un won por beso !୭̥⸙͎۪۫.¡ jeongguk

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La tarde llegó rápidamente y con eso, el final del evento. Siendo acabado por la presentación de Namjoon que puedo decir, fue brutal; nunca dejaré de decir que ese chico tiene talento y que lo voy a admirar por mucho tiempo. El festival fue todo un éxito logrando reunir el dinero suficiente para donar y para arreglar el colegio, honestamente me siento orgullosa de que todos hayan podido participar y lograr reunir todo lo que tenemos. Sin dejar de un lado el puesto de besos que fue el primero en reunir la cantidad de dinero más grande en sólo minutos de comenzar el evento, por un lado me hace feliz.

Sin embargo Jungkook no parecía tan molesto por ello, al contrario, a pasar de que en un principio se negó rotundamente,  una vez estuvo en el puesto y comenzó a besar. Su ego crecía y la emoción con ello dejándole ver que tenía a medio colegio en sus manos porque incluso, hubieron chicos que pagaron para besarlo causando diversión en mí porque Jungkook por un momento los vio horrorizado pero después cedió entendiendo que debía hacerlo para poder tener el dinero.

Sentí cómo alguien me abrazaba por detrás cayendo en cuesta que se trataba de Jungkook. Sus ojos brillaban de emoción y su gran sonrisa deslumbraba en su rostro; dejé lo que estaba haciendo para girar a verlo.

—¿Viste eso? Se llama Jungkook el hombre más bello de éste mundo —Su voz sonó con cierta diversión. Reí por lo estúpido que sonó, notando los pequeños papeles en su mano izquierda.

—Gracias por respetar mi única regla —Dije sarcásticamente.

—Hey, las chicas me lo dieron sin yo siquiera mirarlas y pues ¿cómo rechazar números telefónicos de chicas lindas?

—No te olvides de los príncipes —Dije entre risas, mirando su cara contraerse por el recuerdo.

—Por favor, olvidemos eso. Sólo lo hice por ti —Su voz sonó como si no le diera importancia pero la verdad es que yo sé que si.

Con mucho cariño acaricié con las puntas de mis dedos la parte baja de su barbilla, logrando un cerrar sus ojos y una sonrisa inconsciente de su parte.

[...]

Miré por ultima vez la pantalla de mi lapto, leyendo el último parrajo de la investigación de biología antes de copiarla en mi cuaderno. Había pasado casi toda la noche haciendo la tarea acumulada -no era mucha- que tenia que entregar en la semana, de lo contrario le tendría que decir adiós a mi presidencia que para aclarar no quiero dejar. Cerré mi cuaderno guardándolo en el bolso tirado en el suelo, miré después de forma fugaz el reloj en la pared.

01:54am.

Bufé de cansancio sintiendo mis ojos pesar, y de forma perezosa me en caminé a mi cama. Añorando por descansar un poco antes de tener que levantarme dentro de 4 hora para ir al colegio. Pero mis pasos fueron detenidos repentinamente al escuchar abrir mi ventana, tensandome al no comprender de que sé trataba ¿Quién podía entrar a un cuarto en plenema madrugada a sabienda de que alguien está despierto? Pero rápidamente me golpeé mentalmente por mi pregunta, mi conciencia respondiendo por mí "Quizas un ladrón, idiota". Sin embargo, al girarme y ver a Jungkook intentado entrar por la ventana mi cuerpo se relajó dejando ver mi cara de confusión por ver a mi mejor amigo a estás hora entrar por mi ventana.

—¿Kookie? ¿Qué hacés aquí? —Pero al acercarme el olor de alcohol golpeó con mi nariz, haciendo que entendiera la razón de mi visita.

A pesar de que el horrible olor me estaba mareando sin siquiera tener una gota en mi sistema, ayudé al chico a entrar por completo a la habitación, acostandolo en la cama una vez dentro. Escuché como un quejido ronco salió de sus labios al caer, tapó sus ojos con su brazo para luego sonreír con cierta diversión. Para mí, ver esto es totalmente raro pues jamás en vida conociendo a Kook me había topado con ésta escena, verlo ebrio muchas veces pero verlo ebrio entrando por la ventana de la habitación, tirado en mi cama. Jamás. Por los que no podía dar crédito a lo que veía.

Él siempre fue fan de las fiestas, fue una de las cosas que probablemente me llamó la atención cuando lo estaba conociendo, por esa razón muchos lo apodaban el alma de la fiesta. Sin embargo, también era o es uno de los factores que más detesto porque en muchas ocasiones a salido lastimado físicamente por pelear con otros chicos, pero es inútil decirle que deje eso si sólo me ignora y hace lo que quiere.

—Italia, tengo hambre~ — habló ronco, utilizando su satori sin quitar su brazo de sus ojos. Bufé, ignorando el hecho de que hace unos minutos moría de sueño y ahora estaba más despierta que en mi clase favorita para no perder ni un detalle.

Maldije en susurro para mí misma tomando camino a la puerta del cuarto. Una vez en la cocina, miré el interior de la nevera sacando algunas cosas para prepararle algo de consumo. Agradecí que mis padres no estaban sino que en un viaje de trabajo, y que Grecia tenía el sueño más pesado que un elefante pues, quizás el ver a su querido Oppa en ese estado no sea lo mejor para su mente. Respiré profundo caminando devuelta al cuarto.

Creo que no iré mañana a clases.

Subí la escaleras con mayor pereza, entrando unos segundos después a mi habitación. Jungkook seguía en la cama en la misma posición, por un momento pensé que estaba dormido pero en cuanto sintió mi presencia, se reincorporó tomando con alegría el plato en mis manos.

—¿Qué haría yo sin ti? Me enamoras —Dijo antes de llenar su boca.

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