CAPÍTULO 16

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Llevo diez minutos esperando al bus y no aparece por ningún lado, me estoy comenzando a preocupar porque está anocheciendo y Anna debe estar en casa de Gloria preguntándose por qué no vamos a recogerla. Y por si no fuera poco el móvil se me está quedando sin batería.

Pasan diez minutos más y veo como el bus que llevo esperando una eternidad pasa por mis narices sin parar, por suerte hay un semáforo cinco metros más para delante y se para.

-¡Hace quince minutos que tendrías que haber venido y encima pasas de nuestras caras!- comienza gritar y a correr un chico en dirección hacia el autobús.

En ese momento comienzo a correr yo por si le abren las puertas y así me puedo meter también en el bus. Y menos mal que mi cabecita ha pensado porque en ese preciso momento el autobusero abre las puertas, se disculpa, y el chico y yo nos metemos en el autobús la mar de contentos dejando a la gente de la parada atrás.

Cuando me bajo en mi parada voy directamente a casa de Gloria, que vive delante nuestro y pico a la puerta. Lógicamente me abre Gloria y nada más verme me pregunta:

-Hola, ¿Está mejor?- refiriéndose a Marc.

-Hola- y le doy dos besos.- Cuando me he ido del hospital estaba preguntando que si se podía ir, así que sí, yo creo que está mucho mejor. Pero se tiene que quedar esta noche, por si le pasase otra vez.- Le digo colocándome bien la pulsera.

-Eso me ha dicho tu madre.

-¿Qué ha dicho mamá?- pregunta Anna viniendo hacia la puerta con una bamba desabrochada. Mierda, Anna no se ha enterado de nada de lo que ha pasado esta tarde así que se lo voy a tener que explicar.

-Ahora en casa te lo explico. Pero va, abróchate la bamba y vámonos que tengo hambre.

-Si queréis podéis quedaros a cenar. No hay ningún problema.- Dice Gloria quitando una pelusa que hay en un mueble.

-No tranquila, ahora llamaremos a una pizza. Pero gracias igualmente. -Le digo mientras nos damos un abrazo.

-Si necesitáis cualquier cosa estamos a una carretera de distancia- dice riéndose.

-Sí, sí- me río- gracias por todo, ¡adiós!- le digo empujando discretamente a Anna para que salga de su casa. Si fuera por Anna nos hubiésemos quedado hasta a dormir. Siempre le ha encantado la casa de Gloria, cuando era pequeña pasaba la mayor parte del tiempo allí porque le encantaba jugar con Dani al escondite.

-¿Que me tenías que contar? ¿Y mamá? ¿Y Marc? ¿Y por qué has dicho una pizza? Ya sabes que mamá no nos deja que pidamos comida basura ni entre semana ni el domingo. ¿Y si no está mamá por qué le has dicho a Gloria que no podíamos cenar en su casa? Su comida es fabulosa.-Dice Anna en cuanto entramos en casa.

-A ver Anna tranquilidad. Por partes. ¿Qué quieres saber primero?- le digo mientras enchufo el móvil en el cargador de la cocina.

-¿Dónde está mamá?- me pregunta desde el comedor sentándose en el sofá.

-Mamá está en el hospital.- Le digo mientras voy al comedor y me siento con ella en el sofá.

-¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo se ha ido?

-A ver Anna tranquilizate y déjame hablar que si no no te voy a explicar nada.

-Vale es verdad, lo siento, explica.

Cuando acabo de explicarle todo específicamente en cinco minutos, Anna se queda perpleja y no sabe como reaccionar, normal, yo estaría igual. Está callada sin decir ni una palabra, eso es raro.

-¿Pero está bien?- me pregunta, pensaba que no hablaría, menos mal.

-Cuando yo me he ido estaba en perfectas condiciones. Y ahora, ¿pedimos una pizza?- le pregunto haciéndole cosquillas para que se alegre un poco.

TÚ Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora