un won por beso !୭̥⸙͎۪۫.¡ jeongguk

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Extrañamente nunca me había imaginado que una salida con Park Jimin sería una de las mejores noches de mi vida. Hablar de tonterías se había basado prácticamente la noche. Había descubierto para ese entonces lo mucho que tenia en común con él y que aquella salida se sentía más como una salida de dos amigos que cualquier otra cosas, no me disgustaba, de hecho me sentía bien el poder compartir -desde hace mucho- con él.

El lugar, a pesar de tener una enorme fila de personas a fuera en espera. A dentro se sentía calmado y relajate, el local es grande con un escenario de buen tamaño, dónde ya hacía un grupo de personas tocando instrumentos y dándole así un toque clásico y elegante.

Mi único problema, era Jungkook sentado a dos mesas de nosotros disimulando muy mal. Por suerte, Jimin no se había percatado de su presencia y eso me relajaba, entonces en el momento en que Jimin se levanto porque su tío lo llamó. Mis píes tomaron rumbo a la mesa del castaño.

—No me mires así, me das miedo—Fue lo primero que soltó después de verme sentar al frente de él.

—¿Y cómo se supone que te tengo que ver? —Se encogió de hombros — ¿Qué hacés aquí?

—Ya te lo dije, no confió en él. Italia, tú no sabes cómo él utiliza a las chicas a su favor —A pesar de que habló casi en un susurro, su tono de voz era dura y autoritaria. Claramente estaba molesto.

—Espera y busco a un chico como tú, porque tú no haces lo mismo —Hablé sarcásticamente.

Para ese punto ambos estábamos molestos el uno con el otro, y no es que nunca no hemos peleado. Son contadas las veces pero nada comparadas con otras, cómo cuando empezó a vender los cuadros de Taehyung sin su consentimiento.

—Tú más que nadie sabe que si no me gustan en la primera cita no las busco más y él en cambio si —Se defendió rápidamente.

—Sea lo que sea igual lo haces. Jungkook, no deberías estar aquí.

—Entiende que lo hago por ti.

Quise responder pero Jimin fue más rápido en poner la mano en el hombro de Jungkook y sonreirle. Y no me tocó más que forzar una sonrisa.

El hecho de que a Jimin no le hubiera importado la presencia de Jungkook, lo hizo sentir menos incómodo. La noche ya casi daba por terminar, así que íbamos caminando por las calles de Busan mientras Jimin contaba lo mucho que amaba el Bibimbap y por el otro lado Kook no paraba de rodar sus ojos. Rogaba para que se mantuviera tranquilo y no dijera nada que pudiera afectar el ambiente, por suerte se estaba tragando todos su comentario.

El silencio se había hecho presente después de unos segundo de caminata y el único sonido que mantenía el ambiente menos incómodo eran los sonidos de los autos. Nadie parecía tener un teme de conversación, y el camino a casa de volvía más largo.

—Oye Italia, nunca te pregunté cómo fue que tus padres te pusieron ese nombre, me da curiosidad — Habló Jimin. Sonreí por su ternura, en el momento en el que abrí mi boca para contar mis historia, ésta salió sin siquiera hacer un sonido porque Jungkook ya había hablado.

—Sus padres se conocieron en Italia, de ahí viene su nombre —Áspero y profundo con un toque de amargura son las palabras con las que describiría el tono de voz de mi mejor amigo.

Suspiré agotada por el comportamiento que estaba tomando. Jungkook jamás se había metido en una de mis citas, tampoco es que tenga una cada dos días, son contadas con los dedos de la mano cuantas veces he salido con un chico y en esas cuentas está las veces en las que Jungkook le había importado un bledo, pero precisamente en éste se le ocurrió actuar como un espía porque según él "lo hace por mí". En cuanto mis ojos vieron mi casa no tardé ni un segundo en tomar la mano de Kook y salir corriendo mientras me despedía con la otra mano de Jimin.

Por suerte, la puerta estaba abierta y no hubo problemas al pasar y así, de una vez, ahogarme en sufrimiento. Definitivamente la cena no salió tan bien como pensé que seria.

©huntresscutie