Capítulo 20: El Club de Pelea - Octavos de Final (4)

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—No sé de qué hablas —respondía Volt—. Es verdad que estoy aquí para volverme más fuerte, hacerme un nombre y ser reconocido. Pero no lo hago sólo por beneficio personal, mi objetivo principal es el bienestar de... —la respuesta del justiciero fue interrumpida por Waldo, quién mientras hablaba se acercó corriendo hasta él y lo atacó con su pistola eléctrica, impactándole de lleno en el pecho. Super Volt estaba tan concentrado respondiéndole a su oponente que se descuidó, y sus firmes palabras fueron cambiadas por un largo y agudo alarido de dolor. El golpe eléctrico fue llamativamente vistoso, tan es así que el público podía contemplar como la electricidad recorría el cuerpo del joven justiciero de azul. El ataque habría durado unos pocos segundos, que para Super Volt fueron eternos, hasta que Waldo retiró su pistola. Super Volt dejó de gritar en el mismo instante en que la pistola se despegó de su pecho y luego se desplomó sobre el suelo.

—¡Toma eso! —exclamó felizmente el villano— ¡Esta pistola eléctrica puede mantenerse electrocutándote durante diez segundos si la mantengo en contacto con tu cuerpo! ¡Es increíblemente útil! Oh, lo siento, ya no debes poder escucharme...

—No deberías interrumpir a alguien que te está hablando —contestaba al instante Super Volt, quién se ponía de pie nuevamente. Si bien la ropa la tenía quemada en parte, su cuerpo estaba totalmente intacto.

—¡¡¿Qué?!! ¡¿C-Cómo es posible?! ¡¡Te he dado una descarga que pondría a dormir a incluso a una bestia salvaje!!

—Lindo juguete ese que tienes. Veo que te gusta jugar sucio. Ah... me has quemado mi precioso traje. Me lo habían cosido a mano ¿Sabes? Pagarás por esto.

—¡¿No te has hecho ningún daño?! ¡¡¡No es posible!!!

—¡¡¡Esto es increíble!!! —anunciaba Mike-Z— ¡Super Volt se ha levantado luego de recibir un ataque brutal por parte de Waldo! ¿¿Quién es este hombre??

«Parece que este torneo está lleno de fenómenos interesantes» pensaba Jon, mientras esbozaba una leve sonrisa pícara.

—Lo siento, pero te has metido con el hombre equivocado. Me llamo Super Volt ¿No ves? No es porque sí. De hecho, la electricidad es mi fuente de poder.

—¡¿Qué diablos dices?!

—Atácame de nuevo y verás.

—¡¡No seas engreído!! —exclamó Waldo mientras se abalanzaba furioso y a la vez lleno de pavor contra el confiado héroe. Super Volt se mantuvo quieto mientras el Villano impactaba por segunda vez la pistola eléctrica contra su pecho. Una nueva descarga comenzó, pero esta vez, Super Volt no se inmutaba en lo absoluto.

—¿Lo ves? Al principio mi cuerpo no lo resiste demasiado bien, produciéndome dolor y ardor. Pero luego de "obtener" esa electricidad, comienzo a ser resistente a ataques del mismo tipo.

—¡¡No entiendo!! ¡¿Por qué sucede esto?! ¡¿Qué diablos eres?!

—Un humano, simplemente.

—¡¡¡Muere!!! —gritó desesperadamente Waldo. En ese instante, Super Volt cambió de una expresión risueña a una severa, a la vez que con su brazo derecho tomó con fuerza la garganta de su oponente. Al levantarlo en el aire, la pistola eléctrica se despegó del cuerpo del justiciero y Waldo la dejó caer al suelo, utilizando así sus manos para intentar zafarse de Super Volt.

—Se acabó. Ríndete, no quiero dejarte inconsciente innecesariamente —advirtió. Sin embargo, Waldo no se dio por vencido y, mientras estaba siendo sostenido de la garganta en medio del aire, colocó una de sus manos dentro del traje en la zona de la entrepierna y sacó rápidamente un trozo de una navaja fina. Ante la insistencia de su oponente, Super Volt chasqueó la lengua y apretó con fuerza la garganta de Waldo, para luego realizar una descarga eléctrica sobre su cuerpo que duró apenas un par de segundos. El joven soltó al villano y este se desplomó inconsciente. En ese momento, Super Volt se arrodilló y le quitó la máscara a Waldo. Se trataba de un joven de veinte y tantos años, con barba desprolija y el rostro chupado.

Odisea de Clanes | Volumen 1 - Primera Odisea en IneriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora