un won por beso !୭̥⸙͎۪۫.¡ jeongguk

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Pasar un día entero con un disfraz de banana en el instituto se podría decir que se basó en risas y chiste. No me molestaba en lo absoluto, púes era una apuesta que había hecho con mi mejor amigo a fin de que él aceptara estar en el puesto de besos.

Las horas había pasado velozmente a pesar de tener un día pesado, incluso el bloque de matemática que normalmente son una eternidad, pasaron volando y ni cuenta me di. Eso, por alguna razón me parecía aburrido, más con la ausencia de Jungkook, quién había faltado a clases los últimos días por razones que desconozco. Llamé varias veces a su casa pero nadie atendía, llamé a su teléfono pero parecía no querer hablar conmigo.

Después de entrar a mi casa, aquella noche de la cena. Decidimos no hablar más de lo sucedido, él pidió incontable veces disculpas y yo sólo le decía que lo olvidara. A la mañana siguiente Jungkook salió de casa muy temprano ni siquiera quiso desayunar, parecía algo desesperado y preocupado. Eventualmente a mí me preocupó su actitud, si algo pasaba en su vida era totalmente desconocido para mi ser.

Miré la pantalla del celular reflejando el número de mi mejor amigo y por insistencia volví a llamar. Escuchaba los tonos de repiques pero nada que diera señal a que fuera a contestar y en el último momento escuché su voz.

—Hola.

✎...

—Vamos Italia, ya me disculpé por desaparecer — Hace media hora estamos en una cafetería cerca de mi casa. Le había pedido a Jungkook para vernos después de días sin saber nada de él, admito que esperaba un “no puedo” o un “en estos momentos estoy ocupado”. pero me llevé la sorpresa de su aceptación.

Lucia cansado, no parecía estar durmiendo adecuadamente lo que me hizo preguntarme si se estaba saltando las comidas del día. Me levanté del asiento frente a él para así sentarme a su lado, rápidamente, antes de que dijera algo tomé su mano y la entrelazé con la mía. Si algo había aprendido de Jungkook en los últimos tiempos, es que él nunca dirá lo que siente a menos de que se sienta listo para hacerlo y que siempre debo demostrar que si me importa.

—¿Estás comiendo bien? —Asintió — ¿Entonces por qué luces cansado? — no dijo nada, simplemente quitó su mano de la mía y se acomodó en su asiento.

—¿Qué hay de Jimin? ¿Cómo han estado las cosas con él? —Fruncí mi ceño ante su manera de cambiar la conversación pero aun sí me limité a responder, ignorando el hecho de que su salud es primero que Jimin.

—Supongo que bien, aunque últimamente no lo he visto —Tomé una papa frita y la llevé a la boca mientras veía como Jungkook desaparecía en su mundo, como si estuviera en shook.

Sonreí levemente, si hay algo de él que me guste, sin duda es eso.
—¿Por qué estás desanimado, galletita?

Parpadeó por unos segundos para luego verme, sus ojos reflejaban tristeza y fue entonces que entendí que esto es serio. Jungkook no está bien y no me quiere decir lo que pasa. Pero entonces un pequeño “te amo” sale de su boca justo en el momento en que me rodea con sus brazos, y mi cuerpo queda en total parálisis porque es primera vez que se actúa de ésta forma.

©huntresscutie