Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).

9.- Escuela.

La escuela no era muy grande, pero había muchos jóvenes caminando en todas direcciones. Algunos eran morenos muy , otros muy güeros, había una gran variedad de altura y complexión, pero la mayoría era de tez clara con rasgos finos.

Me encontraba inmóvil ante el descubrimiento de que lo mucho que han cambiado las escuelas.

Hace dos semanas.

—Fer, ¿Puedes pasarme la hoja que está debajo de ese sobre?—pregunté señalando la mesa de mi oficina.

—Claro.

Fer me entregó la hoja con la mano derecha mientras que en la izquierda sostenía el sobre.

Mientras yo trabaja, Fer abrió el paquete.

—Señor, ¿Por qué no me había dicho de esto?.

—¿Tenía que hacerlo?.

—Pues claro, tenemos que preparar...—Fer se detuvo al verme inexpresivo—No piensa ir, ¿Verdad?.

—No—respondí sin apartar la vista del escritorio.

—¿Es en serio?, Ahí es donde se encuentran las chicas mas hermosas del país.

—¡Que maravilla!—respondí con sarcasmo.

—Hablo en serio señor, no solo las mujeres son hermosas, también sus playas y su arquitectura, es un lugar con un gran valor cultural y de gran nivel educativo. Además, la zona de el evento tiene un maravilloso clima—añadió el muchacho con mucha energía.

—Parece que sabes mucho sobre el tema.

—Así es. Llevo un rato viendo lugares donde vacacionar.

—Basta... Las personas como nosotros no tenemos tiempo para algo así.

—Se equivoca. Todos tienen derecho a un poco de tiempo libre.

—¿Te interesa demasiado?.

—Así es. Ya sea solo un día o dos, valdrá la pena.

—Entonces paga el precio...

—No... No lo entiendo... Señor.

—Como la cabeza de una gran organización, debes entender que en cada decisión que tomas, hay muchas cosas en juego. Si de verdad quieres ir, tendrás que organizarlo todo, de forma que podamos recuperar el tiempo.

—Si...

Presente

—¿De esto hablabas, joven Fer?. Las cosas han cambiado demasiado desde la última vez—pensé

Estuve caminando por los terrenos de la escuela viendo cómo cambiaba el entorno con la luz del sol hasta que una señora tocó mi hombro.

—¿Por qué no está en su salón?.

—Mmmm, no lo sé.

—¿Cómo que no lo sabes?.