CAPÍTULO 20

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-¿Arnau?- pregunto al adentrarme en un rinconcito del patio donde solo puedo observar a una persona que espero que sea él ya que llevo más de media hora buscándolo. A medida que me voy acercando tengo el presentimiento de que algo no va bien. El chico del cual estoy segura que es Arnau está de espaldas a mí apoyado en una repisa con las manos en la cara.
Como veo que no me contesta vuelvo a preguntar: -¿Eres Arnau?

-Sí...- solloza. ¿¿Está llorando?? Nunca lo había visto llorar desde que a los diez años se murió su abuelo. Era muy importante para él y siempre me contaba todo lo que hacían juntos hasta que un día cuando estábamos haciendo clase, un profesor abrió la puerta y le dijo a Arnau que saliera. Por la cara que tenía él yo sabía que algo pasaba pero no sabía el qué. Una semana después nos contó que su abuelo había muerto. -No puedo creer que me haya hecho esto, podría haberlo dicho en verano o antes, que no le gustaba y punto. Pero no, me tiene que poner los cuernos y encima con el cabrón de Isaac.- Aprieta los puños.

-Arnau...

-No Laura, no intentes defenderla. Lo ha hecho mal y ya está.

-¡No la iba a defender! Tienes toda la razón. Nosotras le dijimos que eso estaba mal cuando le pillamos dándose el lote con Isaac en la fiesta.- No debería haber dicho eso.

-¿¿Lo sabíais??- dice gritando y viniendo hacia a mí con la cara roja. -¡AYER POR TELÉFONO LE DIJE QUE LA QUERÍA Y EN VEZ DE DECIRME QUE ELLA NO SENTÍA LO MISMO ME DIJO QUE TAMBIÉN ME QUERÍA! ¿Tú sabes lo que siento ahora mismo? Dios... No lo sabes. -Me intento poner en la piel de Arnau y solo puedo sentir dolor, ira y sobretodo tristeza. Me sorprende bastante esta situación porque Sandra nos dijo que él también estaba raro y que se notaba que no sentía lo mismo pero por lo visto no es así.

-Lo siento, pero es que yo no me podía meter en eso, son asuntos vuestros-. Me inclino y le doy un abrazo reconfortante y agradable del cual se recupera y coge fuerzas para seguir adelante.

-¿Tú sabes lo que es que te digan que te quieren y al día siguiente te deje por otro?- dice apenas en un susurro y separándose de mí. Niego con la cabeza sin decir nada. -Dios, la quería Laura, la quería.- Y le pega un fuerte golpe a la pared. Se me escapa una lagrima al verlo sufrir tanto y al ver el increíble chico que es. Me alegro muchísimo de tenerlo como amigo.

-Arnau seguro que te espera tu chica perfecta en algún lugar perdido. No vale la pena llorar, si ella ya no siente lo mismo no puedes hacer nada.-Digo apenas en un susurro.

-Tienes razón.-Aprieta los puños.-Pero eso no es razón para que me engañe.- Y dicho esto se va dejándome sola en el rincón.
Pego la espalda a la pared y me dejo caer lentamente hasta sentarme en el suelo y hundo mis manos en mi pelo. El grupo se va a romper, lo sé, y ahora que estábamos más unidos que nunca. Mierda.

Pasa la hora del patio y yo sigo aquí sentada pensando en todo hasta que me doy cuenta de que soy la última y vuelvo a clase.

...

-¡Mamaá!- voy hacia el coche y entro. Le doy un beso en la cara y arranca. Ayer me dijo que le dejaría la tienda a Samu, un empleado de la tienda, y que la abuela se encargaría de estar con Marc para así pasar a por mí y no tener que coger el bus.

-¿Como te ha ido?-pregunta cuando nos paramos en el semáforo.

-Sinceramente, como la mierda.-Y le explico todo.

TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora