| Luka |

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Enamorada del profesor

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Duele más no poder matar los demonios de la persona que quieres

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— ¡Escóndete, Len! —Exclamé inquietada, empujando a mi amigo dentro de mi habitación.

— ¿Pero enserio es necesario esto? —Preguntó, adentrándose casi a tropezones antes de voltearse hacia mí—. Sería de mala educación que no saludara a tu hermana y a tu cuñado.

— ¡Ya habrá tiempo para eso, tonto! Ahora no hagas ruido. Entraré con Rinny. Seguro que se llevará una gran sorpresa. —Amplié mi sonrisa y Len suspiró, esbozando también una bonita curva.

— Está bien.

Deslicé la puerta, cerrándola antes de aplaudir emocionada y correr hacia la entrada de casa.

Lily, Leon y mi pequeña sobrina solían venir por costumbre a visitarnos dos fines de semana al mes, sin embargo y debido al gran acúmulo de trabajo que tuvieron mi hermana y mi cuñado en primavera, se ausentaron durante dos meses y medio que, por desgracia, pasaron muy lentos. Pero ahora, saber que volvían para quedarse durante toda la semana festiva, habían hecho que el tiempo de espera hubiera valido la pena.

— ¡Luka! —Oí la voz de mamá y aceleré el paso, llegando a la entrada de casa. Amplié mi sonrisa al verla a ella cargando en brazos a una Rinny que, aunque algo adormilada, sostenía su inseparable peluche de conejo blanco y esbozaba una sonrisa de oreja a oreja entre sus sonrosadas mejillas. Detrás de ambas, Lily y León hablaban animadamente con papá—. ¡Mira quién ha vuelto!

— ¡Rinny! —Exclamé, estirando mis brazos para cogerla cuando ella también estiró los suyos, envolviéndome el cuello y aferrándose a mí con fuerza. Entrecerré los ojos y froté sutilmente su espalda, besando su mejilla, feliz al tenerla de nuevo entre mis brazos después de tanto tiempo—. Te he añorado muchísimo. —Hablé con más suavidad, notando cómo se agarraba con más fuerza y su cabello recogido en dos moños cosquilleaban mi piel.

— No sé qué significa esa palabra, pero yo también. —Solté una pequeña risa, acariciando su espalda al oír su vocecilla perezosa.

— Tengo una gran sorpresa para ti en mi habitación. —Canturreé consiguiendo que levantara la cabeza para mirarme. Sus grandes ojos azules me observaron con curiosidad bajo sus cejas arqueadas.

— ¿De verdad? —Cuestionó, espabilándose.

— Sí. —Amplié mi sonrisa, desviando la mirada hacia mi hermana y mi cuñado, que nos observaban con cariño—. Pero primero tengo que saludar.

Después de abrazar con fuerza e intercambiar algunas palabras con Lily y León y de que mis padres atacaran de nuevo las mejillas de Rin, nos escabullimos hacia mi habitación. Bajé a Rin al suelo y ella se frotó uno de sus ojos, bostezando antes de mirar la puerta.

— ¿Puedo abrir? —Preguntó, regalándome una de sus sonrisas más dulces que me ablandaron el corazón.

— Claro que sí. —Respondí ilusionada tomando su peluche y mordiéndome el labio inferior con ansias al observarla ponerse de puntillas para alcanzar la hendidura y deslizarla.

En el centro de mi habitación, sentado con una sonrisa de oreja, esperaba Len, quién le sonrió. Bajé la mirada hacia mi sobrina, inclinándome un poco para ver lo boquiabierta que se había quedado, aun sosteniendo la puerta. Ella alzó sus ojos hacia mí, todavía con la boca abierta y le señaló, incapaz de hablar.

Enamorada del profesor | RiLenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora