21.- Prueba.

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Pasé la noche en mi antigua casa. En la mañana me puse a la puerta por última vez, vistiendo de la misma forma del día anterior. Miré a mi alrededor despidiendome de todo rastro de Jonathan, pues partir de ahora, Irina, estaría al frente.

Antes de salir, me dispuse a sacar un poco de dinero, así que transforme en Lizbeth. El cambió fue difícil, puesto que me mareé, perdí las fuerzas y sentí un inmenso dolor tanto en la espalda como en mi brazo.
Solté las bolsas para mirar mi brazo que ardía, dándome cuenta de la enorme herida que dejó el cuchillo en el cuerpo de Irina.

Al principio creí que me había curado por alguna habilidad del anillo, pero es lo mismo que sucedió con aquella mujer.

-Parece ser que el anillo lleva las heridas que comprometan mi salud hacia otro cuerpo, mientras que en los otros cuerpos tengo libre albedrío sobre esa habilidad. Es como si el anillo hubiese marcado el cuerpo de Irina como el principal-pensé entre tanto dolor, llegando al sillón-. Lo siento Liz, pronto te libraré de esto, de alguna forma-susurré al regresar a Irina, luego de recobrar el aliento.

Volver a ser Irina me costó trabajo, con tanto dolor es difícil pensar pensar con claridad para darle órdenes al anillo.

Por desgracia olvidé tomar las maletas y ahora debía hacer algo con ellas sin volver a ser Liz. Finalmente decidí ponerlas bajo la cama tras tomar parte del dinero, pero eso me costó unos minutos, que sabría molestarían a Andy.

Entre corriendo al lobby, por suerte él estaba ahí, esperando. Cuando me acerqué a saludarlo sin bajar la velocidad, sentí una descarga en todo mi cuerpo que me dejó inmóvil y en el suelo, donde todo se apagó.

Al abrir los ojos, me dí cuenta de que estaba en una de las salas de exposiciones. Estaba sentado a la orilla de la mesa, y del otro lado, el muchacho alto que llegó con Andy, ayer.

-¿Qué pasó?-pregunté.

-Te desmayaste-respondió el chico luego de una ligera risa-, jamás creí ver a alguien desmayado por una descarga en el glúteo.

-¿Descarga?, ¿A qué te refieres?.

-Fuiste impactada por un inmovilizador eléctrico de uno de los guardias. Parece ser que el jefe olvidó decirles que la psicópata acosadora, ahora es una invitada.

-¿Cómo pudo olvidar algo así?-susurré.

-No, ¿Cómo pudiste tú, causar...- La alarma de su celular lo interrumpió- Oh, vaya, te quedan treinta minutos para entregar tu exámen.

-¿Qué exámen?.

-El que tienes frente a tí. No me digas que no sabías a que venías hoy.

-No exactamente, pero no creo que así se haga una prueba.

-Oye, no fui yo quien decidió desmayarse antes de un exámen. Además, al jefe no le gustan los retrasos, por eso el exámen comenzó en tiempo y forma. Nosotros no sabíamos que dormirías dos horas y media.

-Pues que esperaban si usan un arma contra mí.

- Las mujeres son muy delicadas. No deberías molestarte por algo que finalmente ha sido tu culpa.

-No... Después de tanto, comienzo a entender algunas cosas.

-Exelente-terminó el chico con una sonrisa maliciosa.

Miré el exámen. Con la primera pregunta me dí cuenta de que era el que yo cree hace algún tiempo cuando comenzamos a buscar quién nos sustituyera. Un exámen de cien preguntas de opción múltiple en tres horas que jugaba con los aspirantes. Opciones confusas y muy similares, preguntas trampa. La deducción y lógica que forma parte de un exámen de opción múltiple, aquí era jugaba en contra, incluso las respuestas tenían un patrón en la hoja de respuestas que te hacía dudar lo que contestabas. Cada opción en cada pregunta era correcta, desde cierto punto de vista. Por eso debía leerse cada pregunta con mucho detenimiento para saber cómo quería la respuesta, aunque eso no era muy sencillo, pues cada inciso ocupa muchos tecnisismos, exigiendo una alta familiarización con los temas.

Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora