Odisea de Clanes | Volumen 1 - Primera Odisea en Ineria

Capítulo 6: El Gangster Caballero (1)

Continuaba la reunión de Jon y sus camaradas gangsters en Gli Amici. Leonardo había recibido personalmente a los tres hombres que llevaban puesta una armadura de placa, plateada y brillante. Los demás gangsters en el bar, capodecine, soldatos y associatos pertenecientes a las decinas del régimen 7, observaban con intriga y sospecha a los recién llegados.

El ambiente se había tornado más silencioso y daba la sensación de que estos hombres imponían una presencia de respeto y temor. Jon se había percatado de esto y le inquietó, despertándole la curiosidad. Él era una persona poderosamente curiosa, siempre que se encontraba con algo que desconocía debía descubrir de qué se trataba, la ignorancia nunca fue una opción para Jon. En este caso, no se trataba solamente de mera curiosidad, también había un problema que le perturbaba, y era el hecho de que estos hombres provenían de una organización desconocida, y tanto o más poderosa que la Cosa Nostra. Esto significaba un problema mayor que resolver, una nueva amenaza a la que enfrentar, y que no se solucionaría simplemente trabajando como un peón gangster. La mente de Jon se volvió una laguna y por los siguientes minutos no pudo pensar claramente ni asimilar lo que sucedía.

Leonardo se acercó hasta la mesa de Jon acompañado de los tres hombres con la aparente intención de presentarlos. Al verlos de cerca, Jon pudo notar que dos de los desconocidos tenían una altura considerable que alcanzaba casi los dos metros.

—Muchachos, les presento a Sir Bastáis, Sir Marhaus y Sir Driant. Ellos son los miembros de la Alianza que nos visitan esta vez, así que confío en que disfrutarán de la reunión tanto como ustedes —decía Leonardo a Jon y compañía.

A continuación, Leonardo introdujo a los gangsters e hizo hincapié en Jon, explicando que era el nuevo miembro y que tenía un gran potencial por el éxito que venía acumulando en la familia. Jon apenas pudo disimular su falta de orgullo y estima a la familia, todo con tal de averiguar quiénes eran estos hombres y qué era la Alianza.

—Oh, que interesante —respondía Sir Bastáis a la presentación de Leonardo—, estoy esperando poder verlos en acción. Seguramente podrán lograr grandes cosas en la familia.

Sir Bastáis era un hombre de altura considerable, rondaba los treinta años, tenía una contextura física corpulenta, cabello castaño claro y corto, y ojos marrones. Era de actitud firme, pero a la vez animada y de buen carácter. Sir Marhaus era incluso más alto que Bastáis, de mayor edad, con el pelo negro y largo, y ojos negros. Tenía una cicatriz notable que cruzaba todo el ancho de su frente. En cuánto a su actitud, parecía muy reservado y frío. El tercer hombre, Driant, era un joven que tendría veinte y tantos, siendo el más bajo de los tres, de pelo castaño oscuro y revuelto, y ojos miel. Su contextura era delgada y poco corpulenta, pero su actitud era seria y parecía reservado. Todos ellos llevaban el torso, los brazos y las piernas cubiertas de una armadura de placas de acero, además de estar armados con espadas cortas, enfundadas en sus cinturas.

Tras las formalidades y presentaciones, los tres caballeros se acomodaron en la barra del bar y se relajaron bebiendo todo lo que querían. Los gangsters mantenían la distancia con ellos, el único que se acercaba de vez en cuando para hacerles compañía y charlar era Leonardo, quién aparentemente actuaba por obligación.

—¿Por qué se los trata como superiores? —preguntó Jon.

—No sabría decirte con exactitud, al parecer tienen algún tipo de acuerdo con el don en donde la Cosa Nostra debe mostrarle respeto a cambio de algo —respondía Tommi con poca seguridad.

—Sí, yo creo que se trata de negocios y tratos especiales. No son realmente nuestros superiores, la Cosa Nostra gobierna este distrito y otros tres. Es nuestro territorio, no pueden hacer nada —agregaba Ángelo con convencimiento.