El viaje era algo incomodo, la tensión en el auto era demasiada y más aún que estaba sentada entre Diego y Luther. Después de encontrar a este último en un bar y negándose a seguir ayudándonos, Dos solo tuvo que mencionar a Allison para que corriera al auto rompiendo la puerta del local en el proceso.—Oye, ¿puedes ir más rápido?- ruedo los ojos, van más de 10 veces que lo pregunta.
—Pregúntame de nuevo y te quemare con el encendedor.- habla Cinco sin apartar su vista de la carretera.
Aún así siento como acelera, la música que primero me negaron poner suena suavemente, tamborileo mis dedos sobre mi pierna y apoyo mi cabeza en el hombro del moreno. Se tensa un poco pero segundos después su mano juega con mis hebras rubias.
El cielo está bastante oscuro cuando al fin estacionamos frente a una linda cabaña, el primero en salir es el rubio. Corro tras él, mi respiración se corta cuando abre la puerta de una patada.
—¡Allison!¡No!- lo escucho gritar, doy un paso hacia atrás, negándome a ver el cuerpo de mi hermana.
Choco contra alguien que rápidamente me envuelve cubriendo mi cara contra su pecho, lloro escuchando las súplicas de mi hermano.
—Está respirando, imbécil, y si sigues siendo una dramaqueen eso cambiará.- las altaneras palabras del uniformado me dan esperanza- Al auto todos, ¡Ya!
Todo pasa deprisa, el camino hacia casa pasa borroso por la ventana del vehículo, Diego no ha soltado mi mano desde entonces. Luther carga el cuerpo de la morena. El coche derrapa frente a la academia y todos bajamos como almas que lleva el diablo.
—Vamos, deprisa.- articula hacia mis hermanos- Si no la llevamos arriba, morirá.
Ante esto, los dos primeros la cargan mientras Klaus se encarga de abrir la puerta, con pasos largos caminamos hasta el laboratorio de papá y la preocupación es tan grande qué pasó por alto el hecho de ver a mamá viva.
—Es un corte grave en la laringe.- explica analizándola en la camilla- Uno de ustedes debe donarle sangre.
—Yo lo haré.- hablamos los 5 al par, mi corazón se estruja por la preocupación de todos.
—Yo lo haré.- repite el grandote
—Me temo que eso no será posible, querido.- dice Pogo viéndolo- Tu sangre es más compatible con la mía.
Río ligeramente ganándome una mirada molesta de su parte.
—No te preocupes. Yo me encargo grandote.- aclara Cuatro colocándose junto a mamá - Amo las agujas.
—Sr. Klaus, su sangre está...¿Cómo puedo decirlo? Contaminada.
—Vamos, muévete, yo lo hago.- habla decidido el moreno.
Grace saca la ajusta dándole ligeros golpes, los ojos de Diego se llenan de pánico antes de cerrarse y caer desmayado.
—Patético, todos ustedes lo son.- me burlo doblando la manga de mi blusa más arriba del codo- Me alegra que estes bien, mami.
La rubia sonríe encajando la aguja en mi brazo, hago una mueca pero no me muevo, la vida de mi hermana está en juego.
—Listo, mi niña.- acaricia mi cabeza retirando el metal- Vayan a descansar, Ally estará bien.
Asentimos, cada uno se dirigió a su habitación, a excepción de Spaceboy. Suelto un sonido de frustración tomando mis prendas y toalla, me daré un relajaaante baño.
Tiempo después estamos en el hall junto a mis tres hermanos.
—El bastardo que casi mató a nuestra hermana está libre, con Vanya.- habla Diego caminando frente a nosotros- Debemos ir por ella.
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The umbrella academy
FanfictionEn la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres del mundo dieron a luz, lo raro de esto que ninguna de ellas había estado embarazadas cuando comenzó el día. Sir Reginald Hargreeves, multimillonario excéntrico y avent...