ALBA BROOKE POV
Había pasado mucho miedo respecto a Tony, era horrible ver como Thanos le clavaba ese objeto punzante y lo atravesaba para quitarle la vida. Esa imagen no me la quitaba de la cabeza a pesar de que Tony estaba bien, a pesar de que la gema había sido dada a cambio de su vida, a pesar de que todo podría cambiar y que teníamos una nueva oportunidad. Si el Doctor Strange había dado la gema del tiempo, había sido porque en el único final donde nosotros ganábamos era porque estábamos todos juntos y no por otra razón. Sentí el apoyo de Tony, sus brazos rodeándome, su beso en la mejilla y sus palabras. Una media sonrisa salió de mis labios cuando me habló de mi hermano, puede que para él sería difícil, pero estaba claro que las cosas se podían solucionar menos la muerte. Ante su comentario, yo también estaba deseando volver a la Tierra, a la normalidad. Quería una vida tranquila y relajada, con villanos normales y no con una amenaza realmente acojonante. Su último comentario me hace sonreír y le miro.
— ¿Oficialmente soy una vengadora? —Le pregunto, su comentario me hace reír y atrapo sus labios con los míos. — Gracias —Le agradezco sincera.
No por decirme eso, sino por formar parte de eso, por hacer posible las fuerzas que me daba cada vez que estaba a mi lado.
Me levanté con un poco de dificultad, pero debía ir al baño. Cuando fui, de vuelta, me crucé antes con una sala, Strange estaba en ella, su mirada estaba perdida en el universo. Me acerco, sé lo consternado que puede estar, sé que la gema para él era algo que tenía que proteger con su vida, pero debía de saber que lo que había hecho no tenía palabras.
— Gracias por lo que has hecho. —Le susurro. Él se sobresalta un poco, me mira y suspira.
— ¿Por salvar a Stark? —Me murmura. Yo le miro, asiento.
— Has tenido un acto honorable por tu parte, sé lo importante que es la gema para ti... —Le digo, él me mira, y aunque quiere fingir una sonrisa, parece que sus labios devanecen.
— Tenemos que estar todos juntos para ganar. —Me asegura, dando acierto a mis pensamientos. Era algo que me imaginaba, Strange ya había aclarado que ante la gema, no la daría por la vida de nadie.
— ¿Lo quieres, verdad? —Me pregunta, algo que no me espero. Me quedo pensando por un momento, el silencio está entre nosotros, espera mi respuesta.
— Sí. —Digo brevemente. — Nunca he querido a nadie, no me prepararon para eso. —Miro a Strange. Asiento. — Pero estoy segura que lo que siento por Stark es algo más que amistad. —Le dedico media sonrisa, Strange asiente levemente y pongo una mano en su hombro.
Observo la puerta, estaba él, parece ser que lo ha escuchado. Nuestros ojos se mezclan, conectan de inmediato. Strange me da unos golpecitos para demostrarme que todo estaba bien y tras eso, vuelvo con Tony. La Tierra estaba cerca y teníamos que estar preparados.
Wakanda estaba ante nuestra vista, mi mirada se amplió y me quedé impresionada por lo que veía.
— Es impresionante —Susurro. Tony estaba a mi lado, al igual que Peter y Quill. Una especie de radar nos permitió entrar, Wakanda tenía una gran seguridad y no podía evitar asombrarme por ello.
Mordí mi labio y cuando Nebula dio orden de que podíamos disponernos a salir, fui a hacerlo, pero Tony cogió de mi brazo y me detuvo. Sus palabras me sonrojan, habla sobre la conversación que había tenido con Strange anteriormente.
— Eres un creído —Le digo de broma, pero aun así enredo mis brazos sobre sus hombros y me acerco a él. — ¿Estás preparado para esto? —Le pregunto, y no hablaba de la guerra. Hablaba de lo remotamente posible que pudiera pasar entre nosotros si acabábamos con Thanos.
— Alba, alguien te está esperando. —Habla Strange, interrumpiéndonos. Tony, sin responderme, me dice que vaya.
Yo sé quien me espera, así que asiento, y camino delante de Tony. Steve, Natasha y Bucky están frente a la nave, mi corazón se encoge cuando ve a Bucky. Él parece no esperar que apareciera, pues sus ojos se agrandan, tira su arma y corre hacia mí. Bajo de la nave de un salto y me enredo en sus brazos para así cerrar mis ojos.
— Estás viva —Susurra, mientras su voz se quiebra.
— Gracias a Steve. —Le susurro, él solo me escuchaba.
Siento unas lágrimas caer de mis ojos, no esperaba que estuviera vivo también. Tenía miedo. Cuando me deshice del abrazo de mi hermano, Steve estaba preparado para recibirme, sonreí.
— Soldado —Se pone firme, me hace reír.
— Dame un abrazo, idiota —Le pido y él me abraza.
Natasha me da un breve abrazo y me giro para así mirar a Steve y Tony. Al parecer, hace años que no se ven y aunque sentía algo en mi estómago que no podía remediar, estábamos en la Tierra. Estábamos todos juntos.