeada y arrugaba su respingona nariz, tan parecida a la mía.
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Enamorada del profesor | RiLen
Fanfiction| Hiatus indefinido | Quien me diría a mi, Rin Kagamine de casi 18 años e hija insectofóbica de un exterminador, que lidiaría con tantísimos problemas. Que sería la novia de mentira de mi mejor amigo, Mikuo, enamorado de su prima Miku, que también e...