CAPÍTULO 19

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Al llegar a clase me siento al lado de Sandra como siempre. África hoy por lo que veo no ha venido.

–¿Tía que te pasa?– me dice al verme la cara hinchada y roja.

–Mi hermano.

–¿Que le ha pasado?– dice preocupándose ya que se lleva muy bien con él.

–Está en el hospital porque tiene algo en el corazón- paro para coger aire y no ponerme a llorar- después esta mañana en el bus me coge la mochila un borracho y por si no fuera poco llego tarde.

–Tía– me dice rodeándome con sus brazo e interrumpiendome. –Me tienes aquí para contarme todo desde el principio al final y desahogarte.

En todo el tiempo que tarda en venir el profesor porque tiene una reunión, me ha dado tiempo a contarle todo de pe a pa: cuando a Marc le dio el ataque y la reacción de Anna cuando se lo conté, cuando Liam vino a darnos la pizza y me consoló cuando mamá llamó, también lo que Anna me dijo de él. Le cuento que Nathan sabe la historia de Marc y que me enfadé cuando me defendió del borracho... Todo, menos las muestras de afecto entre nosotros dos claramente.

–Bua tía y todo esto en una tarde y una mañana. Podrías haberme llamado o algo.– Me encanta hablar con Sandra, sinceramente es una de las pocas personas con la que puedes hablar sin la necesidad de estar pensando en si te va a juzgar en algún momento.

–No estaba para hablar con nadie.- Le digo rascándome el brazo y comenzando a ponerme sensible otra vez.

–Da igual, da igual.– Me dice dándose cuenta de la situación. –La próxima vez me escribes o me llamas que voy en segundos a tu casa, ¿me entiendes?

–Que sí Sandra, sé que siempre voy a poder contar contigo.–Le digo devolviéndole el abrazo que me ha vuelto a dar. –¿Y Arnau y tú? ¿Al final qué?

–Pues no lo sé. Todavía no he hablado con él, lo he estado evitando.– Dice escondiéndose entre las manos.

–Sandra...

–Siento el retraso–me interrumpe el profesor de castellano al entrar. –Ya sabíais que tenía una reunión y os dejé faena ayer. Así que espero que la hayáis hecho.– Mierda. Justo eso no lo he hecho. Espero que no me toque corregir. –Dicho esto, vamos a corregir. –Prosigue Mario, el profesor.

–Laura Ríos porfavor el ejercicio número uno.– Estaba claro. Sabía que me tocaría a mí. Hoy no es mi día de suerte por lo visto.

–No lo he hecho.– Le digo bajando la mirada.

–¿Por qué motivo?– me dice levantándose de la silla para poner algo en la pizarra.

–No me acordaba de que habían ejercicios para hacer.

–Salga igualmente a la pizarra a hacerlo.– Eso es lo peor de todo, improvisar los ejercicios.

–Mierda– le susurro a Sandra.

–Hoy no es tu día– me dice agachándose a coger un boli que se le ha caído al suelo.

–Ya ves.

...

Después de hacer el ejercicio que por suerte lo he hecho bien, vamos al patio donde me encuentro a Natahan sentado en un banco solo. Que raro.
Cuando voy en dirección hacia él para preguntarle qué le pasa, aparece Nora y se sienta a su lado, nada más sentarse se lanza a sus brazos y le pega un morreo. Al ver eso me empieza a doler el pecho y para que ese dolor desaparezca decido irme al lavabo y aprovechar para hacer pis, que me estoy meando.

TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora