Epílogo

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Shin

Flashback

Carajo. Carajo. Carajo.

-No te vayas a dormir V, mantente conmigo, hablame.

V no para de sangrar y yo nos trato de sacar de este tiroteo con vida. Mis manos y mi traje están manchados de sangre y no toda es de V. Escapamos por un pasadizo que hay en mi habitación, y por suerte todos están muy ocupados tratando de matarse allá dentro que pudimos salir ilesos.

-Sostente bien V — lo llevo agarrando prácticamente de todo su cuerpo y trata de mantenerse en pie y seguirme el paso mientras vamos por el auto de Stephan. Siento que nunca lo encontraremos.

-Ahí esta.

V señala hacia unos lujosos autos y un poco mas allá esta el de Stephan. Al fin. Esforzándome mas en llegar rápido, teniendo en cuenta que V no para de sangrar me hace apurar. Lo meto en el copiloto y yo corro hacia el volante. Me alegra mucho de haber aprendido a conducir, literalmente me hace salvar la vida.

-V, sostente y por favor — lo miro a los ojos, tratando de no echarme a llorar aquí mismo. — quedate conmigo. Quedate por Shun —. Presiono el acelerador y no me detendré hasta llegar al hospital, ya he pasado por muchas cosas feas para que me asuste conducir sin estar pendiente de las señales de alto y luces rojas.

No demoro ni 3 minutos cuando ya estoy sacando del auto a V y llevándolo a dentro del hospital. Grito varias veces por ayuda y en segundos enfermeras se acercan al igual que una doctora que se llevan a V al quirófano. Siento que me libero un poco pero el sentimiento de culpa y preocupación aun no se van, es más, las siento más. No sé que pasaría si V llega a morir, no podría con eso. Él ha estado conmigo durante toda la vida de Shun, es parte de él me destrozaría el alma ver a mi hermano sufrir. No aguanto mas y dejo que las lágrimas salgan. El desespero de llegar a tiempo lo dejo salir al igual que el dolor.

-¡Shin!

Escucho me llaman, y al voltearme veo a Stephan. No lo pienso, sólo me lanzo a él, que me abrace, quiero sentir que está aquí, que estaré bien, que estaremos bien todos. Intercambiamos palabras, preguntas y consuelo. Después llega Shun, que también lo abrazo como si fuera a desaparecer.

V

Me duele mucho mi costado. ¿Donde estoy? Acabo de despertar y veo que estoy dentro de un cuarto blanco. Un hospital.
Ya recuerdo. Me dispararon. Shin me ayudó, él me trajo aquí. Se la debo. Miro toda la habitación y me percato de unas orejas peludas de color castaño al lado mío. Obviamente sé quien es y me alegra el corazón. Estiro mi brazo y acaricio sus suaves orejas. Me encantan, me hace sonreír, además, sus ronroneos son adorables para mi. En eso, se despierta y da un gran bostezo mostrando todos sus dientes y sus lindos colmillos.

-¿V? — pregunta algo somnoliento y solo sonrío. Me dan ganas de besarlo — ¡Despertaste! — me abraza estando encima de mi, y aunque me conforta también me duele un poco.

-No tan fuerte — logro decir.

-¡Lo siento! — se separa de mi un poco preocupado pero enseguida sonríe  — buscaré una enfermera.

-Espera — lo detengo tomando su mano y con la poco fuerza que tengo ahora lo jalo hacia mi. No sé cuanto tiempo he estado aquí pero no soportó las ganas de volver a besarlo así que, lo hago. Un beso cálido, pero muy corto para mi gusto porque me duele hasta la existencia — ahora si, ve.

Sale sin antes regalarme una sonrisa.

Me siento bien, obviamente no tanto físicamente pero si emocional. Sucedieron muchas cosas terribles durante mucho tiempo que por desgracia fueron mas que las cosas buenas. Lo que mas me alegra es a quienes conocí, que fue a Shun un gatito solitario entre gente de clase, y a su hermano gemelo  que apareció de la nada. Es interesante que sean gemelos ya que no tienen parecido alguno, o tal vez si.

Por ti #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora