Un mes, ¿Quién hubiera dicho que en un mes las cosas se abrían acomodado tanto? Todo había estado muy bien desde el accidente de Anna, durante todo este tiempo comencé a conocer pequeñas cosas del pasado de ella, pero aún me constaba decirle Anna, era tan raro. En cuanto al papá de Anna tampoco hemos sabido nada, les dejo una nueva residencia a Anna y Troy y en cuanto ella pudo salir del hospital se mudaron, Connor se había ido con Nick a vivir a Francia por unos cuantos meses, Anna se sintió un poco mal y lo extraño mucho por varios días pero pronto se recuperó, aunque mis encuentros con Connor no habían sido los mejores no me gustaba que Anna estuviera mal y lo extrañara.
Toque la puerta de la nueva casa de Anna, y al cabo de unos segundos ella apareció por la puerta. Fruncí el ceño, aun no me gustaba que dejara la cama y anduviera paseando por la casa.
- Anna, ¿Qué haces fuera de la cama? Aun no puedes andar cam…
- Deja de hablar, todo eso fue hace un mes Tristan – Me interrumpió presionando sus labios con los míos – Tienes que dejar de consentirme tanto – Dijo refiriéndose a las bolsas que llevaba.
Sonreí entre sus labios besándolos lentamente mientras la pegaba más a mi cuerpo tomándola de la cintura, gruñí cuando mordía mi labio inferior. Mi lengua tuvo perfecto acceso a la boca de Anna mientras jugueteaban entre ellas, acaricie con la punta el paladar de ella haciéndola reír cortando por completo el momento romántico.
- Venga vamos a dentro – Dije rodeándola por los hombros cerrando la puerta detrás de mí.
Deje las bolsas sobre la mesada de la cocina, tenía toda clase de cereales, frituras, dulces y frutas favoritas de Anna, me gustaba que comiera todo lo que quisiera pero más que nada escucharla quejarse de que gracias a mi subirá veinte kilos más.
Nos dirigimos al sofá, acostándonos, con Anna besándome sin parar. La atraje más a mí, besándola como loco, la deseaba más que a nada. El beso era demandante, exigente, y con toda la pasión que tanto nos gustaba. Apreté suavemente el trasero de Anna, ella me alborotaba el cabello tirando de vez en cuando, eso era tan jodidamente excitante que me hacía gemir entre sus labios.
- Por favor, en el sillón nuevo no – Se escuchó la voz de Troy detrás de nosotros.
Anna dio un brinco rodando sobre mí y cayendo al suelo, se estaba volviendo costumbre que Troy nos consiguiera en nuestros momentos y siempre la mataba de vergüenza. Me levante divertido, ayudando a Anna a pararse, estaba tan roja como un tomate.
- ¡Troy! – Se quejó mientras se sacudía los pantalones.
- Yo solo digo– Levanto las manos en señal de paz – últimamente tienen esas hormonas muy alborotadas
Anna rodeo los ojos mientras Troy se iba riendo a carcajadas, yo me mantuve en el sillón con una pequeña sonrisa en los labios. Anna se sentó sobre mis piernas y rodeo sus brazos sobre mi cuello.
- ¿Dónde estábamos? – Pregunto coqueta.
- Creo que aquí – Dije con voz gruesa.
Acerque mis labios a su cuello besándolo lentamente, succionando la suave piel. Anna hecho la cabeza hacia atrás dejándome tener mayor acceso, la escuche gemir cuando mis labios apretaron la piel succionada y sensible cuando otra voz se escuchó de nuevo.
- ¡VAYAN A UN HOTEL NIÑOS, NO PERMITIRE ESAS COSAS EN MI CASA! – Grito Troy desde su habitación.
Ese hombre se estaba volviendo un completo grano en el trasero, siempre interrumpiendo nuestros momentos. Anna rodo los ojos y dio un pequeño beso en mis labios acurrucándose en mi pecho.
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DANGEROUS | EDITANDO |
Fanfiction"Ámame cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito"