La oscuridad de la noche había cubierto en su totalidad el Santuario, Camus recién despertaba después de una larga siesta soñando con muchas de sus fantasías sexuales siendo aplicadas en el escorpión. Se sentó en su cama y abrió por completo los ojos para que se acostumbraran a la negrura del ambiente, de manera inmediata su pensamiento se dirigió hacia cierto chico que tenía dentro de su casa muy escondidito, talló un poco sus párpados para luego levantarse completamente, se estiró y regañó por haber dormido tanto, aunque estuviera herido no era la suficiente excusa como para "invernar en el colchón".
Cambió su ropa y fue a la cocina, preparó dos cocteles franceses junto a dos vasos con jugo de naranja. Limpió sus manos y después se dirigió hasta el octavo templo por una muda de ropa, pero cuando iba a salir de capricornio, casualmente encontró a Mü:
–Hola Camus, ¿Ya estás mejor? –inquirió, sonriendo.
–Si... –suspiró– estoy mejor, gracias.
–Y bueno... ¿A dónde ibas?
–Uh, yo... –Se sonrojó– P-Pues yo iba a...
–¿Ibas a buscar a Milo?, el Patriarca te ordenó que no –Cruzó los brazos.
–Lo sé, pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada.
–Déjanos eso a nosotros –sonrió–. Buscamos en todo el pueblo, pero no encontramos a Milo.
–¿Ves? Por eso quiero ayudarles...
–Ya todos están buscando, hasta Death Mask, e incluso el Patriarca.
–¡Ja! Me gustaría que supieras la verdadera razón por la cuál todos lo buscan...
–¿Verdadera razón? –Bajó los brazos.
–Si, verás: Alde lo busca porque Milo es el único que acepta ser juez de su sazón; Saga porque solo él es capaz de lograr que Kanon deje de hacer travesuras y así mismo, la razón de Kanon es que únicamente Milo sabe jugar bien los videojuegos; Death Mask lo quiere debido a que sólo él sabe dónde conseguir un buen vino. Aioria lo busca porque no entrena con otro que no sea su hermano o él. Shaka desea que Milo regrese porque le ayuda a muchas cosas e incluso se pone a meditar con él; para el maestro Dohko, Milo es el único que le permite realizarse masajes; Aioros lo busca porque es el amigo de su hermano y si no lo encuentra, llorará. Shura quiere dar con él porque Milo es al único que le interesan sus clases de español; según Afrodita, Milo es un buen jardinero, además del único que le dice cómo se ve en verdad. Y finalmente, el Patriarca lo busca porque si Milo se muere o pierde por alguna estupidez y Atenea se entera, le regañarán un mes sin parar.
–Vaya... –miró con curiosidad a Acuario– No sabía que Milo podía hacer todas esas cosas... ¿Y tú cómo es que conoces todo eso?
–«Lo tengo bien vigilado» –Pensó– Algunos me lo dijeron y a otros los escuché –respondió simplemente.
–Comprendo... –dijo aún lleno de dudas– Debo irme, disculpa, Camus.
–Si, nos vemos.
Mü se adentró en capricornio, perdiéndose en el templo. Por otro lado, Camus casi se carcajea al ver la cara con la que el Aries se fue, pero también se regañó nuevamente por haber dicho demasiado, otro poco y se delata.
El galo se dirigió a hacer lo que debía, bajó a escorpio, tomó la muda de ropa y regresó a su templo. Al llegar, colocó ambos cocteles y jugos en una charola para llevarlos hasta Milo, llevando las prendas con él. Fue a su habitación para abrir el túnel, caminó hasta llegar al cuarto, o mejor dicho, hasta llegar al "nido de amor". Cuando entró, el escorpión ya estaba despierto.
–Hola, Milo.
–¿Camus?¿Por... Por qué estoy aquí?
–Yo te traje, amor –sonrió tímidamente, sonrojándose.
–¿Amor...? –susurró confundido– Estás jugando, ¿cierto?
–No.
–Vamos, Camus, ya suéltame, tenemos que ir a darles la comida a los chi-
–No saldrás –interrumpió–. Y no iremos a ningún lado.
–Ya... –Sonrió nervioso– Las bromas déjalas para después, ahora d-
–¡Esto no es una broma, maldita sea! –Frunció el ceño, casi llorando– Te quedarás aquí y punto.
–¿Entonces... no estás jugando?
–Con el amor no se juega, mi cielo.
–¿Mi cielo?
–¡Ya deja de hacerte el confundido! ¡Sabes perfectamente que yo te amo, lo daría todo por ti! –Comenzó a llorar.
–Camus, yo... –Milo pensó un poco, la próxima respuesta lo mataría o lo dejaría vivir días en cautiverio– Si, lo sabía.
–¡¿Y por qué nunca me hiciste caso?!
–Pues... –Había mentido. Algo que nunca le haría a Camus, pero la decisión ya estaba tomada, sólo tenía que esperar para ver en dónde se detenía.
–¡Dime!
–Pues... porque... tú solo eres... eres mi mejor amigo.
Los ojos de Camus se inyectaron en sangre, se acercó rápidamente al contrario y lo tomó fuertemente del cabello, para después besarlo bruscamente. La mirada del moreno se nubló, simplemente abrió la boca y permitió que el otro hiciera lo que deseaba. El francés se separó, mordiendo el labio inferior de Milo.
–Así que tú amigo ¿eh? Bueno, pues ahora TU AMIGO te encerrará aquí, hasta que te des cuenta que me amas.
–Pero Camus...
–No saldrás y ya. Entérate que mientras estés aquí solo yo ordeno cuándo vas a hablar y tú tienes que obedecer. Está prohibido que me reproches.
–Pe-
–¿Eres sordo? –Cambió su voz a un tono dulce– Amor, te aclaro, que no puedes reprochar, no quieres que te haga daño, ¿o si?
–No, claro que no...
–Muy bien, cariño –Le dio la espalda y se volteó con una charola plateada en las manos–. Ahora, te traje comida y una muda de ropa para que te cambies, no quiero tenerte con esas prendas sucias...
–Si, Camus.
–Es "Sí, amor", no quiero que me llames Camus. ¿Entendiste, querido?
–Si, amor... –contestó dudoso.
–Muy bien. Volveré en un momento, mientras haces lo que te he pedido.
Posteriormente Camus le quitó los grilletes y se fue. Milo intentó escapar, era obvio que no se iba a quedar ahí, pero pronto se cayó en la cuenta de que no podía encender su cosmos, los muros eran imposibles de derribar, la rejilla era muy pequeña, ni siquiera estaba a su alcance y la puerta era la única manera de salir o entrar. Pero qué iluso, conociendo a "su amigo" debería saber que no es ningún tonto, ¿Quién dejaría a un secuestrado sólo? Camus era muy astuto.
Cansado, se sentó en la tabla que ya lo había incomodado, pensando si hubiera sido mejor decirle al galo que nunca se dio cuenta de sus sentimientos. Aunque ahora que lo pensaba, Camus siempre le pedía que lo abrazara, varias veces lo intentó besar, le daba regalos con forma de corazón, le tomaba la mano... "¿Cómo es posible que hayas sido tan idiota, Milo?" se dijo. Supongo que el escorpión era tan distraído que nunca se percató.
Decidió obedecer al Acuario, después de todo, si no lo hacía, quién sabe lo que sería capaz de hacer.
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¡Secuestrado en la Casa de Acuario!
FanfictionCamus se ha obsesionado con Milo, por eso lleva gran tiempo buscando una manera de hacer que el Escorpio lo ame. Logra idear un plan pero... ¿Funcionará?