TONY STARK POV
Irritación. Aquella era la palabra que mejor definía lo que sentía en aquel momento. Había otras como rabia, impotencia, decepción, frustración. Pero ahora la principal era la irritación. Irritación por haber perdido la única oportunidad que teníamos para derrotar a Thanos y no poder hacer nada para cambiarlo, irritación por tener que aguantar el estar con la hermana de Barnes en un planeta alejado de lo que podía llamar casa. ¿Cómo podía ser tan ingenua? Me volví dispuesto a replicar, no me iba a quedar callado ante la posible discusión, así era yo. Sin embargo, el amable Doctor Strange tuvo la brillante idea de intervenir para que el conflicto no se hiciera más grande, y justo cuando él decidió calmarnos, Alba se marchó a otra parte. Bien.
- Stark- llamó con un tono de advertencia Stephen.
Los llamados Guardianes de la Galaxia y Peter seguían contemplando la escena pero al ver que una de las dos partes de la pelea se había marchado, comenzaron a dispersarse por aquel lugar.
- No intentes darme otra de tus charlas- respondí sin darle tiempo a decir más.
A ver, podría ser cierto que me hubiese excedido con ella porque no sabía seguro qué había hecho, pero la rabia que tenía contenida era muchísimo mayor. Aquella tarde en Siberia fue probablemente el peor momento de mi vida por varias razones. En primer lugar, me enteré de que mis padres no habían muerto en un simple accidente de tráfico y de que habían sido asesinados. Además, habían sido asesinados por el Soldado de Invierno, que había conocido y sido amigo de mi padre hace años. Aquello no era todo, porque uno de mis compañeros de equipo y al que había considerado un amigo me había estado ocultando y mintiendo durante años. Dicho amigo había estado a punto de matarme con ayuda del Soldado de Invierno. Estaba seguro de que mis razones para sentirme así eran totalmente válidas.
- ¿No crees que deberías ser más racional y pensar antes de hablar?- Strange me estaba siguiendo mientras volvía a la nave, por lo menos podría enfocar mi rabia en encontrar una solución para salir de allí. - No sabes si ella ha hecho algo malo- añadió él, el maldito mago me había leído la mente.
- Strange, es la hermana- dije enfatizando aquella palabra- de Barnes. ¿Cómo crees que ha podido aguantar tanto tiempo viva? ¿Cómo crees que sigue teniendo ese aspecto?-pregunté de forma retórica, Stephen me miraba y suspiraba. - ¿Cómo crees que se puede recuperar tan rápido y por qué es tan buena luchadora?- seguí enumerando razones. - Ella sería parte de Hydra en algún momento y seguiría las órdenes de Pierce, hasta dónde yo sé es perfectamente posible que también participase en el asesinato de mis padres- nombrar lo último me hizo tener escalofríos, de modo que hice una pausa para recomponerme y tomar aire.
- Solo digo, que todos nos merecemos una segunda oportunidad, tú lo deberías saber mejor que nadie- nada más decir aquello, salió de la nave y me dejó pensando en sus palabras. Odiaba admitir que tenía razón.
Precisamente yo seguía viviendo y me había convertido en Iron Man todo por una segunda oportunidad. Decidí olvidarme de aquello por unos momentos y me dispuse a analizar la estructura de la nave para ver si podía encontrar una manera de arreglarla, al fin y al cabo no podíamos quedarnos aquí para siempre. Iba a ser muy difícil pero tenía esperanzas de poder hacer algo al respecto. Comencé a reparar todas las pequeñas grietas y golpes que pudiese tener la nave debido al golpe, estaba tan concentrado en mi trabajo que no noté como alguien entraba hasta que una voz habló a mis espaldas. Alba. No quería hablar con ella, por lo menos no tan pronto porque había un alto número de posibilidades de que viniese a discutir, pero cuando dijo que había hablado con Strange, dejé de estar tan a la defensiva.
- ¿Lo sabías?- pregunté levantándome sin emitir ninguna emoción con mi tono de voz.
No le interrumpí en ningún momento porque sabía que sería peor, además sabía que tenía todo el derecho a replicar y a desahogarse porque precisamente yo no le había dejado hacerlo antes. Sus palabras me dejaron pensando, tanto Strange como Alba tenían algo de razón pero admitirlo suponía que en parte mi rabia no tenía ningún fundamento, aquello no me gustaba pero era la verdad. Volví a trabajar nada más ella salió de allí, podía parecer que no me habían importado sus palabras pero trabajar me ayudaba a pensar más claramente. Después de haber arreglado todo lo que podía, me encontraba bastante cansado. Me di un respiro y es cuando supe que le debía a Alba una disculpa. No me iba a olvidar de todo ni iba a estar bien de un segundo a otro pero por lo menos le debía una disculpa por no haber actuado contra Thanos cuando estaba apunto de asesinarla. Aquello no había estado nada bien.
Cuando salí al exterior, vi que había una nave mucho más pequeña unos metros más lejos de donde estaba yo. ¿Había estado tan concentrado en arreglar las cosas que no había oído llegar a nadie? Al parecer había una nueva integrante en el grupo, era una especie de mujer máquina llamada Nebula, la hermana de la tal Gamora.- ¿Dónde está Alba?- pregunté a Strange, quién estaba hablando con los demás sobre qué hacer a continuación. Él me señaló otro rincón mucho más lejos de la otra nave, yo asentí dándole las gracias y seguí la dirección que me había indicado.
Mientras me acercaba y ya podía divisar su figura, intentaba pensar con claridad qué iba a decir pero, la verdad era que no tenía ni idea.
- Ejem- dije nada más llegar a donde estaba, intentando hacer de notar mi presencia. - Creo que te debo una disculpa- clamé antes de que pudiese interrumpir para decir que no quería hablar conmigo. Esto era algo que necesitaba decir, por su bien y por el mío propio. - Tienes razón, no te conozco de nada y no debería haber dicho esas cosas- confesé. - En mi defensa diré que había un alto porcentaje de probabilidades de que hubieses sido una malvada agente de Hydra, pero ese no es el caso. Por lo menos debería haberte dado el beneficio de la duda y no haberme quedado ahí mirando mientras Thanos te tenía atrapada- aquello había sido un acto que había hecho desde la rabia, la venganza y el desprecio.
Me había equivocado y sabía que debía admitir mi error y pedir perdón.
- No sé quién eres ni qué has hecho- continué hablando- sé que probablemente también tienes un pasado turbio pero no eres tu hermano- dije de corazón. - Creo que lo mejor que podemos hacer ahora por el bien de todos es centrarnos en salir de aquí, así que quiero que sepas que no voy a volver a reaccionar así. Estaba empezando a soltar sermones como los de Strange, suponía que el fin del mundo te aportaba una visión con más perspectiva y te permitía darte cuenta de todos los errores que habías cometido.
Por suerte, también te daba la oportunidad de intentar hacer algo bueno y yo estaba dispuesto a aprovecharla.