StephanSi no fuera por estas botellas de vino, me hubiera matado.
Jackson me disparó varias veces pero logré escapar de las balas, lo que él no esperaba era que me escabullera, tomándolo de sorpresa y romper una botella de vino en su cabeza. No soy un asesino.Saco las esposas que Yumi me dio y esposo ambas manos en un enorme poste de hierro delgado que hay aquí. Mi cabeza sangra un poco pero no es nada grave. Salgo con sigilo e inmediatamente el sonido de las armas disparando inundan mis oídos. Lo primero que viene a mi mente en Shin. Debió salir de aquí cuando pudo. Si algo la llega a pasar yo...
-Yumi, ¿me escuchas? - me cubre detrás de las gruesas paredes de la cocina esperando que Yumi conteste.
-Si - contesta, con la voz un poco agitada - ¿estas bien? ¿Donde esta Shin?
-Eso iba a preguntar y si, estoy bien.
De repente, un gran silencio se escucha en todo el lugar y, con cuidado reviso si ya acabó el tiroteo. Hay muchos cuerpos sin vida en el piso de la Sala, y todas las decoraciones están destrozadas. No veo ninguna movimiento, y mucho menos a Shin. Esto no me gusta. Saco mi celular y lo llamo.
"Demonios, contesta" pienso.
-Stephan.
Creo que vuelvo a respirar.
-Shin, dime dónde estás.
-Estoy escondido en un despacho. V está herido y... Hay mucha sangre - comienza a tartamudear, está muy nervioso y asustado, lo sé - trato de parar el sangrado pero no funciona, debe ir a un hospital.
-Shin, escúchame, deben salir de ahí ahora. No sé si habrá otro tiroteo así que deben irse ya. Recuerda que sabes conducir, solo salgan con cuidado y busquen el auto.
-P-pero no tengo la llave.
-Sé cómo podremos irnos, no importa -desde lejos escucho a V.
-No hagas que V se esfuerce y vayanse ahora, antes que sea demasiado tarde.
-Stephan... Te amo.
-Te amo pero ya vete. Te buscaré después.
Cuelgo de inmediato y me comunico con Yumi. Estoy más tranquilo ahora que sé que Shin está viendo pero a la vez no porque V está en riesgo de morir. Salgo cubriendo me hasta que me reúno con Yumi en la segunda planta. Varios de los agentes que vinieron en cubierto están con nosotros, justo frente a la gran habitación en donde se encuentran los padres de Shin, su tío, su abuelo y su hermano gemelo y éste último está aterrorizado.
-¡Estas rodeado Otmoyo! - grita el agente en jefe muy al frente de nosotros, apuntando con un arma a Otomoyo - ésta será tu última noche. Pasarás mucho tiempo en la cárcel.
Otomoyo se ve tranquilo pero en sus ojos no se aprecia lo mismo. Con gran velocidad, toma de la cola a Mason, el padre de Shun y lo sostiene contra el apuntando lo con un arma en la cabeza.
-¡Papá! — Shun aparece rápidamente al lado mío y no deja de sujetar fuertemente mi brazo. Trato de calmarlo acercando lo más a mi porque sé que está aterrado.
-Si dan un paso más, lo mato.
-¡Padre, por favor! ¡Suelta lo! — grita la madre se Shun pero no puede hacer nada.
-Tú, cierra la boca. Si no fuera por ti no estaríamos en ésta situación.
-Sueltalo Otomoyo. Queremos hacer esto por las buenas.
Su sonrisa era muy amplia y loca. La tranquilidad que siempre mantenía desapareció, y esto aterra mucho más. Shun tiene su rostro enterrado en mi pecho, casi temblando. Mierda. Hay que detenerlo.
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Por ti #2
De TodoEsta historia es la segunda parte de Cuidare de ti y aquí habrán cuatro personajes principales. Stephan, Shin y otros dos que aparecerán en la historia. No haré spoilers.