CAPÍTULO 10

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Salgo del cuartito de limpieza, me arreglo la ropa y voy hacia el banco.

-Chica, ¿que te ha pasado? ¿Te ha absorbido el váter o que?-dice Sandra medio riéndose. -¿Y por qué estás tan roja?- Mierda no me he mirado al espejo.

-Ahora ni al lavabo se puede ir eh-digo riéndome.

-Estábamos hablando del viaje de final de curso, que resulta que también van los de ciclos.- O sea que irá Nathan, pienso- Vamos las dos clases de bachillerato y ciclos porque así se ahorran buscar otros hoteles los vagos.-Dice Oliver indignado.

-Bueno, cuantos más mejor.- No sé porque he dicho eso.

-Tia que dices, si odias ir con mucha gente- dice Sandra. Odio que me conozca tanto- Enserio ¿Qué te pasa?

-Nadaaa. Estoy bien- digo sonriendo y mordiendo el bocata.

-La verdad es que yo pienso como Lau eh- dice África. -Prefiero que vayamos muchos así conocemos a más gente.-Sonríe.

-Esta se ha fijado en alguien y no nos lo quiere decir eh- dice Oliver subiendo y bajando las cejas. Lo que hace que todos nos riamos y Afri se sonroje. -Yo no quiero que vaya el tutor enserio, estoy indignado. Es lo que le dije ayer a Lau, que como venga se nos acaba la fiesta.

-Eso es verdad- dice Sandra. -Yo no lo aguanto hasta final de curso eh.- Nos pasamos el patio hablando del viaje de fin de curso, de gente que se ha comenzado a llevar y de cosas sin sentido hasta que es hora de volver a clases. La mañana pasa rápida y cuando acaba voy directa a casa.

Cuando llego, está mi madre sentada en el sofá durmiendo así que subo las escaleras en silencio para no despertarla y cuando llego a mi habitación decido ducharme, ponerme el pijama y tumbarme en la cama a escuchar música hasta que me llega un mensaje:

Isaac. Fiesta en mi casa el sábado a las 21:00.

Al ver el mensaje me extraño bastante ya que hacia mucho tiempo que no hablaba con él pero sé que se lo ha enviado a todos los de nuestra edad así que decido no hacerle mucho caso y contestarle después cuando quedemos los cinco.
A ver por una parte quiero ir porque su casa es alucinante, incluso creo que es más grande que la de África y tiene una piscina espectacular pero por otra parte no quiero porque Isaac es Isaac, y cuando está él con su grupito nunca pasa nada bueno.

Miro la hora y decido comenzar a prepararme para ir a casa de Afri, me pongo una camiseta de tirantes rosa, unos tejanos azules y para finalizar mi outfit me pongo un bolso negro a juego con las bambas.
Me hecho un poco de rímel y me hago unas pequeñas ondas en el pelo. Una vez estoy lista cojo dinero, me hecho colonia y me despido de mi madre.

Estoy en la parada esperando al bus cuando se acerca una moto y se para delante mío, el conductor lleva casco por lo que no puedo ver quien es pero se me hace conocido.

-Laura- me dice una voz sexy que sé al instante quien es. Nathan. Veo como se quita el casco y deja caer sus rizos a la vez que mueve la cabeza y se pasa la mano colocándose bien el pelo.

-Estás...- me mira de arriba abajo. -Guapísima- me sonrojo. ¿Por que me sonrojo?? Nunca me había sonrojado por nada.

-Gracias supongo- me pongo un mechón detrás de la oreja.

-¿Te llevo a alguna parte?- me señala la moto.

-¿Ahí?- Miro mal la moto pero en verdad me encantan. Mi padre era aficionado y prácticamente he vivido escuchando todo sobre ellas, he ido a carreras, hemos apostado... Sé montar e incluso sabría arreglar una.

-Sí, ¿te da miedo?- Si tu supieras.

-¿Miedo? ¿En ir en una Yamaha YZF-R6 de hace unos años? No lo creo- digo sonriendo. -¿Tienes otro casco?- Su cara es un cuadro.

-¿Así que sabes de motos eh? Vamos a pasarlo bien- dice sonriendo y no puedo evitar sonreír al verle ese oyuelo y el brillo en los ojos. Se levanta y saca un casco. -Toma, ¿supongo que sabrás como se pone no?- le sonrió.

-Obvio.

-Perfecto- se vuelve a subir a la moto. -Va, ¿donde la llevo señorita?- Le digo la calle y se pone en marcha pero en vez de agárrame a él me sujeto a unas barras que hay detrás y al pararnos en un semáforo dice:
-No muerdo eh- le sonrio.

-A saber a cuántas habrás llevado aquí y cuántas te habrán abrazado como si fuese lo último que van a abrazar en su vida.

-Pero de ninguna lo quería tanto como de ti.- Dice. Silencio. Solo se escuchan los coches y la calle y va pasando el tiempo pero no dejo de pensar en esa frase.

Cuando pasan unos minutos y estamos en plena carretera lentamente le coloco las manos por el cuerpo y puedo notar como los abdominales y su ancha espalda se contraen. Apoyo la cabeza y cierro los ojos notando el viento en la cara y su colonia varonil. Que bien huele dios. No me doy cuenta de que hemos parado hasta que habla.

-Laura, ee- grita y me rio.

-Que sii, que ya bajo. -Me bajo y me concentro en quitarme el casco. No puede ser, no se quita, se ha enganchado. Ahora voy a quedar mal. Noto como me sonrojo. OTRA VEZ.

-Que pasa, que la experta en motos no se sabe quitar el caso- me está picando y lo está consiguiendo.

-Calla, si que puedo.- Me centro hasta que noto como se pone delante mío. -Para que si que puedo, verás.- Digo estirando de una cuerda que se ha enganchado.

-Trae Laura, que me ha pasado miles de veces.- Y me ayuda medio riéndose.

-No te rías- y hago como que me enfado mientras le doy un empujoncito.

-Ves, ya está- y me lo saca de la cabeza suavemente.

-Gracias por traerme y por sacarme el casco, pero que sepas que tienes que comprarte otro porque está roto.

-Si, si, lo que tú digas. Bueno y...- Se rasca la barbilla- ¿Me vas a dar tu número?

-¿Nathan pidiéndome el número? Te lo tendrás que ganar "amigo".- Dicho esto le doy el casco y camino para casa de Afri. Me giro y sigue ahí: -Por cierto gracias por el viaje- le grito guiñándole el ojo.

TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora