La media noche llegó pronto, los caballeros de Piscis, Capricornio y Escorpio habían quedado más que satisfechos con el banquete que preparó Camus.
Estaban los cuatro sentados en las escaleras del onceavo templo, observando en silencio las estrellas, Shura y Dita estaban tomados de las manos, pero el galo y el griego mantenían cierta distancia.
–Ya es tarde. –dijo el francés– Deberíamos ir a dormir.
Todos asintieron. Se levantaron con pereza y se dirigieron hacia el cuarto en el que descansaba Milo. Acuario se adelantó junto con el escorpión para encadenarle nuevamente y al no ver en la habitación a los otros dos, salió a buscarlos, encontrándolos en su cuarto sentados en la cama.
–Si no es mucha molestia, Camus, me gustaría dormir en Capricornio.
–Hace un momento te dije que podías irte ya.
–¿Era cierto?
–Claro. Pero eso sí, te lo repetiré por última vez... Mencionas algo acerca del paradero de Milo y morirás. ¿Entendiste?
–Si, claro. No te preocupes por eso. Te debo una.
–¿Qué?
–Gracias a ti –Abrazó al sueco–, Afrodita y yo somos pareja ahora, así que te debo una.
–Ah... claro.
–Bien. Nos vamos.
–Si, descansen.
Shura y Afrodita salieron abrazados del templo de Acuario, algo que causó un poco de celos en el francés.
Se sentó en su cama para posteriormente recostarse, esta noche no dormiría con Milo.
La luz del día comenzaba a iluminar la recámara del Acuario, quien se levantó con ánimo para preparar el desayuno de su amado Milo. Al finalizar, escribió con chocolate sus iniciales en el plato del griego, era toda una obra de arte.
Tomó la charola y bajó hasta el cuarto en el que se encontraba su escorpión. Aún estaba dormido, así que lo despertó dulcemente.
–Luz de mi alma, despierta, ya quiero ver esos hermosos ojos que no he visto durante la noche.
–¿Hm? –expresó soñoliento– Ah, buenos días, amor.
–Buenos días cariño, te traje el desayuno –Le dio un pequeño beso y entregó la charola.
–Gracias, amor.
–Por nada. Dejaré que desayunes, iré por ropa para ti.
–Si, claro.
–Bien, disfrútalo.
Camus salió nuevamente, rumbo al templo de Escorpio. A las afueras de Capricornio, se encontró con Saga, quien le informó que el Patriarca lo estaba buscando.
El galo asintió y se dirigió a los aposentos del pontífice. Al llegar, se inclinó ante la gran puerta.
–¿Me llamaba, su Santidad?
–Así es, Acuario. Pasa. –Camus abrió la puerta.
–Aquí me tiene.
–Tengo dos puntos que discutir contigo. En primer lugar: No hemos tenido noticias del guardián de Escorpio, lamentablemente.
–¿Me concederá el permiso para ir a buscar yo mismo a mi amigo? –Levantó la mirada.
–No. Lo que me lleva al segundo punto: Irás a una misión en Siberia.
–¿Cómo dice?
–Se tiene la sospecha de que hay espectros merodeando por aquellos lugares, y tú, Acuario, eres quien mejor conoce tales rumbos. Por ello decidí enviarte a ti.
–«Esto es malo» –Pensó– Como ordene.
–Partirás en dos meses, otro dorado irá contigo.
–Disculpe mi osadía, puedo saber... ¿Por qué tan lejana la fecha y quién será mi compañero? –Lo primero no lo quiso preguntar.
–La fecha es para cerciorarnos que en verdad hay espectros allí y que no se trate de una trampa, si es así, tú y tu compañero se encargarán de eliminarlos. Tu acompañante será Saga de Géminis.
–Pero...
–¿Tienes alguna objeción?
–No, señoría. Haré lo que usted me ordene.
–Bien. Eso sería todo. Puedes retirarte.
–Si.
Vaya suerte la de Camus, solo llevaba algunos días con su bello escorpión y ya tendría que dejarlo.
Bajó rápidamente a Escorpio, tomó nuevamente ropa para Milo y regresó a su templo. Fue hasta donde se encontraba el griego.
–Ya volví, amor.
–Qué bien, amor.
–Te he traído tu ropa, puedes cambiarte.
–Ah, muchas gracias.
El galo quitó los grilletes de las muñecas del griego, tomó la charola y la colocó en la mesa. Al volver su vista hacia Milo lo vio sin camisa, inmediatamente un color carmesí se tiñó en sus mejillas, el escorpión era simplemente sensual.
El de hebras aguamarina no soportó mucho, se lanzó sobre el octavo guardián y devoró sus labios en un ardiente beso. Milo no se negó, inmediatamente comenzó a desvestir al galo mientras este acariciaba su miembro. Los gemidos comenzaron, débiles, suaves, poco a poco obteniendo intensidad en el momento en que el griego mordía la blanca piel del francés.
Ambos ya se encontraban desnudos, ansiando el momento de volverse uno. Milo lubricó con saliva cuatro de sus dedos, que posteriormente fue introduciendo uno a uno en la entrada de Camus, al mismo tiempo que mordía al galo, dejando sus marcas en todo el cuerpo de su amante.
El griego introdujo lentamente su erección dentro del francés, quien incrustaba sus pequeñas uñas en los hombros del moreno. Las embestidas iniciaron lentas, y se mantuvieron así por un buen rato, hasta que Camus comenzó a rogar por más fuerza y velocidad, a lo que Milo respondió con firmes y fuertes estocadas.
Llegó el orgasmo, el griego eyaculó dentro del francés y este se corrió sobre su pecho.
El mismo acto se repitió durante un mes y medio: Camus se levantaba temprano a preparar un exquisito desayuno a Milo. Después, el francés iba al entrenamiento y al regresar pasaba toda la tarde platicando con el griego, recitando poesías y cantando de vez en cuando. En la noche, cenaban, pasaban dos horas viendo las estrellas. En algunas ocasiones tenían sexo antes del desayuno o después de ver las estrellas.
Camus disfrutaba los días con Milo puesto que no sabía cuanto tiempo estaría fuera.
Milo se estaba enamorando de Camus, su corazón latía fuerte al escucharlo cantar, suspiraba con sus poesías y en el acto sexual... el griego sentía que tocaba las estrellas. Pero él no lo quería creer, no podía estar enamorado de Camus... ¿O si?
¿Amor? Quizás... ¿Estocolmo? Probablemente...
N/a: Según tengo el conocimiento, el síndrome de estocolmo se desarrolla cuando el cautivo no tiene contacto con ninguna persona, sólo con su secuestrador; así, la persona pasa a sentir afecto por su secuestrador, pues no tiene a nadie más.
En el caso de Milo, ha hablado con Dita y Shura, entonces... ¿Qué opinan? ¿Estocolmo o amor?
Nota: No secuestren gente, jóvenes. Es malo :>
Mejor, si se van a declarar, que sea con cartitas de amor.
||•Cam
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¡Secuestrado en la Casa de Acuario!
Fiksi PenggemarCamus se ha obsesionado con Milo, por eso lleva gran tiempo buscando una manera de hacer que el Escorpio lo ame. Logra idear un plan pero... ¿Funcionará?