| Carrusel |

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Enamorada del profesor

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Cuando alguien te gusta, sabes que tu nombre está a salvo entre sus labios
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El sol se había ido del cielo, dejando el recuerdo efímero de las ensombrecidas nubes que avanzaban con lentitud, como si no tuvieran prisa alguna de irse. Y desde el frío césped que habíamos cambiado por la heladería, observé cómo se burlaban desde lo alto antes de fruncir el ceño y bajar mis ojos hacia la botella de agua pequeña que sujetaba entre mis manos. Mi cabeza palpitaba, apenas podía siquiera mantener un mínimo orden en todo el caos en el que estaba sucumbido.

¿Por qué tuve que darme cuenta precisamente ese día y por qué tuvo que ser él?

Fruncí más el ceño, apretando con fuerza la botella en mis manos con rabia, la cual enseguida vi borrosa por las lágrimas que empezaron a acumulárseme en los ojos. Y es que ya no sabía qué hacer, hacia dónde ir, qué hacer, cómo enfrentarme a todo, ni siquiera sabía cómo diablos sentirme. Estaba perdida, completamente perdida.

— Rin. —Me sobresalté un poco cuando una mano se posó sobre mi hombro y enseguida alcé la mirada, encontrándome con una preocupada Miki observándome, junto a Kaito y Rinto.

¿Y por qué tuve que arrastrar conmigo a mis amigos?

Angustiada, bajé la mirada, encogiéndome.

— ... Lo siento. —Mascullé, luchando por no romperme a llorar—. No... no dejo de pensar que soy horrible. —Me sinceré, arrugando más el ceño con impotencia y rabia.

— ¿Por qué? —Cuestionó Kaito, y supe por su voz que estaba molesto—. Rin, tú no has hecho nada mal...

— ¡Sí lo he hecho, pero vosotros no lo entendéis! —Le interrumpí en ese momento, alzando mis ojos hacia él con pesar. Kaito fruncía el ceño, pero su mirada no dejaba de irradiar aquella preocupación que me hacía sentir culpable—. ¿Cómo voy a mirarle a la cara ahora a tía Luka? —Pregunté con dolor—. Ella ha estado enamorada de sensei durante mucho tiempo, reunió el valor suficiente para confesarse y fue rechazada por él. Está destrozada. Y a-ahora, resulta que su sobrina siente algo por... —tuve que parar durante unos segundos para respirar hondo y tragar saliva, con un nudo en mi garganta— la persona de la que está enamorada, la misma que le ha roto el corazón. —Mi voz se quebró en ese instante y me obligué a callar, mordiendo mi mejilla por dentro al notar el picor en mi nariz.

Ninguno pronunció nada durante lo que parecieron eternidades. Todo se había vuelto un desastre, un completo desastre. La diferencia de edad quedaba en segundo plano, no era lo que de verdad me preocupaba, me daba igual. Lo que me estaba atormentando era el daño que le causaría a tía Luka.

— ¿Y qué? No tienes la culpa de esas mierdas, Rin, ¿eres idiota? —Miki habló primero, con dureza, casi escupiendo las palabras que me dejaron algo aturdida—. Es imposible decirle a tu corazón y a tu mente qué sentir cuando ni siquiera se aclaran entre los dos. Ni tú ni tampoco sensei. Si él no ha correspondido a Megurine sensei es porque, sencillamente, no le gusta y tampoco tiene la completa culpa de haber roto el corazón a tu tía. ¿Qué tenía que haber hecho? ¿Activar el interruptor de "me gusta" en su corazón y aceptar? No es tan fácil. Y creo que, si no ha sentido algo por Megurine sensei después de tanto tiempo juntos, dudo mucho que lo haga ahora de la noche a la mañana.

Miki no vaciló en ningún momento, había tanta seguridad en cada una de sus palabras que me atravesaron hasta lo más profundo. Sin embargo...

— Pero sigue siendo mi tía. —Casi susurré, juntando mis cejas—. Y la quiero. A-además, ¿y si realmente no me gusta sensei? ¿Y si esto es solo una estúpida fase? ¿Un capricho absurdo? —Desvarié.

Enamorada del profesor | RiLenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora