ALBA BROOKE POV
Fui hacia donde estaba esa tal Nebula y el plan que tenía lo escuché, pero mis pensamientos parecían estar jugando con mi cabeza y ser otros. Me enloquecía pensar que no tenía tregua con mi mente, ¿Ahora me hacía ilusiones con Stark? Debía de ser una idiota con tan solo pensar que realmente esto estaba sucediendo. Sin embargo, intenté que nada se detuviera, que el plan siguiera y que realmente esto fuera lo que tuviera que pasar, cogeríamos esa nave y nos largaríamos a la Tierra si fuera posible o a algún planerta donde Thanos estuviera distraído y no pudiera coger esas malditas gemas. No obstante, algo me convencía en la cabeza que habían subditos de Thanos los cuales conseguían esas gemas y aniquilaban a las personas con tal de conseguir ese afán. Yo me sentía impotente, gente inocente estaba muriendo y realmente no sabía qué hacer al respecto. Nuevamente y sin tener por qué, el acercamiento y la mirada de Stark a tan escasos centímetros de distancia vino a mi cabeza. Era idiota, definitivamente.Me alejé cuando el plan estaba formado, tenía que despejar mi cabeza y nada ayudó cuando escuché su voz y levanté mi cabeza para mirarle. Algo en mi estómago se estrujó, me gustaba que estuviera aquí pero por cierto motivo sentía que no debía de ser así. Yo, a pesar de no haber hecho nada, seguía siendo un monstruo con más años que experiencias y sin poder morir al cabo del tiempo. No me sentía digna de nadie, y eso claramente había pasado tanto con Stark como con muchos otros hombres que me han cortejado para saber de mí y poder salir conmigo. Cuando escucho sus palabras sobre Steve y mi hermano, lo pienso muy bien, sin embargo, no me cuesta responderle.
— Llevo sin ver a mi hermano unos cuatro años, creo. —Ya hasta dudaba de todo el tiempo que había pasado sin verle.
Las palabras de Tony me emocionan, él estaba dispuesto a llevarme con mi hermano a pesar de las cargas que él tenía en la conciencia, a pesar de que mi hermano asesinó a mis padres y que realmente podía llegar a ser buena persona. Tragué saliva y le dediqué una sonrisa para así asentir. No sabía que era Wakanda, pero tampoco pude pensar mucho sobre su existencia cuando Stark sacó lo que nos había pasado antes, y la manera en la que me decía de que si quería volver a repetirlo que lo avisara. Mis mejillas se convirtieron en dos tomates, no había otra cosa más ridícula que sonrojarse, pues yo me había sonrojado. Me entró la risa nerviosa, y simplemente lo miré.
— Creo que ahora hay cosas más importantes que mirarnos a los ojos —Me levanto, haciéndome la dura con él. — Sin embargo, no negaré que cuando relajas el ceño eres más atractivo. —Le dedico media sonrisa y decido marcharme con el grupo. Si sigo con él enloqueceré.
Había pasado un par de horas desde que estábamos arreglando la nave para volver a Titán y acabar con el cuento de terror que Thanos nos había metido en el cuerpo. No sabía cómo pero necesitábamos ese empuje, así que cuando Drax se puso tras la nave para empujar, supe que debía de ayudarle.
— No podrán ellos dos solos —Grita MantisAntes de que Tony decida bajar para ayudarnos, centro todas mis fuerzas en mis manos, los recuerdos de las torturas vienen a mi cabeza, eso me da impulso para empujar la nave y cuando la potencia estaba al máximo, la mano de Tony bajó para que la cogiera y me volé por los aires.
Drax estaba dentro de la nave y yo colgaba de ella para así, un tirón y había caído dentro de la nave, encima de Tony. Sus manos estaban en mi cintura y si antes estábamos cerca, ahora más. Me sentía tan nerviosa por la mirada de algunos sobre nosotros, que me separé de él y le ayudé a levantarse.
— Vaya, perdona por no avisar, quizá no estabas preparado para repetir el momento. —Le digo con media sonrisa.Me adentro en la nave, Nebula y Star Lord llevaban el comando como si fueran niños pequeños peleándose por el mando.
Yo me apoyé en un lado escuchando los planes que estaban tramando y cuando sentí una presencia, supe quién era. Había estado encima de él hace un rato.
— ¿Y si Thanos se adelanta y no llego a verlos? —Comienzo a hablar.
Estaba preocupada, el hecho de que Steve y Bucky desaparecieran me congelaba el alma. No podía ni imaginarmelo. Las palabras de Tony me reconfortan, sin embargo, cierro mis ojos y los vuelvo a abrir para observar el universo. Era inmenso, precioso, profundo. Me giro para mirar a Tony y un suspiro se arranca de mis labios.
— He pasado mucho tiempo sola, el suficiente como para saber que no quiero seguir sola el resto de mi vida. —Mi voz es un murmuro ronco, siento tan cerca a Tony que me tiemblan las piernas.
Lo único que no me espero son las palabras de Tony, su voz atormentada cuando me habla del suceso en Nueva York y que Thanos había estado metido en su cabeza en todo momento. Ahí estábamos, frente a frente, sin importar distancia. Se estaba sincerando y el dolor en sus palabras cuando me contaba las pesadillas que no le habían dejado dormir por la noche me estaban empezando a atormentar.
— Ahora no estás solo, Tony. Todos los de esta nave se preocupan por ti. Seguro que tienes en la Tierra a alguien que se preocupe por ti. —Le digo sincera.
Sin embargo, sus palabras son de negación, por lo visto la gente lo veo como el egocéntrico tío que no tiene sentimientos.
— Me tienes a mí. Así que no estás solo. —Un susurro sincero sale de mis labios, y trago saliva.
Mi corazón iba a mil, parecían sus labios que iban a articular palabra pero nuevamente esa sensación estaba en mi pecho sin saber qué hacer. Así que hice algo que podría arrepentirme, o quizá no.
Me acerqué a él, acaricié su mejilla, notando entre la yema de mis dedos su barba recortada y pasé mis ojos por su cara. Parecía una persona que no había encontrado cariño en muchas personas, solamente en unas escasas. Una persona que realmente debía de saber lo que era más el amor y menos la guerra. A ras de sus labios, le miro a los ojos, él me estaba mirando los labios, si todavía no me había apartado era porque él también quería esto tanto como yo.
— Te estoy avisando que quiero volver a repetir un acercamiento contigo. —Susurro, golpeando mi aliento en sus labios y tras un tirón de sus manos a mi cintura mis labios se juntan con los suyos y todo se detiene. Mi corazón bombea con rapidez y un beso con necesidad surge entre nosotros. Acaricio su mandíbula hasta llegar a su pelo, enredando mis dedos con suavidad en él y perdiéndome en la noción del tiempo.
Ahora sí, sabía que no había marcha atrás.