CAPÍTULO 9

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Al despertarme por la mañana mi madre no está. Desde que papá murió no está mucho por casa, supongo que le vendrán muchos recuerdos que no quiere recordar para no sufrir.

Trabaja en una tienda, es nuestra y siempre está haciendo más horas de las que le tocan. El negocio en general va bastante bien ya que este pueblo tiene contados unos tres bazares para comprar lo necesario.

Estoy en el bus escuchando música cuando noto que alguien se sienta a mi lado, giro la cabeza y veo a Nathan que me está mirando atentamente.

-¿Qué? ¿No tenías más sitios en los que sentarte?- digo echándole un vistazo a todo el bus y dándome cuenta de que el único vacío era el de mi lado- Vale no- le digo a punto de reírme y veo como ¿sonríe? ¡Está sonriendo! Y madre que guapo. Le sale un oyuelo pero no enseña los dientes y veo un brillo en sus ojos marrón miel en el que no me había fijado hasta ahora. Me lo quedo mirando y él a mi y puedo ver en sus ojos felicidad, tristeza, miedo, una mezcla de todo que no sabría describirlo.

-Sobre lo de ayer...-carraspea y dice sacándome de mi trance- mmm...-continua- lo siento.- Me mira detenidamente e intento descifrar si es verdad o no.
-¿No vas a decir nada?- me dice en tono borde.

-Bueno, ¿espera que piense no?- le digo en el mismo tono.

-Ya empezamos...- dice en un susurro.

-Pero si me has hablado tú mal anda- le digo volviéndome a colocar el auricular y haciendo el intento de volver a mirar por la ventana. Pero justo me quita el auricular de la oreja, su mano me roza y noto una corriente eléctrica. -Vale, perdón, perdón, ¿qué tal si comenzamos de nuevo?- me dice y olvido lo que acabo de sentir. -Soy Nathan.

-Yo Laura- le digo seca. -¿Eres nuevo? Bueno que estupidez, claro que eres nuevo- se ríe otra vez con ese brillo en los ojos.

-Vine antes de este verano con mi madre y mi hermana para instalarnos y comenzar este curso.- Dice divertido, y justo me viene a la cabeza el momento en el que Oliver nos contó lo de su padre, así que intento averiguar.

-¿Y tu padre?- su expresión cambia completamente.

-No hay.

-¿Cómo que no hay?

-¿Podemos cambiar de tema?- dice borde y serio otra vez.

-Pero por qué...-

-¡Ahora que pasa!- dice casi gritando- ¡Si no quiero hablar de ese ser y te estoy diciendo que cambiemos de tema, ¿por qué no puedes entender eso?

-No podemos mantener una conversación sin enfadarnos- digo borde y pasando por encima de él para bajarme del bus ya que ya hemos llegado.
Lo sé, sé que podría haberme esperado a que bajara él, pero no quiero estar más tiempo a su lado, a parte de que me comen los nervios, me hace estresarme.

Entro por la puerta del instituto y proceso toda la conversación que he tenido con Nathan en el bus. Tiene razón. Esta vez he sido yo la borde y la que no ha sabido parar. ¿Si no quería hablar de su padre por qué no he parado? En la hora del patio hablaré con él.

Entro por la puerta de clase y está cada uno a su bola ya que faltan diez minutos para empezar. Voy hasta el final que es donde nos sentamos y veo a Sandra y a Arnau muy acaramelados, lo que me hace sonreír para dentro. Sé que a mucha gente no le gusta que su ex y su amiga salgan, pero yo al tener a los dos en mi grupo de amigos los quiero por igual y quiero que sean felices, por lo tanto si entre ellos se complementan pues adelante. A parte que lo tengo más que superado.

Me ven y sonríen al igual que yo.

-¡Laura!- me dice Sandra contenta- Hemos visto que en tu bus iba Nathan.

TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora