- ¿Aquí te has estado escondiendo estos días?
Tristan arqueó una ceja divertido, dio un sorbo de su botella de agua y se pegó bastante a mi cara, podía sentir su aliento contra mí.
- ¿Acaso ya me extrañas? – Su tono era arrogante, rodee los ojos.
- Solo iba pasando y vi tu jeep.
- Pero claro que lo hiciste – Murmuro sarcástico dando otro trago a su botella.
- Entonces, ¿eres entrenador? – Pregunte tratando de cambiar el tema.
- Por pasatiempo, además me da algo extra – Se encogió de hombros – Podría darte una lección de boxeo gratis – Sonrió pícaro.
Reí y negué, nunca había hecho algo como eso lo más cercano a una pelea de boxeo que he visto son en las películas y sin embargo. Tristan sin aceptar un no por respuesta me tomo la mano ayudándome a bajar y me condujo hacia el ring de boxeo manteniendo las cuerdas abiertas para que pudiera deslizarme dentro. Una vez que entre paso Tristan. En una esquina del cuadrilátero había un par de guates, Tristan los tomo y me los puso en las manos muy hábilmente
- ¿Haces esto a menudo? Entrenar a pequeñas niñas en boxeo quiero decir.
Tristan sonrió de oreja a oreja era la primera vez que lo veía sonreír tan ampliamente y a pesar de que sus sonrisas divertidas o seductoras eran muy atractivas esta sonrisa era mucho más bonita, lo hacía verse más joven, hacía que las líneas junto a sus ojos se marcaran e incluso lo hacían verse como un chico normal.
- En realidad no, te has vuelto la excepción para mi ante todo Mackenzie – Su voz fue dulce.
Note que esta había sido la primera vez desde que conozco a Tristan que me llamaba ‘Mackenzie’ y entre sus labios se escuchaba muy bien, me gustaba mucho más que mi verdadero nombre ahora, pero seguro solo era la forma en como lo dijo lo que me hizo cambiar de opinión sobre el nombre que no me había gustado en un principio.
Una vez puesto mis guantes Tristan se colocó unos también del color anaranjados eran guantes especiales para recibir los golpes, no es como que fuera a sacarle la mierda pero aun así se los puso, seguro era un requerimiento en boxeo, no sé qué tan fuerte dan estos guantes en unas manos al descubierto.
- Bien, ahora esta es la posición básica: tienes que poner el pie izquierdo adelante y el derecho un poco atrás – Me indico – Muy bien, así Mac, tienes que encorvarte ligeramente y poner la mano izquierda al nivel de los pómulos y la derecha a la altura del mentón.
Obedecí a cada una de las indicaciones, Tristan me corregía algún desperfecto y me decía que estaba bien así. No me había dado cuenta de lo técnico que era el boxeo hasta ahora, siempre lo considere como dos hombres golpeándose entre sí y ya, pero no era así, tenía que colocar mi cuerpo de cierta forma y moverme de cierta forma para que todo el asunto tuviera sentido. Incluso ahora comenzaba a gustarme.
- Muy bien, lanza un golpe para calentar a mis guantes. Dale con todo bebe – Me guiño un ojo.
Sonreí de lado, con toda la fuerza que tenía lance mi primer golpe con mi mano derecha, dolió un poco pero el guante protegía bien. Tristan frunció los labios impresionado, mi golpe no había estado nada mal. Seguí dando algunos golpes, y luego comencé a darlos de la manera más técnica como me enseñaba Tristan, cada golpe tenía un nombre diferente y se daban de maneras diferentes estaban unos como: el jab, el directo o cross, el uppercut o gancho y así, Tristan era muy bueno explicando y su cercanía al mostrarme las posicines correctas me hacía estremecer. Se colocaba detrás de mí y susurra las indicaciones cerca de mi oído, si continuaba así no captaría nada pero no quería que dejara de hacerlo tampoco.
- Lo haces bastante bien – Dijo volviendo de nuevo frente a mí – Me gustan las chicas fuertes – sonrió.
- ¿Ah, sí? – Murmure acercándome a sus labios.
- Así es – Sus labios rozaron los míos.
- Es una pena porque podría patearte el culo cuando quisiera – Me burle separándome de él.
Tristan me miro desconcertado, me divertía verlo quedarse con las ganas. Se mordió el labio inferior negando con la cabeza, algo en su movimiento airoso me gusto en ese momento le dio un aspecto felino, como un león que tiene en asecho a su presa, yo.
- No debes provocarme así Mac – Murmuro.
Sin previo aviso me tomo de la cintura y las piernas levantándome al estilo nupcial, comenzó a darme vueltas y vueltas, la sensación me daba ganas de reírme y para no caer me sujetaba fuerte a Tristan pero se tropezó con su propio pie y perdiendo el equilibro por lo que nos caímos al suelo produciendo un golpe sordo.
Yo estaba sobre Tristan y cuando el mareo comenzó a desaparecer me coloco a horcajadas de el con una pierna a cada lado de su cintura, su sonrisa divertida no dejaba su rostro. Me acerque y di un pequeño beso en sus labios acariciando nuestras narices, la acción podría verse tonta pero salió tan espontáneamente que ni se por qué la hice. Las manos de Tristan se colocaron en mi cintura, su tacto caliente enviaba corrientes eléctricas por todo mi cuerpo, casi había olvidado que estábamos en público cuando sus labios volvieron de nuevo a mí, fuertes y desesperados, deseando más. Tristan me apretó con fuerza en la cintura y con un impulso suave me hizo rodar quedando yo ahora hacia abajo.
- Me gusta más estar yo arriba – Murmuro.
Solté un chillido y reí por su comentario en doble sentido, mientras nos besábamos decidí que no se quedaría así por lo que con todas mis fuerzas me impulse también para rodar. Tristan y yo de pronto comenzamos a revolcarnos por el suelo, no dejaba de reírme y cuando escuche sus risas unirse a mi sentí algo extraño, era un sentimiento que solo me pasaba con él, nunca me había reído de la manera en como lo hacía con Tristan.
Tristan salió victorioso luego de que quedo sobre mí y yo ya no podía moverme más, él era más fuerte y podía soportar mejor las revocadas pero yo a diferencia ya estaba agotada.
- ¿Te diviertes Evans? – Pregunto una voz familiar cerca de nosotros.
Ambos miramos en dirección al dueño de la voz, era James. Estaba apoyando en uno de las cuerdas del ring, nos observaba con desaprobación con el ceño fruncido pero no era porque estuviéramos haciendo algo malo era más bien porque Tristan estaba conmigo, sabía que no le agradaba a James y mi hostilidad con él era un sentimiento mutuo.
- ¿Tu qué crees? – Dijo divertido Tristan.
Eso solo hizo molestar más a James que ahora me miraba con ganas de querer asesinarme. Le dedique una sonrisa sínica y el solo bufo y dijo algo por lo bajo, no sé si abre entendido mal pero pude distinguir el ‘perra’ en sus labios. Ahora si me había molestado.
- ¿Qué me has dicho? – Pregunte mirando a James.
Me libere del agarre de Tristan, levantándome y saliendo del ring. No iba a permitir que me llamara en mi cara de ninguna forma, mi padre me había enseñado que nunca debía dejarme pisotear por nadie y esa lección era algo que me había marcado para siempre como para no cumplirla.
Me pare frente a James cruzándome de brazos, a pesar de que su altura me superaba me mantuve firme, sabía que no lo intimidaría pero no dejaría que el pensara que yo no era valiente.
- Te dije: pe-rra – Dijo lentamente destacando toda la palabra.
- Eso creí – Respondí alzando mi mano y estrellándola contra su cara.
Todo el lugar se quedó en completo silencio, mire de soslayo a Tristan y lo encontré inmóvil en su sitio, se veía levemente divertido. Fui hacía la mesa donde había estado sentada antes y tome mi bolso saliendo del ahí tan rápido como pude, la rabia me comía por dentro.
Se que es corto pero mañana les subo otros mas :)
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DANGEROUS | EDITANDO |
Fanfiction"Ámame cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito"