GUARDIAN'S LOVE I; PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU"
Existe el mito de que en alguna Tierra paralela, los más viejos y sabios de ésta se dedican a criar guardianes, seres con dones y particularidades tanto peculiares como especies "programados" a de...
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»28. Y él volvió. «
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ESPERANZA.
Esperanza es lo que la ciudad necesitaba, es lo que el Team Flash decidió darles sin dudarlo.
La noche en Central City parecía ir tranquila, sin ningún problema a la vista. Claro, eso hasta que justo en el centro de la ciudad, un auto interrumpe el silencio abrumador que rodea el lugar, siendo perseguido por varios autos patrulla de cerca, los cuales claramente no iban a ceder con sus sirenas y luces azules y rojas hasta poder atraparlos y encarcelarlos. Definitivamente ya no parecía ser una noche tranquila.
Cisco rueda con su silla al lado de Kailan en la consola, ambos tecleando algunas cosas. La pelirroja presiona un botón, acercándose al intercomunicador del castaño y el peliplatinado—. Barry, Vincent, hay una persecución a alta velocidad al sur por la avenida Milton.
—Entendido.
—Bien, Cisco. —La pelirroja se apoya en el respaldo de la silla, mirándolo con media sonrisa—. Es hora de pagar tu apuesta.
—Oh, no, chica. El control es mío. —Cisco toma rápidamente un mando del escritorio y lo pega lo más cerca de su cuerpo sin dejar de dirigirlo en diferentes direcciones—. Tú tienes a Vincent.
—Barry es mi mejor amigo. —Replica.
—No me importa, yo creé esto. Déjame con mi victoria. —Kailan suelta una pequeña carcajada, entretenida ante los berrinches del de rulos. El de rulos entonces regresa la vista al computador, percatándose de la velocidad que el auto comienza a tomar, aumentando gradualmente con el tiempo—. Oh... ¡Oh! ¿Quieren jugar? Bueno... ¡Alístate para sorprenderlos!
Barry, al otro lado de la habitación en el lugar de la caminadora, asiente a él y acelera su velocidad, corriendo lo más rápido que sus pulmones se lo permiten. Kailan, con las fuerzas más recuperadas que antes, siente el cansancio llegar a su cuerpo pero fácilmente lo evade; nada se comparaba con lo sufrido la semana pasada.
—Vince, apoyo. —Dice ella por el micrófono, mirando directamente a Barry. Éste le corresponde el gesto y ella le guiña un ojo, haciéndolo reír mientras de fondo el velocista platinado acepta sus órdenes.
