Capítulo dieciocho.

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Casi pude haberme desconectado del mundo cuando sentí unos fuertes brazos tirar de mí. Observaba mientras forcejeaba como los paramédicos atendían a Mac, poniéndole una cosa en la boca para respirar y subiéndola a una camilla. Mientras abandonaban la habitación me di cuenta que quien me sujetaba era Troy, se veía tan roto como lo estaba yo. Como pude me las arregle y logre zafarme del agarre de Troy, una vez que la habitación quedo vacía se distrajo lo suficiente.

Corrí por el pasillo con el corazón en la garganta, cuando salí al exterior la noche ya había llegado. Vi la ambulancia estacionada cerca de la entrada, un paramédico estuvo a punto de cerrar la puerta cuando interpuse mi mano.

- Quiero ir con ella – Ordene.

El paramédico asintió y me dejo entrar cerrando nuevamente la puerta y siendo arrancadaa sin darme la oportunidad de llegar a mi asiento. Todo a mí alrededor parecía muy lejano, desde donde estaba podía ver a Mac respirando a través de ese objeto especial, sus ojos estaban cerrados y los paramédicos atendían como podían la sangre que corría de su estómago.

Apreté los ojos con fuerza, ¿Por qué? ¿Por qué maldita sea? ¿Por qué se tuvo que interponer? ¿Por qué no pudo darme a mí? Me sentía tan mal, tan culpable, porque lo era, lo que pueda pasarle a Mac será solo culpa mía, mía y de ese hijo de puta que me las pagara.

Mire a Mac nuevamente, no podía soportarlo más. Mientras la ambulancia conducía a todo lo que daba dimos con un bache que la hizo brincar un poco. La mano de Mac cayó a un lado, instantemente la tome mientras la apretaba con fuerza.

- Resiste… - Le susurre – Por favor bebe, tu puedes hacerlo. Si algo te pasa jamás me lo perdonaría.

Podía sentir el avisto debajo de mis pies, toda clase de emociones llevaban mi cuerpo: estaba tan asustado verdaderamente asustado, tan impaciente, molesto, triste, creo que tenía más emociones y sentimientos ahora que los que he tenido en toda mi vida.

Una vez que llegamos al hospital los paramédicos bajaron primero, entrando por emergencias, arrastraban la camilla rápidamente informándole al doctor de turno lo que sucedía. Yo iba detrás de ellos siguiéndoles el paso, pero pronto unas manos y un pequeño cuerpo se interpusieron luego de que la camilla paso por unas puertas dobles. Trate de evitarla pero ella me lo impedía. Era una jodida enfermera.

- Lo siento joven, pero no está permito pasar – Dijo con su clara voz condescendiente.

Me separe de ella bruscamente caminando de un lado a otro frustrado, casi podía estarme arrancando el cabello ahora.

Una vez que llegue a la sala de espera me encontré con Troy mordiéndose la uña del dedo gordo, estaba tan asustado y metido en sus pensamientos que ni siquiera me dirigió una mirada. Junto a él estaba Nick, que se veía tanto incomodo como afligido aunque sabía que ocultaba toda su preocupación lo más que podía.

No podía sentarme, la preocupación y el miedo eran todo lo que corría por mi cuerpo. Necesitaba que alguien estuviera aquí, alguien que me ayude a calmarme un poco si no terminare volviéndome loco. Le envíe un mensaje a James pidiéndole que viniera, a los segundos me respondió que ya venía para acá. James siempre ha estado para mí, y justo ahora lo necesitaba más que nunca.

No había pasado ni cinco minutos cuando note que alguien venía corriendo hacia mí, por un momento pensé que era James pero luego me di cuenta que en realidad era Connor, estaba algo sudado y con el cabello desordenado, se veía como si hubiera corrido para llegar hasta aquí.

Connor se acercó a su padre y empezó a hablar con él. A mitad de su conversación su mirada se topó con la mía y al verme frunció el ceño. Se tensó y vi como apretó con fuerza su mandíbula, la última vez que lo vi terminábamos de pelearnos y ahora no parecía olvidarlo. 

Se acercó a mí con paso decidido y me miro con tanto desdén que me comenzó a cabrear a mí también. 

- Siempre tu Tristan - Dijo entre dientes - Siempre lo supe, pero ella nunca quiso escucharme. 

- ¿Siempre supiste qué? - Pregunte molesto, tratando de controlarme. 

- Que serías su destrucción. Quiero que sepas que si algo llega a pasarle será tu culpa - Replico. 

No dije nada, ¿qué podía decirle, cuando tenía razón? esto era lo que más me jodía de Connor, que siempre tenía razón, apenas he hablado dos veces con él y ambas ha sido con él con la delantera. 

- Yo... yo jamás quise que nada de esto pasara - Murmure apenado. 

- ¿Entonces porque no te fuiste cuando pudiste hacerlo? ¿Por qué la arriesgaste de esta manera? 

Si antes me sentía mal ahora estaba mucho peor. Todo mi cuerpo era una bomba que estallaría en cualquier momento. Gire sobre mis talones dejando a Connor con las palabras en la boca y salí tan rápido como pude de allí. 

Afuera el viento golpeaba con fuerza, era todo lo que necesitaba. Mi cabeza daba tantas vuelvas que ya comenzaba a dolerme, incluso tenía hambre pero estaba tan preocupado que no tenía ni siquiera ganas de masticar. Comencé a golpear con fuerza un bote de basura cercano a mí, destruyendolo por completo y desparramando la basura por todo el lugar, con las palabras de Connor ahora en mi cabeza la ira solo aumento. 

Escuche como alguien me llamaba a mis espaldas, y me detuve para girar mi vista sobre mi hombro y encontrarme con James caminando hacia mí. Se acerco y me saludo con un abrazo, algo muy raro en él para luego separarse  un poco dejando su mano en mi hombro. 

- Tranquilo hombre, todo va a estar bien - Me aseguro. 

Asentí sin saber que decirle, aquel nudo en mi pecho había vuelto. James se sentó junto a mí en la acera y saco su fiel paquete de cigarrillos. Saco un par ofreciéndome uno, casi nunca fumaba pero solo lo hacía en una situación de verdadero estrés y sin duda esta era una de ellas. 

- ¿Qué ocurrió? - Pregunto James exhalando el humo. 

- Todo se salió de control, su padre... - Entonces lo deje en el aire. 

Su padre, ¡SU PADRE! Ese malnacido ni siquiera estaba aquí ¿Dónde mierda estaba? me refiero a que le disparo a su propia hija y no vino a ver siquiera si llego al hospital, se que es peligroso o que no debe ser visto ante personas por ser unos de los mayores mafiosos pero si mi hija estuviera entre la vida y la muerte a mí me importaría un carajo el resto del mundo. Ni siquiera puedo recordarlo luego del disparo, para mí todo se despareció en ese momento. Solé el humo que había retenido y luego mire a James sorprendido. 

- Tu auto. 

El me miro confundido. 

- Tu auto, necesito tu auto - Le dije apresuradamente.

James asintió y me entrego las llaves aún más confundido. Las tome y tire a un lado mi cigarrillo casi completo. 

- Necesito que te quedes aquí y me digas si dicen algo sobre Mac, yo volveré pronto - Dije poniéndome en pie. 

- ¿A dónde vas? 

- Tengo un asunto pendiente - Dije y camine a toda prisa hasta llegar al estacionamiento y encontrar el viejo auto de James. 

¡SOLO QUEDAN DOS CAPÍTULOS MAS! 

Puede que esté les haya parecido un cap flojo pero es crucial y espero que  no se decepcionen, y no se preocupen que ya pronto vendrá lo interesante. 

No olviden comentar y votar, y si quieren que les dedique alguno de los capítulos que restan díganme :)

DANGEROUS | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora